El sol apenas empezaba a asomarse por las cortinas cuando me desperté al suave sonido de los pájaros en el patio. Me di la vuelta y vi a Emi aún dormido, con una expresión de paz que me hizo sonreír. Me levanté con cuidado para no despertarlo y bajé a la cocina a preparar el desayuno.
Pronto, el olor del café recién hecho y las tostadas llenó la cocina, y escuché los pasos de Emi bajando las escaleras. "Buen día hermosa" me saludó con voz ronca, acercándose para darme un beso en el cachete.
"Vos sos hermoso" le dije, el sonrió sentándose a la mesa y tomando un sorbo del café.
Después de terminar nuestro desayuno, Emi se levantó de la mesa con una idea en mente.
"¿Qué te parece si este fin de semana invitamos a algunos de los chicos para hacer un asado?" me dijo con una sonrisa.
Mis ojos se iluminaron al escuchar la propuesta. "¡Me encantaría! Sería genial volver a verlos"
"Buenísimo" dijo Emi, acercándose para darme un beso en la frente. "Nosotros traemos el mate y la carne, y ellos traen las cartas del truco." se río.
"Perfecto" le respondí, ya imaginando el ambiente alegre que tendríamos en casa.
"Por cierto.." continué mientras nos poníamos a levantar la mesa "hoy llegan unos muebles nuevos para la sala que pedí"
Emi asintió, pero con un toque de seriedad en su voz, añadió: "Si yo no llego a estar, no te preocupes. Los que traen los muebles te van a ayudar a acomodarlos donde los quieras. Y si pasa algo, lo que sea, me llamas que yo vengo volando."
Sonreí, sintiéndome cuidada por él. "Dale, pero quiero hacerlo por mi cuenta. Quiero que cuando llegues, sea una sorpresa"
Emi me miró con ternura. "Me encanta que estés tomando esto como tu propio proyecto. Y ya sabes, cualquier cosa, no dudes en llamarme"
Cuando Emi salió para el entrenamiento, me quedé sola en la casa, pero en lugar de sentirme abrumada, me sentí emocionada por la oportunidad de hacer de este lugar nuestro hogar. Los muebles llegarían en unas horas, así que decidí aprovechar el tiempo para planear exactamente cómo quería que se viera la sala.
Me paseé por la habitación, imaginando dónde iría cada cosa.
Finalmente, escuché el timbre de la puerta. Los hombres de la mudanza habían llegado con los muebles. Con mucha paciencia y alguna que otra duda, les indiqué dónde quería cada cosa. El sofá nuevo, justo bajo la ventana para aprovechar la luz natural; la mesa de centro, cerca de la chimenea, y los estantes a lo largo de la pared opuesta.
Mientras ellos se encargaban de poner todo, yo me ocupé de desempacar las cajas y organizar los objetos más chiquitos. A medida que todo iba tomando forma, sentí una satisfacción enorme al ver cómo mis ideas se materializaban. Aunque Emi me había ofrecido ayuda, sentía que este pequeño proyecto me estaba ayudando a conectar con nuestra nueva vida.
Al final de la tarde, cuando los hombres se despidieron, la sala estaba prácticamente lista. No pude evitar sonreír mientras daba una última mirada a mi trabajo. Todavía faltaban algunos detalles, pero el ambiente ya se sentía mucho más hogareño.
Decidí relajarme un rato antes de que Emi llegara, así que preparé un mate y me dejé caer en el sofá, disfrutando del resultado. No podía esperar a que Emi viera todo y escuchar lo que pensaba.
Finalmente, escuché la puerta principal abrirse. Emi entró y dejó su bolso a un lado antes de ir a la sala. Cuando vio el cambio, se detuvo en seco, una sonrisa iluminando su rostro.
"Juli, esto esta buenísimo" dijo, mirando a su alrededor. "Hiciste un trabajo excelente."
Me levanté del sofá para abrazarlo, sintiéndome orgullosa y feliz. "Quería que cuando llegaras, sintieras que ya estamos más en casa."
Emi me besó en la frente y luego en los labios, suavemente. "Definitivamente lo hiciste. Me encanta que estés acá"
Sonreí, disfrutando del momento. "Gracias a vos por confiar en mí para hacerlo. Ahora, solamente falta esperar a los chicos y disfrutar del fin de semana."
"Va a ser un tremendo asado" dijo Emi con una sonrisa traviesa. "Y después de esto, creo que ya podemos decir que nuestra casa está oficialmente inaugurada."
Nos reímos juntos, sintiéndonos más conectados que nunca. Sabía que, aunque la adaptación no era fácil, con momentos como estos, estábamos construyendo algo especial, algo que sería solo nuestro, sin importar dónde estuviéramos.
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Más Allá del Arco: Una Historia de Amor y Fútbol
FanficJulieta, una joven asistente de cocina, comienza a trabajar para la selección argentina de fútbol durante la copa américa 2024. Ocultándose de un pasado que la atormenta, en todo este trayecto, aparecerá Emiliano "Dibu" Martinez a acompañarla y a br...