El día del primer partido llegó y todos estábamos ansiosos pero concentrados. Nos preparamos en el vestuario, escuchando las indicaciones finales de Scaloni. El ambiente estaba cargado de energía. Salimos al campo y el estadio estalló en aplausos.
El partido empezó. Atajé un par de tiros complicados y en general, estábamos bien parados, jugando bien. Al final del primer tiempo, íbamos igualados 0-0.
El segundo tiempo fue todavía más intenso, pero al final gracias a Julián, logramos la ventaja. Después de unos minutos, Messi manda el pase filtrado para Lautaro, que define el 2-0 y ganamos el partido. El estadio estalló, aplaudió y celebramos en el campo antes de volver al vestuario. Estábamos agotados, pero felices con el resultado.
Después del partido, fuimos a cenar al comedor del hotel. Estamos todos comiendo y charlando. Julieta y el equipo de cocina estaban ocupados sirviendo la comida. Me levanté a repetir plato y mientras iba a mi mesa, Julieta se tropezó con uno de los bordes de la alfombra y tiró una bandeja de comida encima de mi.
"¡Lo siento mucho Emiliano!" dijo, visiblemente avergonzada.
"No Julieta, no te preocupes" dije, tratando de calmarla. "No pasa nada"
La ayudé a levantar la comida que se se cayó y ella no dejaba de disculparse.
"De verdad, lo siento muchísimo."
"En serio, no pasa nada" le aseguré, sonriendo para que se relajara un poco.
Al levantar la vista, noté que el equipo estaba observando la escena con sonrisas y algunos aguantándose la risa.
"Che, Dibu, ¿te estás haciendo una ensalada nueva?" dijo De Paul, soltando una carcajada.
"Sí, parece que te querés hacer un nuevo look con la comida" agregó Enzo, riéndose.
"Capaz que está tratando de impresionar a alguien" dijo Paredes, guiñándome un ojo.
"No jodan" respondí, sacudiéndome la comida de la ropa. "Mejor sigan comiendo manga de boludos" dije riendo
Julieta miró la escena con una pequeña sonrisa en sus labios.
"Tranqui Juli" le dije en voz baja. "Ni bola"
Ella asintió, aún sonrojada. "Gracias" y se volvió para la cocina
Los chicos siguieron jodiendo un rato más, pero finalmente volvieron a concentrarse en su comida.
Más tarde, después de que con los chicos termináramos de cenar y se fueran a sus habitaciones, me pasé cerca de la cocina. Mientras pasaba por ahí vi a Julieta limpiando y atrás de ella un pibe que parece trabajaba directamente en el hotel por su uniforme.
"Che, seguro que la trajeron para alegrarnos la vista, ¿no?" dijo, riendo.
Sentí molestia por escucharlo. Entré a la cocina sin pensar, poniéndome serio.
"¿Que dijiste capo?" Los dos se dieron vuelta a verme. "Guardate esos comentarios y tratá de comportarte como una persona profesional."
El cocinero, visiblemente avergonzado, se disculpó rápidamente. "Perdón, no quise ofender. Era un chiste."
"Respetá a tus compañeros." respondí tajante
Julieta me miró agradecida, pero también un poco avergonzada.
Durante los días siguientes, las rutinas de entrenamiento y preparación para el próximo partido continuaron. Una tarde, después de un entrenamiento especialmente duro, algunos de los chicos decidieron quedarse en el campo para practicar tiros libres. Julieta, después de terminar su trabajo en la cocina, siempre se quedaba un rato más observándonos desde una esquina.
Me acerqué a ella durante una pausa. "¿Te gusta vernos entrenar?" le pregunté, sonriendo.
"Sí, es interesante" respondió ella, devolviéndome la sonrisa. "Y es impresionante ver cuánto esfuerzo ponen en cada sesión."
"Es parte del trabajo, pero también disfrutamos lo que hacemos."
Julieta asintió. "Eso se nota. Y es contagioso."
Esa noche, después de la cena, estábamos todos reunidos en una de las salas comunes del hotel, charlando y riendo. Julieta se apartó del grupo y se fue a un rincón tranquilo con su teléfono. La vi responder una llamada y al instante, su expresión cambió. Se puso pálida y sus manos temblaban.
Me acerqué lentamente, intentando no alarmarla. "¿Todo bien Julieta?" pregunté, con voz suave.
Ella asintió rápidamente, pero pude notar la tensión en su rostro.
"Sí, todo bien. Solamente un número equivocado" dijo, forzando una sonrisa.
"Julieta, si necesitás hablar de algo, sabes que podés contar conmigo" le dije preocupado.
"Gracias, Emiliano. Pero estoy bien." hizo una pausa sin mirarme. "Me tengo que ir" sin mas se fue rápidamente, calculo que a su cuarto.
Sabía que no era así. Había algo más, pero decidí no meterme.
Al día siguiente, durante el entrenamiento, noté que Julieta no estaba observándonos como solía hacer. Me encontré buscándola con la mirada varias veces.
"Che Dibu, ¿Qué pasa? ¿Te la pasas mirando para todos lados?" preguntó De Paul riendo.
"Sí, parece que alguien tiene la cabeza en otro lado" agregó Paredes.
"Déjense de joder" respondí, tratando de concentrarme en el entrenamiento.
Después de la sesión, mientras iba de regreso a mi cuarto, pasé por la cocina y vi a Julieta trabajando. Decidí acercarme.
"Hola Julieta" la saludé con una sonrisa.
"Hola, Emiliano" respondió ella sin mirarme. "No deberías estar acá, estoy trabajando."
"Solamente quería ver cómo estabas" le dije. "¿Todo bien?"
Ella levantó la vista, visiblemente molesta. "Sí, estoy bien" dijo seca
Me quedé sorprendido por su actitud. "No quería molestar, estaba preocupado por vos." conteste tranquilo
Julieta me miró fijamente. "No necesito que te preocupes por mí. Tengo que seguir trabajando" dijo, girándose y volviendo a su tarea.
Me alejé sintiéndome un poco mal. No quería molestarla ni hacerla enojar.
Más tarde, la vi hablando con Scaloni. Le estaba pasando algo, y mi curiosidad creció. Cuando Scaloni se fue, me acerqué.
"¿Todo bien, Juli?" pregunté, intentando sonar casual.
"Sí, solo le estaba dando mi nuevo número" respondió ella.
"¿Nuevo número? ¿Por qué lo cambiaste?" le pregunté curioso
"Tuve un problema con mi línea" dijo evitando mi mirada.
"¿Estás segura de que es solo eso?" insistí.
"Sí, Emiliano. Y de verdad, no te interesa" respondió con firmeza. "No te metas."
Sus palabras me dolieron. "¿Que te pasa?" dije serio mirándola a los ojos.
"No te importa, dejame tranquila" dijo y vi cómo sus ojos se llenaban de lágrimas antes de alejarse rápidamente hacia su cuarto.
Me quedé ahí, sintiéndome impotente. Sabía que había algo más atrás de su comportamiento, y aunque ella no quería que me involucrara, no podía evitar preocuparme.
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Más Allá del Arco: Una Historia de Amor y Fútbol
FanfictionJulieta, una joven asistente de cocina, comienza a trabajar para la selección argentina de fútbol durante la copa américa 2024. Ocultándose de un pasado que la atormenta, en todo este trayecto, aparecerá Emiliano "Dibu" Martinez a acompañarla y a br...