Candela | Enzo Fernández

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Candela ya había llegado al aeropuerto junto a Enzo quién se había ofrecido a traerla.

Luego de ese beso que se dieron el lunes por la tarde ambos habían fingido total demencia y habían seguido con sus vidas. Las dos veces que se vieron luego de ese encuentro, cuando a alguno de los dos le surgía la gana se robaban algún que otro beso quedando como boludos sonrientes durante lo que restaba del día.

No eran algo pero no eran nada, difícil de entender, pero ellos eran los únicos que sabían la relación que conllevaban.

Enzo la acompañó hasta el ultimo momento, ya de la puerta hacía adentro no podía seguir acompañándola así que ese había sido el final para poder despedirse.

-te voy a extrañar- Enzo le hizo un puchero y la atrajo hacía el poniendo sus manos en la cintura de cande.

-yo también-la morocha sin saber que hacer con sus manos las apoyó en el pecho y abdomen de el.

-ya sabes cuándo volves?- ella negó.

-1 o 2 semanas, pero te voy avisando.

-llegas al partido contra Boca?- le pregunto ilusionado, el la había convertido en su cábala, saber que ella estaba viéndolo le daba más seguridad a la hora de jugar, no tenía margen de error.

-cuando es?.

-el viernes 27- faltaban exactamente dos semanas.

-voy a ver, espero que si, pero no prometo nada...te voy a extrañar.

-yo más hermosa, más te vale que me hables y no me cambies por algún cordobés- ella se río.

-como podría?.

-te voy a dar un beso, pero porque te voy a extrañar mucho y no voy a aguantar tanto tiempo sin tus besos-ella sonrió y su estomago se revolvió cuando el la beso profundamente.

Varios llamados para el vuelo de Candela se escucharon pero ellos hicieron caso omiso hasta que escucharon que era el ultimo aviso así que se tuvieron que separar, luego de darse un profundo abrazo.

-te voy a extrañar mucho hermosa.

-y yo más enzito, nos vemos a la vuelta- ella lo abrazo por ultima y se fue alejando.

-avísame cuando llegues cordobesa- ella asintió sin mirarlo ya que estaba de espaldas a el y luego de que la puerta se cierre detrás de ella Enzo no la vio más.

Fue ahí cuando se dio cuenta que de enserio la extrañaría y demasiado. Candela había aparecido en su vida para revolucionarla por completo y lo dejaba encantado cada vez que se veían.

Cuando la besaba se sentía que estaba en el mismísimo cielo, los labios de la morocha parecían encajar perfectamente con los de el y parecían estar hechos el uno para el otro.

Luego de subirse a su auto le mando un mensaje a ella sabiendo que no lo iba a ver al estar despegando.

Cande❤️

Ya te extraño ☹️
Volve rápido porfas

Arranco hacia su casa donde al llegar noto que su familia estaba de visita al ver el auto de su padre. Se adentró a su casa con una sonrisa ya que hace mucho no lo visitaban y cuando entró los saludo a todos con un abrazo, su hermano tenía una copia de seguridad por las dudas.

-todo bien?- se sentó entre sus hermanos y aceptó el mate que le tendían.

-bien hijo, como no vas decidimos venir.

-no pude ir estos días, se viene el clásico y entrenamos de mañana y de tarde/noche.

-pero para cande si tenes tiempo?- me pregunto uno de sus hermanos y Enzo sintió la mirada de todos recaer sobre el.

-ella estudiaba por la mañana, al mediodía trabaja y a la tarde suele ir a verme entrenar o nos vemos a la noche para cenar, se nos hace fácil juntarnos, pero para ir allá tengo una hora de ida y ponele que salgo después de entrenar, media hora me tengo que quedar porque ya me tengo que volver.

-estudiaba?-pregunto su mamá-que paso? Dejó?.

-no, se recibió, ahora es periodista deportiva, se recibió el lunes, por eso hace un rato se fue a Cordoba, le fue a contar la sorpresa a sus papás y además de festejar visitarlos.

-que bueno hijo- el asintió recordando ese día donde la había besado por primera vez.

Por otro lado Candela ya había llegado a su querida ciudad y estaba buscando con la mirada a su familia.

-cachu!- escucho una vocecita que reconocería en cualquier parte del mundo

Su hermano Matteo se acercaba a ella corriendo, por lo que Candela se agachó y lo alzo empezando a girar. Él tenía 7 años y lo amaba con cada parte de su corazón.

-hola matu de mi vida, te extrañe chanchito- ella le dio muchos besos en sus cachetes y el se río.

Al abrazo se sumaron sus padres y Candela ya sentía la necesidad de llorar. Por lo que segundos después ella y su mamá ya eran un mar de lagrimas, parecían dos locas que no se veían hace años pero más allá de que no se hayan visto en meses no era tanto.

-como estas hija?- su padre tomo la valija de Candela quien caminaba con su hermano a upa.

-perfectamente bien, en el mejor momento de mi vida-ella les sonrió y sus papás se sintieron felices con su respuesta.

-y la facu?- le preguntó su mamá y Candela sonrió.

-también muy bien, después hablamos de eso, les tengo una cosa para decir, y vos matu? Como esta mi bebé?.

-muy bien cachu, ya soy grande! Voy a primero!- ella quiso llorar al notar que él había empezado la primaria.

-bueno, pero aunque tengas 80 años vas a seguir siendo el bebé de la hermana- el se río.

Llegaron a la casa y todos se sentaron en el sillón a tomar mates.

-qué tenias para contarnos hija?- cande agarro un papel que tenía en su mochila y se los dio dado vuelta- que es esto?.

Tanto su padre como su madre leyeron el diploma y la primera en levantarse a abrazarla fue su madre llorando.

-estoy orgullosa de vos hija! Lo lograste bebé!- su papá se sumo al abrazo, los tres estaban llorando.

-estamos orgullosos de vos cande, nunca dudamos en que lo lograrías- Mateo se sumo al abrazo y todos sonrieron con ternura.