8- Primeras batallas

287 51 68
                                    

NICK

El día de las primeras batallas había llegado después de tanta espera. Estaba tumbado en la cama, con los ojos como un búho de no haber podido pegar ojo en toda la noche. La casa aparentemente en silencio. Y digo aparentemente porque en menos de cinco segundos; Óliver desde la planta de abajo ya está haciendo ruido.

El muy capullo estaba dando golpes en sartenes mientras el ruido se hacía cada vez más cercano. Yo lo estaba escuchando todo y estaba listo. Pero Simon probablemente lo mataría en cuanto entrara a su habitación.

- ¡Simon despierta!

Escucho gritar a Óliver.

- ¡Dia de batallas!

¿Ese era Taylor?

Simon los manda prácticamente a la mierda después de un portazo en la puerta. Sé que ahora es mi turno y que en menos de un segundo ya estarían entrando en mi habitación.

Me incorporo en la cama, quedandome sentando. La puerta se abre de golpe y el primero en entrar es Oliver; con una sartén en la mano y una cuchara de madera en la otra. Lo sigue Taylor que llevaba una olla y otra cuchara de madera.

- ¡Buenos di...! - Óliver se queda callado en cuanto ve que ya estoy despierto.

- Buenos días - me encojo de hombro y sonrío.

- Nos has echado a perder la broma, Nick - dice Óliver.

- Aún podemos hacer ruido - sugiere Taylor - no te vas a librar de esta - me guiña un ojo.

Taylor se acerca hasta mi cama. Se sube en ella y comienza a saltar mientras hace ruido con la olla. Lo sigue Óliver. Que también se sube y comienza a saltar sin parar.

- ¡Dia de batallas! - grita Óliver.

- ¡Batallas! - grita de vuelta Taylor.

- ¡Oye, que es mi cama! - me quejo.

- Aburrido - dice Taylor - eres el más aburrido de la casa.

- ¿Ah si?

Cojo a Taylor del tobillo haciendo que caiga a la cama. Específicamente encima de mi cuerpo sin quererlo. Lo había cojido tan fuerte que nuestras bocas se habían rozado unos segundos. Unos segundos en los que mi cuerpo me había traicionado y había sentido absolutamente de todo. Mi cuerpo comenzó a temblar y mis ojos no pudieron evitar bajar hasta sus labios.

Los miré. Y los hice más tiempo del que debería. No me atrevía a subir la mirada hasta sus ojos. O quizá es que sus labios cada día me llamaban más. Me apetecía probarlos y saber de una vez por todas como sabían y como Taylor besaba. Y Taylor lo peor que pudo hacer fue pasar la lengua por sus labios. Humedeciendolos y haciéndolos más apetecibles.

Me atreví a subir mi mirada hasta sus ojos y me di cuenta de que Taylor no me estaba mirando a mi. Estaba con su mirada fija en mis labios. Pero sus ojos se volvieron a encontrar con los míos y a mí en este momento se me cortó la respiración.

Estábamos los dos con nuestras respiraciones agitadas y con nuestros corazones retumbando en el pecho del otro. Podía sentir el suyo contra mi pecho, y estaba seguro de que Taylor podia sentir como mi corazón iba a tres mil revoluciones.

BATALLA DE BANDAS || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR Y NICK GALITZINE ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora