CAPÍTULO 8

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Tan rápido como puedo meto mis mochilas debajo de la cama de Matt y corro a esconderme en el armario, rezando por no hacer demasiado ruido y ser descubierta.

Mi corazón late a diez mil por hora e imágenes de aquella noche rondan a sus anchas por mi mente; el cuerpo sin vida del hombre al que Bill disparó, su sonrisa torcida y su pistola apuntando directamente a mi cabeza. Mi cuerpo tiembla y no puedo hacer nada para evitarlo. Estoy asustada, muy asustada.

El sonido de los pasos se hace cada vez más fuerte y trago saliva, se está acercando. Intento con todas mis fuerzas calmar mi acelerada respiración pero no puedo, así que me limito a cubrir mi boca con mis manos para hacer el mínimo ruido posible.

Agudizo el oído y me calmo un poco al oír los pasos más suaves, ha pasado de largo de la habitación de Matt. Aprovecho el momento para sacar mi móvil, e ignorando mi orgullo, le escribo un mensaje a Blake.

Está aquí.

No sé por qué lo hago, él está enfadado conmigo y yo no quiero que me proteja. Solo quiero su ayuda para recuperar a mi hermano. Sin embargo, estoy asustada, porque he visto lo que Bill es capaz de hacer y sé que quiere vengarse de mí. Estar encerrada en mi casa a solas con él, aunque no sepa de mi presencia, no es algo que me entusiasme demasiado. Estoy segura de que si me enuentra esto no acabará para nada bien. Blake me responde apenas unos segundos después.

¿Dónde coño estás? ¿Y quién está ahí?

Bill, Bill está en mi casa.

Dios mío eres idiota, te dije que no fueses a tu casa.

Su respuesta me molesta. He sido una ilusa al pensar que Blake me ayudaría, me he metido en esto sola y él sigue enfadado conmigo. Apenas nos conocemos, es obvio que le importa una mierda lo que pueda pasarnos a mi hermano o a mí, lo ha dejado bien claro hace un rato. Pero tampoco hacía falta ser tan directo y llamarme idiota en un momento como este. Así que le contesto con un bonito "Que te den" y salgo del chat, guardando mi teléfono en mi bolsillo con manos temblorosas.

Vuelvo a centrarme en Bill. No se oye nada pero estoy segura de que aún no ha salido de casa, en ese caso hubiese escuchado la puerta. ¿Y si pensaba quedarse aquí esperando hasta que yo apareciese?

Intento pensar en alguna forma de escapar, pero todas las opciones implican salir de mi escondite y eso es algo que no entra en mis planes. Prefiero pasar el día entero aquí dentro. Siento el móvil vibrar en mi bolsillo y lo saco de nuevo para revisarlo, Blake me está llamando. Maldito imbécil, si llego a tener el sonido activado ahora mismo estaría muerta. Rechazo su llamada y entro de nuevo al chat, hay algunos mensajes nuevos.

¿Sabe que estás ahí?

Helena ni se te ocurra ignorarme.

Joder contesta.

Voy para allá.

Los ignoro y le escribo.

No puedo hablar, imbécil.

Esta vez tampoco tengo que esperar por su respuesta.

Responde.

No, no sabe que estoy aquí. Y no necesito que vengas.

Es verdad, tengo la situación más o menos bajo control. O eso quiero pensar. Me quedaré aquí escondida en absoluto silencio hasta que Bill se marche.

Esta vez Blake me ignora después de leer mis mensajes. así que vuelvo a guardar mi teléfono en el bolsillo. Pasa un rato largo en el que no escucho nada y finalmente vuelven los pasos. Me tenso inmediatamente y mi respiración se acelera. ¿Y si quiere llevarle algo de ropa a Matt y abre su armario? No, los secuestradores no llevan ropa limpia a sus secuestrados. ¿Sería absurdo no?

BLAKE [#1] ✔️  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora