2- Conexión

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NICK

Llevo dos maletas en cada mano. Y otras dos que llevan Simon y Taylor que habían sido los encargados de ayudarme a llevar todo hasta mi nuevo hogar.

Un nuevo hogar y lejos de mi casa es lo que necesitaba en este momento. Mi vida había cambiado hace una semana cuando decidí darles el sí a los chicos. Me había tirado literalmente una semana empacando todo lo que había en casa. No había dejado nada allí. Como si el Nick que vivía allí hubiera desaparecido junto sus cosas. No había dejado nada y absolutamente a nadie que me importara en esa casa que sinceramente, no me había costado dejar atrás.

Simon abre la puerta del Departamento. Y mi boca cae al suelo en cuanto lo veo. Casa enorme. Salón que se unía con una cocina. Unas escaleras de caracol en una esquina que te llevaban al piso de arriba. Y algunas puertas cerradas que iría descubriendo lo que había en su interior en cuanto pasara tiempo en esta casa.

- Es increíble, chicos - dejo las maletas en el suelo y miro todo una vez más - nunca pensé que la casa fuera tan grande.

- Regalo de mi padre - Simon se encoje de hombros - me la regaló para limpiar su conciencia. Esto es lo único bueno que tengo. Bueno, esta casa y la banda.

- No sabes como te entiendo - contesto en voz baja - ¿me enseñan la casa?

- Taylor es experto en hacerlo. Yo iré en busca de Oli al supermercado. Parece que está tardando más de la cuenta - ríe - tengo miedo de lo que haya comprado.

- Está bien - contesto.

- Te dejo en buenas manos amigo - Simon da un suave golpe a mi espalda.

La puerta de casa se cierra y Taylor y yo nos quedamos en ella completamente solos. Lo miro. Él me mira y por primera vez desde que nos habíamos visto esta mañana; me sonríe.

¿He dicho alguna vez que tenía una sonrisa bonita?

- Primero te voy a mostrar tu habitación - me ayuda con las maletas y camina hasta las escaleras de caracol - hay una habitación justamente al lado de la mía. Es amplia y cuenta con baño propio.

- Tiene que ser perfecta.

Taylor deja de nuevo las maletas en el suelo. Abre la puerta de una de las habitaciones que supongo que es la suya y se hace a un lado para dejarme pasar.

Es una habitación espaciosa. Sus paredes blancas la hacían ver así. Un ventanal horizontal que tenía unas vistas de ensueño. Teníamos la playa relativamente cerca y era una pasada. Una cama enorme que tenía dos mesitas de noche a cada lado con algunas fotografía. Un escritorio con papeles esparcidos en él y en un rincón una guitarra y piano.

- ¿Son tuyos? - les señalo los instrumentos.

- Completamente míos - se acerca hasta el piano y pasa los dedos por él - me costó mucho trabajo poder comprarlos.

- Estas cosas cuestan conseguirlas.

- ¿Tienes algún instrumento propio? - pregunta.

- Una guitarra. Ya está un poco vieja. Pero me sirve para poder componer.

Me pongo a su lado y también paso mis dedos por el piano. Tocando algunas teclas y tarareando alguna canción sin sentido. Sigo pasando mis dedos por el piano y sin pedir permiso me siento detrás de él. Toco algunas teclas y sin quererlo; estoy creando una melodía frente a Taylor.

BATALLA DE BANDAS || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR Y NICK GALITZINE ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora