CAPITULO 11
Edward se abrió paso entre toda la gente que había en la pista. Llegó justo a tiempo para coger a la princesa en brazos antes de que se diera contra el suelo. ¿Qué le había pasado? ¿Por qué se había desmayado? Desde el fondo de la pista había visto que chocaba contra un hombre, y que cuando le vio el rostro se mudó de terror. ¿Quién sería ese hombre que le había asustado así? Cuando llegó junto a la princesa, ese hombre ya había desaparecido.
-Por favor, apartaos – dijo Edward mientras llevaba a la princesa en brazos.
-¡Mi niña! – Ellen se acercó a ellos con lágrimas en los ojos.
-Edward, ¿qué ha pasado? – preguntó su hermana mientras abría camino para que Edward entrara en la biblioteca y la dejara tumbada en uno de los sillones.
-No lo sé, se ha desmayado – dijo Edward mientras la depositaba con suavidad en el sillón.
Ellen se acercó a ella e intentó reanimarla. Pero Dianna no reaccionaba. Edward se sentía impotente ante esa situación, tenía que buscar a Kiros.
-Voy al salón a ver si alguien tiene sales – dijo su hermana mientras salía de la biblioteca.
-¡Mi niña! Por favor despierta – Ellen se veía cada vez más preocupada -. ¡Excelencia!
-Estoy aquí Ellen – Edward se arrodilló junto a ella - ¿Qué puedo hacer para ayudar?
-Busque a Kiros, por favor.
-Por supuesto.
Edward salió de la biblioteca con rapidez para dirigirse a la salida. Por el camino fue interceptado por varias personas para preguntar por el estado de lady Dianna, entre ellas a sus anfitriones. Él decía a todo el mundo que lady Dianna se pondría bien, que solo era un simple desmayo.
Dianna se despertó gritando y llorando. Por dios, acababa de recordarlo todo. Sus padres, sus hermanos, todos muertos por esos hombres que entraron en el palacio a media noche masacrándoles a todos. Por dios, ella era la princesa de la isla de Kairos. Pero, ¿quién gobernaba ahora la isla? Ella era la única heredera a ese trono.
-Ya mi niña – dijo su nana Ellen mientras la abrazaba con cariño -. No llores más.
-¡Dianna! – la llamó Kiros mientras entraba en la biblioteca dónde Dianna había sido depositada en uno de los sillones.
-¡Oh Kiros! – Dianna seguía llorando. Era horrible todo lo que había ocurrido.
Kiros llegó hasta ella y la abrazó con dulzura mientras dejaba que llorara todo lo que tenía que llorar.
-Lo he recordado todo – le dijo Dianna en un susurro -. Ya se quién soy.
Kiros la apartó de sí y le limpio el rostro de lágrimas. Miró alrededor y vio que allí se encontraba lady Amanda junto a su prima y su hermano. Él tenía que hablar con Dianna, pero a solas. ¿Qué había ocurrido para que Dianna recordara de pronto? Esto no debería salir todavía a la luz, todavía era muy pronto.
-Quizás deberíamos hablar a solas – dijo Kiros mientras miraba a lady Amanda y a la señorita Taylor.
-No – dijo Dianna mientras se sentaba en el sillón -. Confió en ellas, y en el duque también. No importa que se enteren, ellos no dirán nada.
-No entiendo – dijo Amanda mientras se sentaba a su lado -. ¿Qué ocurre?
Dianna miró al duque, estaba apoyado en la puerta y le miraba con intensidad. ¿Qué pensaría ahora él de ella? Ahora de pronto ella ostentaba un título superior al suyo. ¿Cambiarían las cosas entre ellos ahora? No lo sabía, pero él también necesitaba saber la verdad.
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La Reconquista De La Princesa
Romance" NOMINADA A LOS PREMIOS WATTYS 2013". Diana una princesa de una isla griega ve como asesinan a toda su familia. La llevan a otro país para protegerla de los enemigos. Con el tiempo recupera la memoria, ya que la perdió de pequeña, y decide recupera...