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PERSPECTIVA DE GHAIL

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PERSPECTIVA DE GHAIL.

Ese hombre lo que tenía de guapo y adinerado le sobraba en petulancia y egocentrismo, pensé mientras su escolta-chofer o lo que sea que fuese; me guiaba en silencio a la habitación donde se encontraba Pili.

Al entrar lo primero que noté es que estaba siendo hidratada y su respiración estaba acompasada. Eso era algo bueno, o eso parecía. Recordé la última vez que sufrió un ataque de asma que por cierto estuvo acompañado de una neumonía por habernos escabullido una noche de lluvia a una piscina porque nos pareció que sería divertido y en realidad lo fue… pero las siguientes semanas donde April estuvo muriendo lentamente, no lo fueron tanto.

Comenzó a moverse incómoda y se quejó al tensar el brazo donde tenía puesta la hidratación.

—Cuidado, Pili…—dije sosteniendo su brazo.—¿Cómo te sientes?

—¿Ghail? ¿Dónde estamos?—la pobre lucia desorientada.

—En el hospital ¿No se suponía que habías superado el asma?—le pregunté peinando su cabello con los dedos.

—Ghail, dime que Ethan no anda por allí…—sus ojos nerviosos me tomaron por sorpresa ¿A qué venía eso?

—Ehm… pues lamento decirte que si lo está y es todo un idiota.—me quejé fastidiada recordando la actitud del Montesco.—No tuvo la delicadeza de llamarme y avisarme que estabas aquí. De no haber llamado a tú edificio, no me habría enterado…

—Ghail, necesito pedirte un favor…—me interrumpió y tomó mi mano con ojos suplicantes. Esto no me olía bien.

—¿Qué sucede, April?

—Necesito pasar unos días en tu departamento… por favor.—la urgencia en sus palabras y su expresión aterrada me alarmaron.

—¿Todo va bien entre ustedes? ¿April, el Montesco te ha…

—Todo está bien, Ghail. Por favor no especules…

—¿Entonces porque parece que huyes de él?—pregunté directa y ella se mantuvo en silencio.—Pili sabes que siempre eres bienvenida donde sea que yo esté, pero necesito saber si ese petulante te está haciendo daño porqué te juro que lo haré picadillo…

—No, no Ghail. Te aseguro que no se trata de eso, es… es solo que quizá todo va muy rápido, quiero darme un poco de espacio para poder asimilarlo ¿De acuerdo? Solo serán unos días.—a mi parecer ya era un poco tarde para eso, ¡Estaba embarazada! Quizá ya se habría dado cuenta que no podría tolerar tanta prepotencia. Pobre Pili.

—Sabes que son bienvenidos de por vida si es necesario. Amaría vivir con mis sobrinos…—tocaron la puerta y April tembló sosteniéndose fuerte de mi mano… El escolta-chofer se asomó y saludó. Cuándo Pili lo vio fue como si le volviera el alma al cuerpo, se relajó enseguida.

TERCER ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora