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Era extraño para el ya no sentir la presencia en su vientre.

Ahora lo estaba cargando, el pequeño bebé era como un muñeco. Sentia que no podía existir algo tan chiquito y delicado como su hijo, aparte de lindo. Lo mecía tratando de calmar su llanto, se dirigía a la salida del hospital: después de estar dos días reposando se sentía con las fuerzas suficientes para levantarse sin que le doliera mucho.

—Pepa, mijo. Si quieres yo cargo a tu hijo mientras te subes al carro—la mujer extendió los brazos, recibiendo al niño. El llanto del pequeño se calmo un poco. El rizado ayudo un poco a Bosco para acomodar las cosas en el carro que Esteban habia mandado, no queria que caminara hasta la casa de los Roble en ese estado.

Cuando termino de acomodarse su madre le entrego nuevamente al bebe, ahora dormia plácidamente. Era güerito y con su cabello castaño, tal como Bosco. Aunque llevaba dos dias en este mundo, el de lentes decía que tendría el carácter de Pedro Pablo. No tenia una justificación, solo decia que asi sería.

—¿Vamos a ir a registrarlo?—Bosco le sonreía, mirando como su hijo descansaba.

—Mañana, ahorita solo quiero dormir.

—Estuviste durmiendo todo el día.

—¿Y eso qué?, aun estoy cansado.

Bosco no hablo más, sabia que si estaba de mal humor lo mejor era no hacerlo enojar. El camino fue tranquilo, Pedro Pablo no pudo dejar de observar a su hijo. Aun no podia creer que ese ser haya salido del amor que tenian el y Bosco, era tan perfecto. Su piel tan delicada y suave, se veia un poco sonrosado por haber llorado hace un momento. Recorrió con la mirada su pequeña cara, sus cejas apenas notables estaban muy bien acomodadas y sus pestañas eran un poco más oscuras que el demás cabello. Tenia un punto negro apenas visible en la mejilla izquierda, posiblemente se trataba de un futuro lunar. Hacer su mano lentamente para acariciar su carita, sentía su corazón acelerarse; era como si se enamorara una vez más, ese ser tan chiquito ya tenia todo su amor. Crecería rodeado de gente que lo querría muchísimo, aun si no habia sido planeado. Bosco también demostró cuanto lo amaba, el fue el primero en sostenerlo y lloro un buen rato al mirarlo.

Tenian casi todo en la casa de los Roble; ropa de todos los colores posibles, una cuna que le regalo Paz, todo lo básico en un gran paquete. Podrian sobrevivir un largo rato sin tener que salir a comprarle algo.

Noto como entraban al barrio y levantó la cabeza para notar que Bosco se habia dormido gran parte del camino.

El conductor se paro y hablo anunciando que ya habían llegado.

Bajaron las cosas y acomodaron algunas en el cuarto en que habian vivido los últimos meses. Ahora ya casi nada entraba ahí, todo estaba sobre la cama y la cuna estaba cerca del ropero que tenian.

Ya necesitaban una casa propia o por lo menos un cuarto más grande. Bosco le ofrece cargar a su hijo mientras Pepa mueve las cosas de la cama tratando de acomodar.

—Necesitamos un cuarto más grande.

—Necesitamos una casa solo para nosotros.

Dicen al mismo tiempo. Pepa asiente, terminando de acomodar las cosas.

—Creo que deberíamos comenzar a pensar como vamos a vivir—se sienta en la cama con el bebé entre sus brazos.

—Primero...—Bosco le entrega un papel, una acta de nacimiento.

Pepa frunce el ceño, confundido. Coomienza a leer y se da cuenta que trata de una acta de nacimiento.

Bosco no le habia dicho como se llamaria el niño, el se ofreció a registrarlo. Los nombres que le puso no son parecidos, pero le gustan:

Humberto Santiago...

No era un mal nombre.









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Sinceramente no pense que llegara hasta los 24 capitulos. Solo quedan dos capitulos más para terminar este fanfic, que emociónn.

Minor problems───BospaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora