Capitulo 6: "Me enamore"

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Estaba completamente enojada conmigo misma, como era posible, que ese idiota influyera tanto en mí. Nunca me miro de alguna forma distinta. Lo único que hizo fue sonreír, solo para burlarse de mí.

La estúpida era yo, que se pintaba un mundo donde no había nada. Esto era patético, nunca me había pasado. Ni siquiera pude sacarlo de mi cabeza en todo el jodido de sábado.

Lo único entretenido que pude haber hecho, fue ayudar a Ginger con un monologo que debía presentar el día jueves. Era una mini obra, o algo así.

-Chloe, necesito tu ayuda.-dijo haciéndome carita de una pobre niña a punto de lloras.

-no es justo que uses lo que sabes hacer para obligarme a ayudarte.-dije mirándola seria, mientras fruncía el ceño.

-vamos, por favor- dijo saltando- no seas así.

-pareces una niña, cuando la madre la lleva al centro comercial y quiere algo, pero su madre se niega a comprarlo- dije haciendo un gesto de desaprobación.

-¿Qué, no funciona?- pregunto.

-sí, funciona.- dije dándome por vencida.

-lo sabía- dijo saltando mientras buscaba un par de fotocopias.

-¿Enserio Ginger? ¿Romeo y Julieta?- pregunte mirándola.

-Amo eternamente a Shakespeare- dijo sonriéndome.

-eres una idiota.- dije, pero amaba esta obra.

-vamos, si sé que te gusta- dijo mirándome.

-sí, me encanta.-conteste sinceramente.

-genial entonces, vos haces de Romeo, y yo de Julieta.

-¿Por qué elegiste justo la escena del balcón?-pregunte.

-No sé, es tierna, aparte el día de la exposición, nos van a acomodar con otro estudiante-dijo levantando los hombros- ¿digamos que me es más fácil?- me pregunto.

-okey, digamos que te entendí-dije mirándola.- ¿cómo vamos a hacerla? Digo por lo del balcón, no tenemos uno.

-no hace falta, tan solo necesito que intentes hacer de romeo, eso basta.- dijo mirándome.

Y así, pase toda mi tarde del sábado, ayudándola hasta que le salió perfecto. Me sabía completamente cada línea y palabra que Romeo decía. A pesar de la tragedia, era una hermosa historia.

El domingo a la mañana mi madre me llamo a primera hora, diciendo que mis abuelos vendrían a almorzar y a pasar la tarde en nuestra casa. Necesitaba que este ahí, bien vestida. Remarco eso, unas cinco veces antes de colgar el teléfono. No estaba de buen humor y no quería que mi madre me odie un poco más. No sé si me odia o esta desconforme con mi vida.

Me puse un vestido negro, con algunas joyas y unos tacones negros. Tenía que lucir como toda una dama. Tenía que hacerlo. Esto para mi madre tenía que ser perfecto, no quiero que ella tenga otra cosa con que atormentarme la vida entera. Necesito que el día termine rápido.

Cuando llegue a casa, mi madre me miro de arriba hacia abajo comprobando que el vestuario este bien. Odiaba esto, odiaba que me lo hiciera solo a mí, odiaba tan solo intentar hacer las cosas bien por ella, cuando ella lo que menos le importaban eran mis esfuerzos

Tengo que ser agradecida, lo tengo todo. Pero no especialmente lo que quiero. No tengo el amor de mi madre, y a mi padre lo tengo en España. Irme con el significaría dejar todo. ¿Pero todo qué? Si no tengo nada.

Llegaron mis abuelos y los hicimos pasar a la sala donde esperaríamos para que se haga la comida.

Estos momentos eran los que más odiaba, porque ya sabía que parte se venía, la comparación.

Recuerdos de mi primer amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora