CAPITULO 12

10.6K 794 6
                                    

CAPITULO 12.

A la mañana siguiente Dianna estaba desayunando en la salita, había dormido mejor que nunca. Parecía ser que al recordarlo todo las pesadillas habían acabado. Seguramente esa misma mañana Melanie y Nora vendrían a visitarla. ¿Cómo tomarían sus amigas la noticia? No estaba muy segura, pero esperaba que siguieran siendo amigas. Otra cosa era el duque, ¿ahora cambiaría su actitud hacía ella? temía que se alejara y empezará a tratarla con formalidad. Que solo se dirigiera a ella para tratar el tema de los turcos y su regreso a Kairos. ¿Ya no intentaría besarle de nuevo? Para ella las cosas seguían igual, estaba enamorada de él. Sabía que ese sentimiento tan profundo no iba a morir tan fácil. Se le empezaron a llenar los ojos de lágrimas, ¿cómo en tan poco tiempo había llegado a amarlo de esa manera?

-Mi niña – dijo su nana de pronto sentándose a su lado -. ¿Por qué estás tan triste? ¿Por qué lloras?

Dianna no sabía que decirle a su nana. Tenía un cúmulo de sentimientos en el pecho que creía que iba a explotar. Por un lado, el recuerdo de su familia siendo masacrada por los turcos, y por el otro, el duque. También estaba su pueblo, que en esos momentos estaba siendo asediada por los turcos. Esa gente la necesitaba; necesitaban paz y seguridad, y ella era la única que podía dársela. “Por favor dios, protégelos hasta que yo pueda volver” rezó en silencio por su pueblo.

-¡Ay nana! – Dianna se lanzó a los brazos de su nana -. Son tantas cosas… Recordar como murieron mis padres, saber que mi pueblo me necesita y yo no estoy allí con ellos…

-Ya mi niña – dijo Ellen intentando calmarla -. Todo saldrá bien, ya lo verás.

-Y… el duque…

-¿Qué pasa con él pequeña?

-Ahora que sabe que soy una princesa… - las lágrimas seguían cayendo en silencio por su rostro -. Él ya… ya no va a querer estar conmigo… y yo… yo le amo.

-Schh, pequeña.

Ellen no soportaba ver a su pequeña así. Ella se había imaginado que cuando el duque se enterara las cosas iban a cambiar. Pero no había pensado que su pequeña sufriría. Quizás el duque terminaría enamorándose de ella, pero ¿qué pasaría cuando Dianna regresara a Kairos?

-Ya pequeña – Ellen la separó de sí y le limpió el rostro de lágrimas -. No te adelantes a los acontecimientos. Todavía es pronto para saber lo que va a ocurrir.

Dianna sabía que su nana tenía razón. Quizás era mejor esperar.

De pronto Hank entró en la salita.

-Perdone mi lady – dijo haciendo una reverencia -. La señorita Melanie y la señorita Nora han llegado.

-Muy bien Hank, hazlas pasar.

-Enseguida mi lady.

Dianna pensó que dentro de poco Hank y todos los demás sirvientes empezarían a decirle alteza.

La Reconquista De La PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora