BATALLA DE BANDAS || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR Y NICK GALITZINE ||

27- FINAL

NICK

Estar frente al lugar en donde mi padre pasaría sus días por casi dos años, no era la mejor sensación del mundo.

Nos encontrábamos frente a la clínica en donde lo ayudaría a poder ir dejando poco a poco tanto las drogas como el alcohol. Mi madre, Bea, Taylor y yo lo habíamos acompañado para que no entrara a este lugar solo. Y lo tengo a mi lado. A mi padre, cogiendome la mano y llorando como un niño pequeño. Y yo me había jurado a mi mismo que lo iba a sacar de aquí. Sano y con una vida mucho mejor.

- Todo saldrá bien, papá - le aprieto la mano - es un lugar seguro y hay muchas personas y terapias que te ayudarán a desintoxicarte.

- No quiero decepcionarlos.

Mira al frente en donde en un lado apartado estaban mi madre, Bea y Taylor.

- Confiamos en ti. Yo lo hago, papá. Confío en que saldrás de aquí como el hombre que eras antes. Un hombre sano y fuerte.

- ¿Confias en mi, hijo?

- Por supuesto que lo hago.

- Gracias, hijo. Te amo.

Mi padre se tira a mis brazos. Le devuelvo el abrazo con fuerza para transmitirle seguridad, y sobre todo, que confiaba en que las cosas iban a salir bien. Que iba a ser fuerte.

- Te amo - le digo - vendré pronto a verte ¿está bien?

- Tú gana esas batallas y demuestra lo talentoso que eres. Estoy seguro de que lograrás todos tus sueños.

- Cuando salgas de aquí quiero que me ayudes en algo. Aún no es seguro, papá. Pero si todo sale como tengo pensado, quiero que estés a mi lado.

- Siempre estaré para ti. Iré a despedirme de tu hermana y de tu madre.

- Hasta pronto, papá.

- Hasta pronto, hijo.

Mi padre se aleja lentamente mientras a veces mira hacia atrás, aún con lágrimas en sus ojos. Se despide de Taylor con un apretón de manos y se queda hablando junto a Bea y mi madre.

Taylor viene hacia mi y juro que verlo caminar hasta mi con esa sonrisa, hacia que este día de mierda fuera un poco mejor.

- Mi vida.

No hace falta nada más. Viene y me abraza. Y yo me permito llorar entre sus brazos todo lo que no había podido frente a mi padre.

- Todo va a estar bien, cariño - acaricia mi cabello - tu padre tiene mucha esperanza puesta en esta clínica.

- Duele dejarlo en ese lugar solo.

- Nick - acuna con sus manos mi rostro y hace que lo mire - es un lugar seguro en donde le van a dar la ayuda que necesita.

- Lo sé...pero me duele que haya llegado a este punto. Solo quiero que pase el tiempo y vuelva a ser el mismo de antes.

- No sé si tu padre será el mismo de antes cuando salga de aquí. De lo que estoy seguro, es de que saldrá mucho más fuerte.

- No quiero imaginar que sería de mi si no estuvieras a mi lado - apoyo mi cabeza en su hombro - ¿te he dicho alguna vez que eres lo mejor que me ha pasado en la vida?

- Todos los días. Pero me lo puedes decir siempre. Me gusta que lo digas.

- Te amo, Taylor. Gracias por estar.

- Te amo más, Nick.

Cuando llegamos a casa, Taylor y yo nos encerramos en la habitación. Lo primero que hago al llegar es coger la guitarra. Y como se había hecho costumbre desde que estábamos juntos; Taylor se sienta en el suelo y me hace hueco entre sus piernas. Le encantaba tenerme de esta manera. Sentirme y ver como tocaba la guitarra y componía canciones inspiradas en él. Todas mis canciones llevaban su nombre.