Mi Mente Te Olvido, Mi Corazon No

Capítulo 165

Al terminar la comunicación Franco les dio la noticia a los chicos y a los agentes para que los acompañen hasta aquel lugar, salieron enseguida, se morían de ganas de ver a aquella chica aunque ella no los reconozca.
Al llegar Gloria los recibió y junto a Antonio les explicó cómo estaba Marizza y que traten de no aturdirla
Los agentes les tomaron declaración también a ellos y les notificaron que serian parte de la causa contra los sujetos que retuvieron a MArizza, estaban también al pendiente de la salud de Marilyn y antes de que los dejen entrar a ver a Marizza entraron junto a la médica hermana de Antonio a constatar el estado en el que habían dejado a aquella chica luego de tenerla engañada por tanto tiempo, una vez que terminaron los dejaron pasar solo les pidieron que no pasen todos porque la aturdirian más, solo dejaron que pase primero Pablo y luego Sonia al fin y al cabo los demás igual la verían si volverían juntos a Argentina.
Pablo entro con precaución y se acercó suavemente a ella estaba dormida los golpes que había sufrido eran visibles, y eso lo destrozaba, acarició suavemente su rostro y ella se despertó
Marizza: -“que que estoy haciendo acá”-
Pablo: -“Alonso te trajo cómo estás bonita”- besa su frente
Marizza: -“bien supongo, aceptando que no soy Julieta y que todo lo que creía que era mi vida era una mentira”- dice decepcionada
Pablo: -“tranquila bonita vas a estar bien vas a ver siempre fuiste muy fuerte”-
Marizza comienza a levantarse despacio para dejar la posición acostada que tenía y en su lugar recostarse, Pablo al ver eso se acerca para que ella se agarre de él y la ayuda a acomodarse, cuando la dejo se sienta a su lado al costado de la cama
Marizza: -“gracias”- le dice con una pequeña sonrisa
Pablo: -“no es nada, solo te ayude un poco a acomodarte vas a ver qué pronto vas a poder hacerlo sola”-
Marizza: -“no solo por eso, gracias por todo, desde que me viste intentaste hacerme ver que no era Julieta y no te di bola, estaba cegada en creer que el que mentia eras vos”-
Pablo: -“no tenés que agradecer por eso, yo te agradezco porque desde que te Vi de nuevo me volvió la vida estaba perdido sin vos”-
Marizza: -“y yo estoy perdida ahora me siento desorientada no recuerdo nada y todo lo que creí recordar era mentira”-
Pablo: -“ya vas a ver qué todo se va a acomodar, solo tené un poquito de paciencia aunque sea una vez, en buenos aires vas a tener tu casa tus cosas y ahí te va a ver un médico nuevo que te va a ayudar a recuperarte”-
Marizza asiente –“y Marilyn como está ella y que pasó con Mariano Matías Alonso y Sergio”- Preocupada
Pablo: -“Alonso lamentablemente murió, los otros están tras las rejas y de ahí no van a salir en sus vidas de eso nos vamos encargar y en cuanto a Marilyn está siendo atendida en una clínica no te preocupes”-
Marizza: -“se que no te recuerdo y no tengo derecho a pedirte nada pero podrías hacer dos cositas por mi”-
Pablo: -“obvio que si las que quieras mi amor”- se le escapa y en el momento se arrepiente no queria presionar a la chica
Marizza: -“sera que podremos ayudar a Marilyn ella siempre estuvo conmigo y no quiero que se sienta sola”-
Pablo: -“eso dalo por echo desde el momento que hablamos con ella para que nos ayude con vos estamos a su disposición y sabemos lo que te quiere y lo importante que es para vos, y lo otro”-
Marizza: -“me abrazas fuerte, fuerte, necesito sentir que todo va a estar bien y que voy a recordar todo”-
Pablo no lo duda y la envuelve en sus brazos la contiene –“obvio que va a estar bien vas a ver los mejores médicos te van a ayudar”-
Marizza se deja contener por él, ahora entendía porque en sus brazos se sentía segura, porque ese chico seguía estando en su corazón y eso nadie lo pudo cambiar.
