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La boda de su tía Paz era algo por lo que sentirse emocionado, lo sabia. Y lo estaba, sin embargo se sentía realmente mal. Su mamá notaba que no habia mejorado aun después del medicamento que le dió.

—Pepa, mijo, tenemos que llevarte al doctor. Por lo menos traer a alguien que te revise—le reclamo Mireya ante la necedad de su hijo.

Pepa negó. Estaba sentado al lado de su hermano, en el sillón de la sala. Salomón lo veia preocupado.

—Estoy bien, mamá. Esto es algo temporal, lo se—al tratar de levantarse Salomón lo detuvo.

—Mira, karnal. Yo se que no quieres preocuparnos, pero, la neta, con todo lo que ha estado pasando puede ser un veneno de la Ginebra esa.

—No, ni Dios lo quiera—interrumpio Mireya.

—Bueno, les prometo que cuando termine la boda de mi tía voy al doctor—Pepa dio por terminada la conversación y se dispuso a alistarse. Su mamá y Salomón lo miraron con preocupación.

Tal vez llegaron muy temprano a la iglesia, o solo su tía Paz estaba llegando tarde. Pepa se acerco para hablar con Bosco.

—¿Cómo estas?

-—Mucho mejor, creo que me faltaba descansar—Pepa sonrio— aun asi, más tarde ire al doctor.

—Que bien, ya estaba por llevarte yo—bromeo. Bosco miraba con cariño a Pepa que también lo miraba.

Bosco sintió como su corazón se aceleraba, ver a Pepa podia alegrarle el día de una forma sorprendente. Verlo con la cara palida, y sintiéndose mal le preocupaba muchísimo. Esperaba que nada malo le pasara, porqué perderlo seria algo que no soportaría no después de que se encariño tanto con el.

—Me tengo que ir, voy a sentarme del otro lado—aviso Pepa mientras se levantaba. Bosco observo como caminaba.

—Ayy, Bosco—Gala le pego en el brazo.

—¿Qué?

—Se nota que te gusta muchísimo Pepa—Gala entrecerro los ojos—y no me mientas, lo veo en tus ojos.

—Si, me gusta mucho. Estoy seguro de que el lo sabe—respondio Bosco mientras se acomodaba el traje, tratando de disimular su nerviosismo.

—Que lo sepa no los hace automáticamente pareja.

—Ya lo se.

—Entonces...—Gala se acerco más a Bosco, tratando de averiguar si tenia algo que decir.

—Le pedire que sea mi novio.

Gala sonrió, emocionada. Bosco compartía la emoción de si hermana. No podia fingir que no había estado organizando este momento por días, aunque faltaban algunos detalles ya que se distrajo pensando en que sucedía con Pepa.

Pepa estaba que se moria del sueño, la emoción por la boda de su tía si era mucha, pero no le ganaba a su cansancio. Afortunadamente no duro mucho, en un instante ya estaban celebrando y comiendo. Pepa trataba de comer despacio, con un poco de miedo a que su estómago no lo retuviera.

Observo con felicidad como Bosco bailaba cuando su padre canto. Bosco le gustaba muchísimo, desde hace tiempo. Tal vez el hecho de que hayan teniado intimidad solo hizo que sus sentimientos crecieran. Ahora que lo pensaba, nunca hablaban de eso. Nunca mencionaron como llegaron a tener relaciones aun sin ser pareja, pero no parecia algo que le importara a Bosco. El de lentes lo trataba con cariño, aun sin ser pareja, podia decir que eran "casi algo".

Cuando toda la fiesta terminó, su madre lo acompaño al doctor. Pepa sabia que no tenia nada grave, aun así no queria preocupar a nadie más. Movia el pie, algo nervioso. Estaban en la sala de espera del hospital.

—Solo espero que no sea nada grave—dijo su mamá. Mireya puso su mano en la rodilla de Pepa, ver a su hijo nervioso hacia que ella igual se pusiera así.

—Estoy bien, mamá. Yo se que no tengo nada—respondia Pepa.

—Claro, por vomitaste toda la comida de la boda de mi tía—Salomon entro en la conversación. Pepa rodo los ojos, no queria que Salomón los acompañará.

—Seguramente es una gastritis y ya.

—Eso esperemos—su mamá dio por finalizada la conversación.

No pasaron mucho tiempo esperando, la consulta comenzó como algo normal. Pepa comentó sus síntomas. El doctor en un momento pidio que su madre y Salomón salieran del consultorio, acción que puso muy ansioso a Pepa.

Tal parece que era algo mucho más serio de lo que esperaba.

Minor problems───BospaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora