MORETONES

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                  PUNTO DE VISTA DE GHAIL

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PUNTO DE VISTA DE GHAIL.

Iba de un lado a otro en la boutique mientras llegaban las telas que serían usadas para la nueva colección, le indicaba a los chicos que despachaban los rollos que los colocaran en el depósito y mi teléfono comenzó a vibrar incesante en el bolsillo de mi pantalón,

—¡Pili! ¿Está todo bien?

—¡¿Ghail buscaste a Nate?! ¿Lo llevaste a casa?—preguntó desesperada, me congeló su voz.

—Si, April. Calma, está en casa con Susan ¿Qué sucede? ¿Por qué estás tan alterada?—dije sin entender su premura.

—¿Estás segura de que está bien? ¿En la escuela no viste a… nada extraño?

—Te aseguro que está bien ¿Qué es lo que pasa? ¿A qué te refieres con extraño? Todo estaba normal April, no te entiendo…—ya me estaba asustando con su actitud y seguía sin querer contarme nada.

—Voy al departamento Ghail, te llamo luego.

Colgó dejándome llena de confusión con esas preguntas y el terror en su voz que parecía que algo muy malo estaba pasando pero que solo ella era capaz de ver. Algo andaba muy mal con mi amiga y se negaba a dar explicaciones.

Llamé a casa para verificar que todo estuviese bien porque me sentí contagiada por el miedo que April desbordaba, hace tan solo una hora lo había dejado en el departamento con Susan, y tal como le dije. Todo estaba bien.

April me estaba poniendo paranoica, y no dejé de pensar en ello mientras continuaba en la boutique, si ella se había ido a casa significaba que me tocaría almorzar aquí y sola ¡Dios! Nada de lo que estaba pasando era normal. Y en serio estaba comenzando a molestarme su silencio.

Llamé a Amanda por simple curiosidad de saber si algo había sucedido con April ¡Y que sorpresa me llevé! Habría sido más sencillo preguntar que no pasó… La crisis de nervios inesperada, Logan abrazándola y el Montesco encontrándolos así de juntos… ¡Vaya K-drama!

Decidí irme a casa para brindarle apoyo y enterarme con más detalle de lo que había pasado, aunque eso no explicaba en absoluto su preocupación por Nate… debía tener una conversación muy sería con ella, tanto ajetreo emocional podría hacerle daño no solo a ella sino también al bebé. Tenía que parar con todo eso.

Llegué y me la encontré en la que ahora era su habitación viendo películas con Nate, mientras le acariciaba el cabello. Me miró con melancolía y me escurrí a su lado, brindándole toda mi empatía. Se le escaparon un par de lágrimas y la dejé llorar sobre mi hombro.

—Lo que sea que esté haciéndote daño tiene que acabarse, April.—sollozó débilmente.—Piensa que esto no te hace bien, ni a ti, ni al bebé ni a Nate.—señalé al pequeño que yacía dormido.—¿Crees que no se da cuenta que nada está bien? ¿De verdad crees que no puede ver que sufres?

Limpió sus lágrimas en silencio.

—Ese silencio también te está matando Pili…

—Todo está tan mal, Ghail.—se ahogó en llanto.

—¿Qué es todo? ¿Se trata del Montesco? Dímelo April.—se levantó sacudiendo la cabeza.—Deja de guardártelo…—la tomé del brazo y se quejó con verdadero dolor…—¿April?—levanté un poco la manga de su pijama y me encontré con unos moretones horriblemente marcados…—¡¿April pero qué es esto?!

Se cubrió el brazo de nuevo y salió de la habitación sin querer darme la cara.

—¡¿Es por eso que huyes de ese imbécil?! ¡Dime! ¿Fue él?

—No no Ghail él sería incapaz por favor…

—¡¿Tan incapaz como lo fue para ahorcar a Paul?! ¡Deja de encubrirlo! Pero es que claro ¡Por eso estas huyendo! Lo sabía April…—gritaba dando vueltas con la ira palpitándome ¡iba a matarlo!—¡Pero va a oírme! Esto no se va a quedar así…

—¡Ghail para! ¡NO FUE ÉL!

—¡¿Entonces quien coño te hizo eso?!

—Me lo hice yo misma… fue un accidente, Ghail te lo juro Ethan no fue… ¡Créeme por favor!

—Basta, no quiero escucharte.—sentí una decepción inmensa mezclada con rabia.—Nunca creí que caerías en esto de nuevo. Tú no aprendes.—tomé mis llaves y me dirigí a la puerta.

—¡Ghail, por favor no! ¿A dónde vas?... ¡Por favor, escúchame!

Si no la mataba el asma y su montaña rusa de emociones lo haría el asqueroso maltratador del Ethan Montes de Occa y aunque ella se aferrara a su mentira de relación, yo no sería cómplice de ello…

TERCER ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora