La vida los había tratado de la mejor manera, a finales de junio a Enzo lo habían fichado del Benfica, un equipo de Lisboa, Portugal.Candela no había dudado cuando Enzo le preguntó si lo iba a acompañar, ninguno de los dos hubiera podido atravesar una relación a distancia con la dependencia emocional que habían abordado tanto el como ella que no hubieran resistido estar meses sin verse.
La convivencia los había favorecido para bien, se habían acostumbrado en Argentina a pasar casi todos los días juntos que cuando se mudaron a Lisboa nada había cambiado.
Habían aprendido a convivir, habían aprendido muchísimo más del otro, conociendo gustos, rutinas, habían aprendido cuando uno necesitaba ayuda y cuando uno necesitaba espacio.
Candela se acostumbraba de a poco al cambio, Enzo solía acompañarla y ambos practicaban juntos el nuevo idioma las tardes que Enzo tenía libres.
Y que decir de Enzo... el no podía más, en su corazón no cabía más amor del que le tenía a Candela. Esa morocha era todo para el y aunque lo tilden de pollera, a el poco le importaba si eso implicaba estar con la mujer de su vida.
Desde que Candela apareció en su vida él sintió que tal vez si existía el amor a primera vista.
Su rutina era así, ambos se levantaban temprano a desayunar juntos, Enzo se iba a entrenar al igual que Candela que había arrancado el gimnasio, a la tarde la morocha solía trabajar para el canal los días de partido y a las noches se volvían a reencontrar pasando la mayor parte del tiempo juntos posible. Esto cambiaba depende el día, si era finde semana, feriado, día de partido, etc.
El morocho se había estado preparando porque cada vez faltaba menos para el mundial y uno de sus sueños más grande era formar parte de esos 26 convocados para representar a su país y poner a la Argentina en lo más alto.
Defender a la albiceleste era un sueño que el esperaba cumplir pronto, hace unos días había vuelto de jugar unos amistosos contra un equipo árabe y había vuelto para esperar la ansiada decisión del técnico Lionel Scaloni.
Enzo estaba tirado en el living casi dormido mientras candela terminaba de preparar el mate cuando su celular sonó interrumpiendo su sueño. Era un audio de un número desconocido.
—buenas tardes Enzo, soy Matias Manna asesor e integrante del cuerpo técnico de la selección.. te hablaba para comentarte que estas seleccionando por Scaloni para jugar el mundial, más tarde te llegara un mail donde tengas todo bien explicado pero decidimos mejor avisarte ahora, felicidades y nos vemos!— Enzo no podía creer lo que sus oídos escuchaban, repitió el audio varias veces en shock hasta que cayó en cuenta de todo y lagrimas empezaron a caer de sus ojos sin permiso alguno.
Tapo su rostro sin poder creerlo, todo su esfuerzo había valido la pena. Se levantó y se acercó a paso rápido a la cocina donde Candela tranquilamente preparaba el mate.
—Enzo que pasa?— ella se percató de que Enzo la miraba llorando sin parar—amor que pasa?— ella se acercó a él preocupada.
—amor...— el la abrazo sin poder hablar por el shock, ella confundida le correspondió el abrazo—amor... valió la pena...voy al mundial.
Candela lo abrazo más fuerte si eso era posible y también empezó a llorar.
—estoy orgullosa de vos Enzo, lo lograste— ella lo tomo del rostro y contenta dejó besos en todo su rostro— no lo puedo creer amor! te fuiste mundial— él sonrió embobado y atrapo los labios de ella entre los suyos en un beso tierno.
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Candela | Enzo Fernández
Fanfictionella una estudiante de periodismo deportivo le escribe a el, uno de sus más grandes ídolos para que la ayude con un trabajo sin saber que todo eso los llevaría a un amor incondicional...