XXIV

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Y sí, llevaba tres días viendo a Felipe bajo las cañas del chiringuito de aquella playa de aguas transparentes, esperando a que ella se decidiera a dejarle hablar.

Él, cuando se despertó del coma inducido, en la clínica privada de San Petersburgo, lo primero que hizo fue preguntar por Letizia con miedo. Al principio nadie supo decirle nada, tenían órdenes de Oleg. Pero poco después, cuando ya estaba consciente y sus constantes vitales se habían estabilizado, su amigo le explicó que habían puesto en marcha todo el protocolo en el momento en que supieron que no había sido un accidente, sino un atentado.

Así que se llevaron a Letizia al hotel de las afueras hasta que el vuelo estuvo preparado y la enviaron a casa.

No tardaron mucho en averiguar quién había sido el culpable de la explosión. Más allá de enemigos económicos o cualquier otra cuestión más peligrosa, aunque ya era suficientemente terrorífica, la respuesta era mucho más sencilla de lo que nunca hubieran podido imaginar: el responsable era el marido de Eva, consumido por unos celos azuzados por ella. Al parecer, llevaba mucho tiempo hablándole de Felipe y diciéndole que iba a divorciarse para volver con él.

Todo se solucionó de manera rápida, aunque traumática para todo el mundo. Felipe no pudo regresar a España tal como estaba previsto, al tener que solucionar todo el papeleo, las declaraciones a la policía y controlar que todo el proceso fuera legal. Era sabido que allí era mucho más fácil comprar voluntades que en otros lugares del planeta. Así que, aunque no dejó de pensar en Letizia, suspiraba aliviado al saber que ella estaba bien. Que le hubiesen hecho daño, no se lo habría perdonado en la vida.

Cuando todo eso finalizó, le vendió la empresa de organización de eventos a otro empresario especializado en clubs swinger de alto nivel y se olvidó para siempre de ese tipo de historias que a él no le interesaba poseer, sino disfrutar.

La compró para ayudar a alguien a quien amó y ahora ya no tenía ningún sentido mantenerla entre sus empresas. Letizia podría continuar trabajando con él, deseaba verla para poder solucionar lo suyo lo antes posible. Pero, al llegar a España, la realidad lo golpeó con fuerza.

Todo el tiempo que él estuvo fuera, los de recursos humanos tramitaron la documentación de la baja voluntaria de Letizia. Y al no conocer su relación, no consideraron informarle, sino comenzar una nueva ronda de entrevistas.

Felipe llamó a su teléfono móvil cientos de veces, se presentó en su domicilio a horas diferentes para averiguar qué ocurría. Y terminó llamando a la empresa en la que ella trabajaba antes y habló con Ruth. Sabía que eran amigas y se presentó y le contó lo que había ocurrido. Ella lo ayudó diciéndole que sus padres vivían en Girona, en un pueblo al lado de la playa. E hizo prometerle que la llamaría si la localizaba, pues también estaba preocupada. Felipe la encontró, mejor dicho, la encontraron por encargo de él y lo informaron de cada uno de sus pasos. Estuvo varios días sin decidirse a ir.

¿Qué le iba a decir? ¿Cómo le iba a explicar lo sucedido? ¿Quién era él para interferir en su decisión? Pero quería explicárselo todo, su forma de ser, lo que ella había hecho con él, cómo había cambiado. Y que ahora ya no tenía preocupaciones...

Cuando finalmente se decidió, lo tenía todo calculado. Se presentaría en la empresa que había averiguado que era de su hermana y preguntaría por Letizia, se lo explicaría todo y lo único que no era capaz de imaginar era cuál sería su reacción. Era una mujer fuerte, decidida, con orgullo y cuando tomaba una decisión era difícil convencerla de otra cosa.

¿Hablaría con él?

Y allí estaba por tercer día consecutivo, con una cerveza en la mano mirando cómo Letizia practicaba padelsurf. Su cuerpo había cambiado, ni para bien ni para mal, Felipe la veía perfecta, pero estaba más definida. El deporte, pensó sin quitarle la mirada de encima. Ella se sabía vigilada, pero ni siquiera pasaba cerca de él. Lo miraba de lejos y alguna vez había inclinado la cabeza a modo de saludo, pero nada más.

Solo Era Sexo... (Adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora