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—El bebé esta bien.

Bosco sonrió emocionado. Tomo al pequeño bulto en sus manos, abrazándolo tratando de no apretarlo mucho. Sentía una felicidad incomparable, era güerito, tenia el cabello oscuro y no podia aun definir de que color son sus ojos, los mantenia cerrados. Era tan chiquito, Bosco podia compararlo con una figura de porcelana. Pepa estaba acostado, se veia muy cansado.

El parto habia sido difícil, las caderas le dolían horrible y sentía que no tenia fuerzas ni para respirar. No pudo sostener a su hijo, asi que le encargó a Bosco que lo cuidara. Paso el resto de la noche durmiendo. Estaba emocionado por que al fin su hijo naciera, sin embargo eso no quitaba que estuviera realmente cansado.

Antes de todo esto, la última semana del embarazo fue la más complicada. Vivía con la angustia de cuando seria el parto, podia darse antes de lo que le comentaron y eso lo mantenía despierto por las noches. Bosco estaba ansioso, tanto que también habia comenzado a buscar hospitales cercanos y cosas para el parto.

Cuando decidió dormir y dejó de preocuparse un poco, se levantó a mitad de la noche sintiendo un horrible dolor en el vientre. Supo que ya no podia seguir durmiendo, aunque tenía tanto sueño que las ganas de seguir acostado casi le ganan. Desperto a Bosco susurrándole que despertara, tratando de no alterarlo: todo salio mal. Bosco entro en pánico, aunque conservo un poco la calma tomo las cosas que habia preparado y desperto a Salomón para que los llevara. Pepa no era alguien que se quejara, pero el dolor era horrible, que casi venia gritando. Entre eso, Bosco tomo su mano buscando ayudarlo. Esta seguro de que le lastimo la mano en algún momento, cuando tomo al bebé noto que la tenia algo roja.

El de lentes lloro de felicidad cuando tomo al niño en sus brazos, abrazo a Pepa agradeciendo todo. Repetía cuanto lo amaba mientras el bulto entre sus brazos se movia incomodo.

Finalmente se llevaron al niño junto a los demás, Bosco tuvo que salir del cuarto para que descansará.

Se quedo en el cuarto del hospital, solo. El sonido de la máquina conectada era lo unico que se escuchaba, era raro. Después de tanto tiempo de estar con un ser viviendo dentro de el, que en ocasiones le recordaba que estaba ahí, ya no lo sentía. Después de tener a Bosco sobre el, o casi cualquier miembro de su familia cuidandolo ahora no habia nadie. Es lindo, estar solo y poder tener un momento de paz.

Bosco le hablo a su padre, su hermana y toda su familia. Eran las 5 a.m., ni siquiera se dio cuenta hasta que su padre contesto el celular con un poco de molestia por interrumpir su sueño.

—¡Papá, mi hijo ya nacio!, tienen que venir a verlo—le dijo, escucho como su padre bostezaba. Alejo un poco su celular para mirar la hora 5:04 a.m. Estaba tan entusiasmado que no se dio cuenta de la hora.

—Bosco, hijo. Son las 5 de la mañana—. Esteban dijo entre bostezos. Su voz se escuchaba algo ronca.

—¿Y eso qué?—el de lentes mo entendió mucho el punto de su comentario. Su papá se quedo callado por un rato

—Estamos allá cerca de las 7—dijo finalmente. Posiblemente llegarían más tardé, eso no importaba mucho.

Colgo el celular y miro a su hijo por el vidrio, sintió la presencia de otra persona a su lado. Mireya sonreía.

—Se parece mucho a ti.

—Si, aunque me gustaría que haya heredado por lo menos los rizos de Pedro Pablo. Se veria muy lindo—notando que ya alguien cuidaba a su hijo, se fue con intenciones de ver a Pedro Pablo. Hace aproximadamente dos horas que lo habia dejado.

Entro al cuarto lentamente, cerrando la puerta con delicadeza. Pepa dormia plácidamente. Por primera vez no veia su cara de preocupación o estrés, podia dormir en paz.

Bosco se sentia algo culpable de todo esto, no se arrepentía. No paraba de pensar en que las cosas podian haberse dado de otra forma, sin que alguno de los dos tuviera que dejar sus sueños por esto. Tomo la mano del rizado, dejando pequeñas caricias.

—Perdon, por todo esto—miro su mano roja por el agarre de Pepa. Le hizo darse cuenta que era realmente feo lo que estaba viviendo. Solto su mano y salio del cuarto, no queria dejar solo a su hijo.

—¿Podemos ver a Pepa?—Nandy estaba afuera junto con Salomón. La chica traia un ramo de flores y Salomón la comida.

—Esta durmiendo, mejor esperen a que sea más tarde.

Ambos suspiraron con decepción. Se sentaron en unas sillas cercanas, mientras tanto Salomón habia comenzado a comerse la comida. Les ofrecio a ambos y terminaron toda la comida que según era de Pepa.

Harían más, Pepa seguramente dormiria gran parte del día o tal vez todo el día. Necesitaba recuperar fuerzas.

Minor problems───BospaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora