13- Un beso que nos quite las ganas

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NICK


- Uno, dos, tres...así no, chicos. Venga, de nuevo los cuatro juntos.

El coreógrafo nos había repetido la misma rutina unas diez veces. Si no fallaba yo, lo hacía Simon que chocaba con Óliver, que a su vez chocaba con Taylor. Todos haciendo una cadena y ocasionando un desastre.

No había química, conexión y mucho menos estábamos ninguno de los cuatro cordinados.

- Simon. Tú a la derecha. Por detrás de Taylor - le vuelve a repetir el coreógrafo - y tú, Óliver. Al lado de Nick.

La música suena. Hacemos los pasos de baile que nos habían ensayado. Y otra vez descordinados.

- ¡Descanso de media hora! - grita y se lleva los dedos al puente de la nariz - nos vemos en media hora. Y sin en media hora esto no está listo; me doy por vencido.

Me siento exhausto en una esquina de la habitación. Me sigue Óliver. Mientras Simon se tira literalmente al suelo y Taylor que de los cuatro era el más distraído; se quita la camiseta, la tira a cualquier lugar y se va a otra esquina con el teléfono en la mano.

Está sudado. Con los rizos alborotados. La piel brillante por el sudor. Y yo me decía una y otra vez que no debía mirarlo. Que tenía que guardar las distancias. Pero joder, ¿a quién quería engañar? Taylor estaba realmente bueno y no podía dejar de mirarlo. O más bien, no quería.

Era como un imán. Inevitablemente siempre me atraía hacia él.

A los pocos minutos, dos chicas altas, con unas mini faldas y unos escotes demasiados llamativos para trabajar en lugares como éste; entran a la habitación. Con una bandeja el finde llevaban botellas de agua y algunas frutas. Se acercan uno a uno y nos van ofreciendo de todo un poco. Cuando van caminando hacia Taylor, escucho como van susurrando un típico que bueno está ó vaya abdominales que se  gasta. Las dos le ofrecen agua. Y en vez de irse como habían hecho con los demás; se quedan un poco más de tiempo. Hablando con Taylor que no tarda en levantarse y ponerse frente a ellas. Las escucho reír. A Taylor también. Y a los segundos las chicas se despiden de él y acaban desapareciendo de la habitación de ensayos.

- ¿Qué acaba de pasar? - Simon no puede enviar reír.

- Me han dado su número de teléfono - Taylor muestra un pequeño papel.

- Han ido al menos adecuado de los cuatro - Óliver ríe - ¿le has dicho que eres gay?

- No - contesta Taylor - no les he dicho nada. Pero mira - rompe el papel en añicos frente a nosotros - no quiero saber absolutamente nada.

Los trozos de papel caen al suelo mientras Taylor me mira. Era la primera vez que lo había hecho desde que habíamos llegado. Yo no puedo evitar devolverle la mirada. A comparación de él, lo miro de arriba a abajo. Sin perder detalle de su torso desnudo. No puedo evitarlo. Aunque le hubiera dicho que necesitaba distancia lo deseaba. Y lo hacía demasiado.

- ¡A trabajar!

El coreógrafo entra dando un fuerte golpe en la puerta. Todos nos colocamos de nuevo en mitad de la habitación. No nos da opción a prepararnos cuando la música se comienza a escuchar por los altavoces.

- Nick, al centro y hacia adelante. Los demás se quedan atrás hasta que el estribillo se escuche.

Hago lo que me dice. Hago como si tuviera un micrófono en la mano. Canto mi parte de la canción. Hasta que los chicos se ponen a mi lado. A mi derecha Simon y a la izquierda Taylor. Lo miro disimuladamente. Sigue sin camiseta. Aún más sudado que antes. Dejo de escuchar la canción. Al coreógrafo y de ver a nadie más. Excepto a Taylor.

BATALLA DE BANDAS || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR Y NICK GALITZINE ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora