finalizada ⋮ sacó un cuchillo y taehyung se apoyo en la pared con la boca abierta de par en par, recordaba ese cuchillo. pudo sentir que se estaba sofocando, no podia ser él.
─ eres... tú ─ logró articular, su voz apenas un susurro tembloroso en la...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
JungKook se encontraba en su habitación, levantando pesas con una expresión de concentración en su rostro. De repente, un grito rompió el silencio.
— ¡TaeHyung, dije que no! — Vocifera, dejando que su voz resonara en las paredes.
TaeHyung, de pie en la puerta, sintió que sus ojos se llenaban de lágrimas al escuchar la negativa tan tajante del mayor.
— ¡P-pero yo quiero ir, todos iran! — Resopló, sintiendo cómo el nudo en su garganta se hacía más grande.
JungKook intentaba mantener su dureza exterior, aunque internamente se conmovía por la reacción del rubio.
— TaeHyung, no me hagas repetirlo. Cuando digo no, es no — Lo fulminó con la mirada, sus ojos oscuros destellando con firmeza.
La frustración de JungKook no solo se debía a la insistencia de TaeHyung. El enemigo no había dado señales de ataque, lo cual lo mantenía en un estado constante de alerta y tensión. Además, sospechaba que TaeHyung le estaba ocultando algo desde hacía una semana, lo que solo añadía más estrés a la situación.
— ¿¡Por qué no!? ¡SunMi dijo que fuéramos a verla a su trabajo! ¿Ahora qué me dirás? ¿Que no vas a ir tú también? — Gritó, frunciendo el ceño con desesperación.
JungKook suspiró y dejó las mancuernas a un lado. Sus bíceps flexionados brillaban con una fina capa de sudor, haciendo que TaeHyung tragara saliva, sintiéndose aún más vulnerable.
— Primero, no me grites; y segundo, no iba a ir — Respondió con voz firme, aunque notó la mirada de deseo en los ojos de TaeHyung, quien decidido a intentar otra táctica, adoptó una expresión seductora.
— Pero amo, yo siempre te obedezco... Por favor, deja ir a tu bebé. Ven tú también — Susurró, haciendo ojos de cachorrito que solían derretir la resistencia de JungKook.
El azabache, sintiendo cómo la determinación se le escapaba, respondió con advertencia:
— No juegues con eso o estarás en la cama.
— No me importa — Replicó TaeHyung, decidido a no ceder.
— Me estás jodiendo — JungKook levantó una ceja mientras se acercaba a él, cada paso resonando con autoridad.
— ¡Por favor, ven conmigo si quieres! ¡Pero realmente quiero ir, por favor! — Decidido a convencerlo, tomó coraje y puso su mano alrededor del cuello de JungKook, besándolo suavemente en todas partes del rostro.
— ¡Joder! Bien, iré contigo — Cedió finalmente, viendo el alivio y la felicidad en los ojos de TaeHyung, quien chilló de alegría, abrazándolo como un koala.
Los dos cayeron sobre la cama, y TaeHyung, sintiendo la cercanía, quiso más. Se acercó a JungKook, buscando más contacto.
— Hoy no, bebé. Tienes que caminar esta noche — Dijo JungKook, apartándose un poco.