6

356 52 8
                                    

Peor.

Esta palabra definía como estaba todo en ese momento.

Habian pasado dos semanas en la casa de Esteban. Semanas en las que las náuseas no disminuyeron, cosa que alerto a los demás integrantes de la familia. Luego hace poco tiempo se enteraron que Ginebra salio de la carcel, cosa que puso muy ansiosos a todos.

Podia sentir como Bosco le presionaba la mano. Estaban sentados en el sillon, tratando de no pensar en lo que estaba pasando. Su madre habia salido hace poco rato y queria... Disfrutar de la poca preocupación que tenia.

En realidad estaba que se moria por dentro. Su vientre habia comenzado a hincharse un poco, algo que nadie notaba pero que por alguna razon sentía que ya los demás lo sospechaban.

La presión en su mano comenzó a dolerle un poco, y alejo su mano de la de Bosco.

—Me estabas lastimando.

—Perdon. Esto no es la calma que esperaba, ¿sabes? Es mucho, puede que trate de matar a alguien más de la familia—Bosco miro con miedo a Pepa. El rizado solo suspiro, tratando de fingir que no tenía el mismo miedo.

—Estamos en tu casa, hay mucha seguridad aquí—Pepa le sonrió.

—Se que también tienes miedo.

—Pero no puedo estar todo el tiempo asi. Necesito, distraerme—movio sus piernas, ansioso.

Bosco se levantó, busco algo entre su mueble y saco un libro.

—¿Quieres leer un poco?—regreso a su lado, mostrandole el libro. Una recopilación de cuentos.

—El hechicero me va a leer un cuento—dijo Pepa, tratando de aligerar el ambiente.

Bosco leyo un cuento, mientras Pepa recargaba su cabeza en el hombro de Bosco. Cuando termino de leer el cuento, suspiro notando como Pepa alfín podia dormir.

Sonrio al verlo así, tan tranquilo descansando. Los últimos días no habia podido dormir bien por las ganas de vomitar. Recuerda como lo escucho en el baño sollozar porque se sentia realmente mal.

Bosco sintió ganas de llorar. Se supone que este seria un romance adolescente, algo que disfrutaría sin ninguna carga más que el amor que sentia hacia Pepa. Queria decirle a su padre sobre cuanto amaba a Pepa y que eran pareja. Salir con el tomados de la mano y incluso ir a europa. Aun podrian hacerlo, pero con una responsabilidad más.

Gala entró al cuarto. Se quedo un rato parada, mirándolos.

—Perdon, estaba buscando algo—susurro, agarro algo de una mesa.

—No te vayas, Gala.

—¿Qué paso?, ¿Ya le hiciste la pregunta, ya son pareja?—pregunto, emocionada. Bosco negó con la cabeza.

—Paso algo más.

—¿Qué paso? Yo los veo muy juntos últimamente—dijo Gala con una sonrisa. Bosco le sonrio de vuelta, un poco incómodo.

—Si. Solo puedo decirte que ya no voy a utilizar el dinero para eso.

Gala lo vio, confundida. Pepa se removió en el hombro de Bosco. Gala se levantó con la intención de irse, ya que parecia estar molestando.

Cuando salio choco con Paz. Le pregunto sobre Pepa y Gala solo respondió que estaba en el cuarto con Bosco.

—¿Pepa?, ¿Sobrino?—Paz miro como Bosco y Pepa estaban sentados juntos, casi acurrucados. Se sintio algo mal por interrumpirlos, pero era algo realmente grave. —Disculpame, Bosco. Necesito llevarme a Pepa, sucedio algo grave.

Bosco movio un poco a Pepa, quien se despertó algo molesto.

—Sobrino, tenemos que irnos ya.

—¿Irnos a donde?—Pregunto mientras se tallaba los ojos.

—Tu mamá y Humberto esta en el hospital—dijo Paz de golpe. Bosco se levantó, preocupado—Vamonos ya, Bosco, Pepa.





Minor problems───BospaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora