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Enzo estaba pasando probablemente el peor momento de su vida. Había recibido un golpe en uno de sus últimos partidos y le comentaron que se había esguinzado el tobillo. El problema era que justo sus representantes le habían dicho que el Benfica estaba interesado en el y lo iban a estar viendo, por eso mismo Enzo se encontraba tan angustiado en los pasillos del Monumental en busca de Candela, por su privacidad y salud había decidido no contárselo a nadie pero Candela era, después de su mamá, la única mujer a la que le confiaría su vida por eso había decidido contárselo a ella, si es que la encontraba.

Recién terminaba un partido contra Rosario Central del cual se tuvo que retirar por molestias en el tobillo y cuando le comentaron que se encontraba esguinzado no pudo no sentir su mundo caer.

-Enzo?-escucho esa voz tan especial en ese momento y levantó la vista encontrándose a Candela.

-cande..- susurro él acercándose a ella a abrazarla.

-que te paso? Enzo, que pasa? porque lloras?- Candela no entendía nada, sabía que algo le pasaba porque Enzo se tuvo que retirar del campo y no paso por la zona de notas.

-estoy esguinzado- dijo y cande lo abrazo más fuerte.

-ya te vas a mejorar Enzo, si te cuidas va a pasar tan rápido que no te vas a dar cuenta- intentó animarlo pero se confundió cuando escuchó que su llanto se intensificó-hay algo que no me estás contando.

-me habían dicho que unos representantes del Benfica me iban a estar viendo porque me querían comprar y si estoy lesionado no voy a poder jugar y ya esta, mi carrera se terminó- cande comprendió todo y lo hizo sentarse en el piso junto a ella.

-mira, no puedo entenderte porque es algo que no me paso ni me va a pasar, pero lo único que te puedo decir es que tenes que enfocarte en tu recuperación rápido y ya vas a volver, eso de que el tren solo pasa una vez es mentira Enzo, tenes que seguir demostrando tu talento que no va a cambiar pese a la lesión.

-pero es que...-Enzo busco excusas pero fueron calladas cuando Candela lo beso con tanta delicadeza que Enzo sintió que todo iba a mejorar.

-nada Enzo, todo va a estar bien, te lo prometo, además nunca dejaría que pases por esto solo, gracias por contarme.

-sos la única que lo sabe, no se lo quise contar a mis papás para no preocuparlos pero necesitaba contárselo a alguien y sos en la única en que confío, esto no lo puede saber nadie Cande, por favor.

-obvio que si Enzo, podes confiar en mi y te agradezco por hacerlo- ella seco las lagrimas que él tenía en los cachetes.

-podes darme un beso cómo el de recién?-pidió Enzo haciéndose el boludo y cande con una sonrisa le dio otro beso.

-nunca vas a estar solo, al menos no si yo estoy con vos- le aseguro Candela.

Pero lo que ellos no sabían es que habían sido escuchados, ese secreto que Enzo planeaba guardar y solo contárselo a Candela había sido escuchado por Valentina quien había asistido al partido.

Y Valentina era conocida entre sus cercanos por su forma de ser, directa, mandada y cabeza dura. Ella no planeaba perder a Enzo y ya había ideado un plan escuchando la charla que el morocho y Candela tenían en los pasillos del Monumental.

A ella nunca le intereso Enzo verdaderamente, solo le atrae su público conocimiento, sus seguidores y su billetera. Valentina el tiempo que estuvo con Enzo aprovechó cada oportunidad que tenía para salir con sus amigas, comprarse lo que ella quería, haciéndole honor a la palabra mantenida.

-y entonces, que vas a hacer?-le preguntó Candela sobando la espalda del morocho.

-tengo que curarme y recién ahí poder volver, por más que quiera cada vez que juego me molesta y capaz es mejor que esperen ellos porque me van a ver jugando mal y ya no les voy a interesar.

- me parece bien eso, Enzo... yo te voy a ayudar a pasar esta, lo juro- Enzo volvió a abrazarla con una sonrisa sintiendo que ese dolor de pecho que había sentido cuando le dijeron de su lesión se había esfumado.

El no iba a estar solo, Candela no lo iba a permitir, era capaz de todo por volver a ver a Enzo en las canchas.

-ahora vamos que el piso está congelado- Enzo se río y ambos se levantaron.

-cande...- Enzo la detuvo tomándola de la mano- gracias, de enserio lo digo, por estar para mi y ayudarme-cande hizo un puchero y lo abrazó pero cuando miro detrás de Enzo noto que Valentina se daba vuelta y se iba con una cara maliciosa en el rostro confundiéndola.

-no es nada, lo juro Enzo, que siempre voy a estar para vos- Enzo le robo un tierno beso y ambos partieron rumbo al auto denuevo.

-gracias linda.

Enzo dejo a Candela en su casa y partió hacía la suya. Ya se les había echo costumbre estar juntos todo el tiempo y Candela le dijo que él necesitaba descansar de todo lo que le estaba pasando solo, pero que le prometía mañana volverse a ver.

Candela | Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora