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—¿No crees que es mucho queso?

Bosco miraba el plato de chilaquiles, donde ya ni siquiera se veian las tortillas por el exceso de queso que le echo. Salomón tenia una mueca de disgusto, pensaba como decirle a Bosco que la cocina no era la suyo sin que se ofendiera, tal vez podia decir "por algo tenias cocineros" o "mejor ponte a estudiar".

—Bosco, mejor dejame a mi la cocina. La neta no creo que puedas con esto. Tu atiende las mesas—Salomon dio un pequeño apretón al hombro de Bosco.

Pepa estaba cortando algunos vegetales en la parte de la barra. En ocasiones se distraía un poco mirando a los niños pasar con sus padres. Junto todo lo que pico en un Topper

—Aqui esta esto, Bos—le estiro el plato. El chico lo tomo, sin saber que hacer.

—¿Y que hago con esto?—comenzo a voltear hacia los lados, buscando un espacio donde ponerlo.

—Es para hacer pico de gallo.

—¿Qué es eso?

—Solo, ponlo en un plato. Ahorita que venga Salomón.

Bosco llevaba un tiempo ayudando en el restaurante, dos semanas si queria ser exacto. Era más complicado de lo que creía, Pedro Pablo trataba de ayudarlo en lo que podia pero se pasa gran parte del tiempo sentado. Le daba la bienvenida a las personas y cobraba. Bosco no queria salir a las calles a vender, asi que se quedaba a "cocinar". Lupita lo ayudaba (ella terminaba haciendo todo).

El trato de sonreír a las personas que apenas habian llegado, un grupo de adolescentes. Les entrego un pequeño menú y trato de huir, le ponia nervioso interactuar con gente de su edad. Se acomodo al lado de su novio, que garabateaba una servilleta sin prestar atención. Levanto la mirada algo confundido por la presencia del chico.

—¿Qué paso, cariño?—Pepa le entrego la servilleta, era un dibujo de Bosco. Algo parecido a una caricatura, sonrió ante el detalle.

—Me incomoda un poco hablar con adolescentes—confeso. No pudo continuar hablando porqué el grupo de adolescentes le hablo.

Bosco recibió la orden de cada uno de ellos. Una chica le entrego una servilleta mientras le guiñaba un ojo. Pedro Pablo observó la escena, divertido. Bosco primero se dirigio a la cocina entregando la nota y luego regreso al lado de Pepa. Bosco le mostró la servilleta: tenia el nombre de la chica junto con un corazón y el número de celular.

—Parece que le gustas a la chica—se burlo, sonriéndole.

—Que tontería, voy a ser padre y tengo novio.

—Que descarada, te coquetea sin saber que tienes novio—continuo burlándose Pepa.

No era algo que le molestará. Sabia que Bosco no lo dejaría, confíaba muchísimo en el amor que se tenían. Observo el papel, habia escrito eso con tinta rosa y la letra era bonita. Rompió la servilleta y la tiro a la basura, olvidando el tema.

Pasaron el resto de la tarde atendiendo gente. Al rizado le divertía ver las caras que Bosco ponía; las sonrisas algo forzadas, las miradas nada disimuladas que le daba cuando alguien decia algo que no debía o incluso la cara de incomodidad que puso cuando una señora le dijo que era muy lindo, que le presentaría a su nieta. La cara de susto de Bosco hizo que se riera un buen rato.

—Dios, ¿todas las señoras son así?

—Creo que si. Una hace tiempo me dijo lo mismo—le resto importancia. Acomodaba los billetes por grupos, cada uno con el color que debia. Bosco se ofreció a ayudarle con las monedas, pero Lupita comenzó a reclamar sobre quien no habia lavado los trates. Corrio preocupado, disculpandose diciendo que apenas los habia dejado.

Alguien más entro al restaurante. Una chica linda que miraba con curiosidad.

—Buenas tarde—saludo Pepa con una sonrisa.

—Buen día. Estaba buscando a "Bosco"—dijo con duda. Pedro Pablo fruncio el ceño, confundido.

—¿Para qué?

—Mi abuela dijo que viniera—entonces Pepa recordo a la señora de hace un rato. Busco a Bosco, estaba concentrado escuchando las indicaciones de su abuela que le indicaba como lavar bien los trastes.

—Esta algo ocupado—respondio.

La chica no estaba arreglada, solo tenia un short y una camisa demasiado grande para ser de su talla.  Era algo delgada, pero bonita. Pepa se bajo de la silla, cuidando de no caerse y camino lentamente hacia Bosco.

—La señora si le hablo a su nieta.

Eso hizo que el de lentes volteara buscando a la chica, esta miraba distraidamente el lugar. Se quito los guantes y tomo de la mano a Pepa.

—Hola—Saludo secamente.

—Hola. Disculpa, mi abuela insistió en que viniera. Dijo que habia encontrado a alguien perfecto para mi, eres guapo—las palabras salieron muy rápido de su boca, nerviosa.

—Si.—interrumpio a la chica— Soy Bosco y el es Pepa— señalo al chico a su lado, luego lo abrazo por los hombros atrayendolo a el—mi novio.

La chica se quedo callado. Hizo una mueca, incómoda.

—Perdon, no lo sabia. Yo solo queria decirte que... No me interesas—la chica salio del local, casi corriendo.

Pedro Pablo estaba aun más confundido. Queria preguntartarle a Bosco, pero sintió un movimiento en su vientre. Puso una de sus manos sobre el, y una patada hizo acto de presencia. Busco la mano de Bosco, que aun estaba algo molesto, y la puso sobre su vientre. El movimiento volvió a suceder, Bosco sonrió emocionado.

Era la primera vez que pasaba. Pepa pensó que tal vez había sentido un poco del caos de afuera, le gustaba imaginar que sentía lo que pasaba.



Minor problems───BospaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora