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Parte 1/2

Se estaba por terminar la segunda semana y Candela ya se estaba preparando para volver a la gran ciudad.

Estaba triste, no quería irse, pero no podía quedarse toda su vida ahí en la casa de sus padres, debía volver a su casa y ver si conseguía algún trabajo como periodista en algún canal de televisión.

Con Enzo habían hablado diariamente y a sus charlas solía sumarse Mateo que ya había entablado una relación con el mediocampista de River y ambos se llevaban excelente.

Mateo sabía que su hermana se estaba por ir y por ese mismo motivo no se separaba de ella en ningún momento. Su hermana era alguien a quién el pequeño quería demasiado y cada vez que se tenia que despedir de ella le costaba horrores dejarla ir.

Candela estaba hablando junto a Enzo por videollamada ya que en un rato él entraría en concentración para el partido tan importante de mañana.

-como que no venis cande? Necesito que estes acá- le preguntó con un puchero.

-matu esta mal porque me voy y le prometí quedarme una semana más con el- mintió.

La idea era ir de sorpresa al partido y avisarle antes de que el entre a jugar.

-enano traidor, no se si pueda aguantar una semana más sin verte cande, necesito que estes mañana en el partido...

-perdón... yo se que te dije que iba a intentar estar pero no puedo decirle que no a el- Candela ya empezaba a sentirse mal y culpable pero si quería que sea una sorpresa no podía hablar.

-esta bien... lo entiendo.

Siguieron hablando hasta que Enzo tuvo que dejar el celular para entrenar antes del tan ansiado partido.

...

Candela fue hacia el aeropuerto con su familia y su hermano parecía no querer soltarla.

-nos vemos en navidad matu, ya no falta casi nada, y vas a poder conocer a Enzo y a los jugadores de River- eso pareció emocionarlo porque luego de un último apretón la soltó.

-nos vemos mi vida, estamos muy felices por tus logros y por volverte a ver, nos vemos en navidad hija-los cuatro se abrazaron y Candela se volvió a subir a un avión.

Llegaría a Buenos Aires dos horas antes del partido por lo que estaría muy justa de tiempo.

El vuelo se había atrasado por lo que cuando llegó a Buenos Aires corrió a la primera parada de Taxis que vio y se subió apurada.

Cuando llegó a su casa bajó rápidamente luego de pagarle. Se puso la camiseta de River que Enzo le había regalado y el Uber que había pedido antes de llegar a su casa le aviso que estaba afuera.

Cuando llegó al monumental el partido ya había comenzado para su mala suerte. Escucho a varios hinchas hablar de que Enzo parecía no estar concentrado en el partido, parecía tener la cabeza en otro lado. Y Boca había logrado meter gol aprovechando un mal pase de Enzo.

Enzo estaba triste porque la única persona que él quería que este en las gradas no estaba, Candela no estaba ahí entre los barras con su camiseta y eso lo tenía mal impidiendo que se concentrara.

Cada vez que se le daba la oportunidad miraba a la hinchada donde siempre se encontraba Candela, imaginando verla ahí cantando.
Pero sus ojos parecieron fallar cuando encontró a una de chica a caballito de un hombre.

Resulta que Candela se había encontrado con unos fanáticos de Enzo que la reconocieron, ella les contó que estaba de sorpresa y el señor con el consentimiento de ella la subió a caballito para que el jugador note la presencia de Candela en la hinchada.

Enzo sintió una felicidad enorme al verla ahí y luego de una sincera sonrisa se concentró realmente en el partido cual los bosteros estaban llevando el control.

-gracias- le dijo al señor Cande con una sonrisa luego de que la baje y ella sonría al ver que Enzo noto su presencia.

El primer tiempo terminó con Boca con la delantera de 1-0. River había vuelto a ser el mismo con el 100% de todos los jugadores por eso mismo al principio del segundo tiempo la araña logró empatar el partido.

Todo estaba más peleado, ambos equipos estaban dando su máximo y eso los llevaba al choque. Pero eso no impidió que sobre el final del partido Enzo reciba una pelota parada a la cual pudo manejar y perfeccionarse apuntando al arco.

-gol!- grito Candela saltando de su lugar-te amo Enzo!- grito eufórica.

Enzo con una sonrisa en su rostro saludo a sus amigos y luego se posicionó hacía donde estaba Candela señalándola y mandándole un beso.

Al ser un superclásico con el gol, los jugadores de Boca se enojaron reclamando posición adelantada, por más que era obvio que eso no había sido offside.

Todos estaban contentos en la hinchada pero Candela vio como Enzo se peleaba con un jugador de Boca, Ezequiel Zeballos, el mismo le metió una piña a Enzo dejándolo a el en el piso y ahí fue cuando Candela se asusto.

El arbitro le saco tarjeta roja al 7 de Boca pero eso no había causado nada siendo que ahora todos se peleaban entre todos mientras que Enzo era asistido por el cuerpo técnico y Julian le hacía compañía.

El partido terminó con River como ganador pero Candela no festejó, a Enzo lo habían retirado de la cancha ya que por lo que se decía la caída le dio muy fuerte en la cabeza y Enzo había quedado un tanto mareado y un tanto inconsciente.

Candela escucho su celular sonar y era Enzo, atendió rápidamente alejándose de la hinchada.

-hola?.

-hola, hablo con Candela?- la morocha frunció el ceño.

-eh.. si, si soy yo.

-soy del cuerpo técnico, a Enzo lo van a trasladar a un hospital porque se golpeó mucho la cabeza y pidió que seas vos el acompañante, puede ser?.

-Sisi, ya voy.

-muchas gracias- Candela colgó y camino a paso apresurado hacía la salida de los vestuarios.

Candela | Enzo Fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora