Evan.
Ocho años atrás.
Ya han pasado siete meses desde que vi a mamá con su mejilla colorada, siete meses desde que todo esto dio un giro inesperado, siete meses desde que ya sabía que todo iba a empeorar. Siete meses desde que vi la mano de hombre marcada en la mejilla de mamá.
Lo que me duele, en estos momentos, en los que me doy cuenta de todo, fue nunca preocuparme por eso, pero a la vez, sabía que eso era lo que iba a pasar, solo era un niño, podía creer cualquier escusa que mamá me dijera, ella podría decirme que se había caído o que una rama la golpeo, y yo iba a creerle, pero aun así no pregunte y lo deje pasar, pensando que no era nada. Pero ahora sé que ese fue el factor detonante, marcando un punto sin retorno.
Hoy mamá, fue a despertarme porque estaba el desayuno ya preparado, y por primera vez en tanto tiempo, ella estaba feliz.
-bebe, ya es hora de desayunar- dijo mi madre sobando mi espalda.
-está bien mamá- dije mientras me estiraba lentamente, y abría mis ojos. -¿estás feliz?- pregunte sonriendo.
-si corazón- dijo mientras tocaba mi cabello- hoy mamá está contenta- continuo diciendo mientras sonreía mostrándome aquella hermosa sonrisa.
-¿Qué es lo que te pone tan feliz mamá?- pregunte mirándola.
-vamos a desayunar y te cuento- dijo mientras me daba un beso en la mejilla.
-mamá- dije antes de que ella se valla.
-¿Qué pasa cariño?- pregunto mientras me miraba desde la puerta de mi habitación.
-¿me quieres mamá?- pregunte mirándola.
-claro que si cielo- dijo mientras me sonreía- ¿Por qué preguntas eso?- pregunto mientras se acercaba nuevamente hacia mi cama.
- no lo sé, solo quería saberlo.- dije mientras levantaba mis hombros. -¿papá me quiere mamá?- pregunte nuevamente.
-oh cielo- dijo mientras me abrazaba- tu padre te ama muchísimo, solo que está cansado y tiene que relajarse.
-está bien mamá- conteste, aunque sabía que esa no era la respuesta, el ya había tenido suficiente tiempo para descansar, pero el solo gritaba, el solo se enojaba. Nada más, aun estaba esperando mi feliz cumpleaños, o pasar tiempo con él, pero esperarlo era en vano, nada de eso iba a pasar.
**********
-¿Qué querías contarme mamá?- pregunte mientras tomaba mi leche.
-bueno, como te lo puedo decir- dijo mientras ponía un dedo sobre sus labios.
-solo dilo mamá, ya te dije que soy grande- dije y ella limpio la leche que había quedado sobre mis labios formando un pequeño bigote.
-bueno, ahora legalmente eres grande- dijo mientras sonreía.
-¿Por qué?- pregunte mientras comía unas galletas.
-porque estoy embarazada corazón, vas a tener un hermanito.
- eso es genial mamá- grite emocionado- ya me había cansado que Logan alardeara sobre su hermanita, ahora yo voy a tener el mío- continúe diciendo-va a ser varón mamá- afirme.
-eso no se sabe hasta los cuatro meses de embarazo cielo-afirmo mirándome con ternura en sus ojos.
-va a ser un varón mamá y yo lo voy a cuidar.
-eso lo sé cielo- dijo mi madre mientras tocaba mi mejilla.
Ese bebe, había revivido las esperanzas que creía muertas, ese bebe, me estaban dando ganas de soñar, ese bebe traía con el felicidad, ese bebe, siempre iba a ser feliz. Yo te voy a cuidar, nunca vas a estar solo y juntos cuidaremos a mamá, nunca vas a estar solo y mamá mucho menos, siempre estaremos juntos los tres, y algún día se que papá también estará con nosotros, así que no somos solo tres, vamos a ser cuatro.
Eso pensaba apenas mi madre me dio la noticia, pensé que todos seriamos felices, que podría protegerlos a los dos, a mama y al bebé, que siempre estaríamos juntos, que papá iba a cambiar, pero solo eran esperanzas sin fundamentos, nada justificaba que eso fuera a pasar.
Ahora, me doy cuenta, que nada podía cambiar el destino una vez escrito, nada podía evitar lo que se venía, nada iba a prepararme para eso.
Pero si de algo estaba seguro era de que nunca vas a estar solo bebe, siempre voy a estar contigo. Nunca vas a sufrir bebe, yo voy a protegerte, cueste lo que cueste, pase lo que pase.
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Hola de nuevo, les dejo una melodía instrumental de piano y violín para que acompañen el capitulo, gracias por leer, besos enormes.
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Recuerdos de mi primer amor
Roman d'amourEl, una montaña de problemas, la persona con menos autoestima a pesar de su fachada de "mujeriego", tiene el pasado más despreciable de todos, y en sus acciones se reflejan las ganas de olvidar y seguir adelante. Pero los vicios lo llevan a alejars...