CAPÍTULO 6

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–Esto es lo que haremos, escucha con atención porque odio repetir las cosas.

Genial, parece que me he mudado a vivir con la amabilidad en persona.

–Te quedarás aquí hasta que rescatemos a tu hermano, o al menos hasta que volver a tu casa sea seguro. No podrás salir a la calle a no ser que sea acompañada. Ese tipo te busca –clava su mirada en la mía con tanta intensidad que soy incapaz de romper el contacto–, y lo conozco, no parará hasta encontrarte. Así que si quieres salir viva de esto y recuperar a tu hermano, tendrás que obedecerme.

–¿Pretendes que esté aquí encerrada y tenerme bajo tu vigilancia las 24 horas del día?

–Exacto –asiente satisfecho–, lo has entendido a la perfección.

Ruedo los ojos, este chico está demente.

–Trabajo algunas noches.

Una especie de sonrisa aparece en su rostro mientras sus cejas se alzan. Lo observo sorprendida, intentando descifrar su cambio de actitud. Él recorre mi cuerpo con la mirada, sin borrar la sonrisa, haciéndome sentir nerviosa y más confundida todavía.

–¿He metido en mi casa a una prostituta sin saberlo? Parece que esto se pone interesante.

–Dios mío, eres imbécil –hablo frustrada y le lanzo lo que tengo más a mano, que resulta ser uno de mis zapatos. ¿Cómo se atreve a insinuar algo así?

–Calma, fiera –dice riendo y levanta las manos en señal de paz tras esquivar mi ataque.

–Trabajo en una cafetería –aclaro con orgullo para volver a la conversación anterior.

–Pues tendrás que dejarlo, yo también trabajo por las noches.

–¿Te refieres a que vendes droga para poder pagar este lujoso apartamento? –veo como la furia aparece en su rostro y juraría que se está conteniendo para no perder el control.

–Sí.

–No pienso dejarlo, necesito el dinero.

–No compliques las cosas, no podrás salir sola a la calle por un tiempo, menos aún de noche, así que habla con tu jefe, dimite, o haz lo que te dé la gana, pero no irás a trabajar.

–Te he pedido ayuda para encontrar a mi hermano, no que te conviertas en mi puto niñero, iré a trabajar quieras o no.

–¡Eres imposible! –exclama pasándose las manos por el pelo.

Lo miro fijamente, no pienso dar mi brazo a torcer en este asunto. Realmente necesito el dinero. Cuando Matt vuelva, porque estoy segura de que va a volver, alguien tendrá que mantenernos a ambos, y ese alguien siempre he sido yo. Si dejo de trabajar ahora, quizá pierda mi puesto, cosa que no puedo permitir.

–No soy tonta, ya sé que es peligroso, pero asumiré el riesgo.

–Está bien, ya arreglaremos lo del trabajo –cede finalmente.

–¿Algo más que prohibirme?

–Sí, no puedes hablar de esto a nadie y ni se te ocurra ir a la policía.

–No pensaba hacer ninguna de las dos cosas –veo alivio en su mirada mientras asiente, satisfecho con mi respuesta–. ¿Por dónde empezamos?

–Iré a hablar con unos cuantos imbéciles y les sacaré algo de información.

No parece el mejor de los planes, pero estoy segura de que es mejor de lo que podría haber hecho yo por mi cuenta.

–Iremos –le corrijo.

BLAKE [#1] ✔️  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora