BATALLA DE BANDAS || TAYNICK || TAYLOR ZAKHAR Y NICK GALITZINE ||

4- Todo es paz cuando estamos aquí

NICK

La única luz que nos dejaba vernos a Taylor y a mí; era la de la luna. Había luna llena. En mitad del cielo que se conectaba con el mar. No era una noche muy fría, haciendo que la temperatura fuera realmente buena si íbamos a cometer la locura de meternos en el mar en mitad de la noche.

Taylor está frente a mi. Los dos a unos cincos pasos de distancia. Y juro que desde esta distancia puedo ver el brillo en sus ojos. O simplemente los nervios en su cuerpo por como se movía o actuaba. Estaba seguro de que nunca había hecho algo así y estaba igual de acojonado que yo.

Soy yo el primero que decide quitarse la ropa. Empiezo por quitar mi camiseta, tirandola en la arena. Taylor lo hace con la suya y yo intento no bajar mi v

Jo. Der.

Pero que cuerpo tenía...

Cuerpo bien definido y musculoso. Abdominales que se le marcaban y esas venas que siempre había visto por su brazos y que ahora las tenía marcadas en los oblicuos. Tengo que obligarme a dejar de mirarlo si no quería que se diera cuenta. Si no lo había hecho ya.

Le siguen mis pantalones. Esta vez los quito lentamente. No me daba vergüenza en absoluto. Pero era la primera vez que hacia algo así y estaba con el corazón retumbando contra mi pecho. Termino por quitarlos. Taylor hace lo mismo con los suyos y ahora estamos los dos únicamente con nuestros bóxer.

Doy un paso. Taylor da otro. Le sigue otro mío. Hasta que acabamos los dos de frente y joder...nunca en mi vida había visto un rostro tan hermoso como el de Taylor. Nunca.

- ¿Estás arrepentido? - le pregunto con una sonrisa - no te veo con muchas ganas de meterte al mar. ¿Quién es el gallina ahora? - lo provoco.

- ¿Gallina has dicho?

- Eso mismo. Gallina.

- Te vas a enterar, listillo.

No sé en que momento a pasado. Pero mis pies han dejado de tocar la arena y mi cuerpo está encima del hombro de Taylor.

Taylor corre conmigo encima hasta la orilla. Sus manos están puestas en mis muslos y yo no dejo de gritar hasta que me tira al mar. Mi cuerpo se sumerge y cuando salgo a la superficie; Taylor ya está flotando en el agua y con una sonrisa de victoria en su rostro.

- Eso es trampa - le salpico agua - que capullo eres.

- ¿No pensabas meterte? - nada hasta quedar frente a mí.

- No así. ¿Cómo has podido cogerme de esa manera?

Taylor ríe y yo le sigo.

- ¿Ves estos musculos? - se señala el brazo - no se entrenan solos.

Por supuesto que los había visto. ¿Quién en su sano juicio no los vería?

- Y llegó el humilde.

- ¿Perdona? - ahora es Taylor el que comienza a salpicar el agua a mi rostro - ¿te ha dado por insultarme hoy, Nick?

- Oh, cállate.

Comenzamos una guerra de agua. Taylor me salpicaba agua y yo lo hacía de vuelta. No sé cómo ha pasado, pero estamos los dos de frente. Riendo y sonriendo.

Lo miro y juro que nunca en mi vida había visto a una persona tan hermosa. Y ahora estaba cagado de miedo. Porque lo tenía frente a mí. Con sus rizos mojados; esos rizos que alguna vez me gustaría pasar mis dedos por ellos. Su rostro relajado y dándole la luz de la luna directa. Esas pestañas envidiables. Y esos ojos color miel. Un color de lo más normal, pero eran hermosos.