Pablo se moría por besarla pero no iba a presionarla todo lo que estaba pasando era demasiado fuerte así que solo beso la cima de su cabeza y la sostuvo hasta que ella se sintió más relajada –“bueno bonita tengo que salir porque afuera hay alguien que se muere por verte”-
Marizza: -“no te podés quedar vos por favor”-
Pablo sonríe –“ok déjame avisarle por qué está esperando que yo salga si”-
Marizza asiente mientras se acomoda un poco mejor en la cama, a la espera de la persona que el rubio le había dicho, a pesar de no recordarlo en este momento lo necesitaba cerca.
Pablo salió a buscar a Sonia era ella quien tenía que entrar y les explico a los demás que Marizza le había pedido que se quedará junto a ella y él accedió, volvió  a la habitación y Sonia a penas la vio se tapo la boca y dio un chillido, estaba muy emocionada de verla de nuevo después de creer que estaba muerta. . . .
Sonia: -“mi ciela bella estás bien mi vida”- la abraza.
Marizza siente ese amor y ese calor en el abrazo que le daba aquella mujer
Sonia: -“cielita no te acuerdas de mí soy yo, soy mami”- llenandola de besos
Marizza: -“sos mi mamá, tengo mamá”- pregunta
Sonia: -“si mi Marizzita soy mami, vas a ver qué todo va a estar bien ya me vas a recordar y mami te va a ayudar”-
Ese amor y esa voz despertaron algo en la cabeza de Marizza –“mama, mamita linda”- le dice
Sonia y Pablo la miran sorprendidos
Sonia: -“Marizzita ciela te acuerdas de mami”- besando sus mejillas con euforia
Marizza: -“si me acuerdo de vos, no, no puedo recordar nada más pero si a vos, como olvidar esa voz tan chillona”- le dice
Pablo: -“ves bonita te dije que de a poquito te vas a acordar tené fe, y nosotros te vamos a ayudar en todo”-
La emoción invadió a Sonia su ciela la había recordado, no podía parar de llorar de felicidad, la abrazo más fuerte aún y la lleno de besos, estaban juntas de nuevo de a poco cada uno fue estando con ella, Gloria y su marido habían Sido muy amables con ellos los recibieron en su casa los dos días que demoro la chica en recuperarse, luego de eso se despidieron y fueron a un hotel, Marilyn también estaba bastante mejor, esas dos chicas eran muy fuertes, habían pasado por mucho y aún así seguían de pie.
La hora de volver a Buenos Aires había llegado, y la despedida con Marilyn igual, ella había decidido quedarse en España, volver a su casa junto a su familia, lugar que nunca debió haber dejado, su amistad seguiría eso era obvio, por teléfono o se visitaría de vez en cuando pero el lazo que habían formado en este tiempo no se perdería, además Franco le había ofrecido un puesto en su empresa si en algún momento decidía ir a Argentina, pero era el tiempo de poner cada cosa en su lugar e intentar recuperar sus vidas.
Después de horas de viaje llegaron a la casa Colucci, una gran mesa preparada para que compartan todos juntos Con todo lo que a Marizza le gustaba, aún permanecía más apegada al rubio que a los demás, quizás porque sabía que había estado en pareja con él o porque su corazón nunca había dejado de amarlo.
Ese día la dejaron tranquila que se adapte a su casa con la esperanza de que comience a recordar, ya cuando esté más tranquila la llevarían a ver a los mejores médicos de Argentina para que la ayuden con su recuperación.
Ya cuando los efectos de la medicación se le habían pasado al igual que lo que le había dado Sergio, empezó a sentir la necesidad de consumir y la abstinencia empezó a hacer efecto en su cuerpo, todos dormían así que bajo al living de aquella casa, revolvió por todos lados buscando con que saciar ese deseo, solo encontró unas pastillas para migraña en el botiquín del baño, esas eran de Sonia y en el barcito del living había wiski, eso lo mezclo y lo tomo, el deseo era más fuerte que ella, Pablo se había quedado a dormir en la casa Colucci y al escuchar ruido decidió bajar a ver, se encontró con Marizza bebiendo esa mezcla extraña.
Pablo: -“bonita que estás haciendo”-
Marizza: -“no se no lo puedo evitar Pablo lo necesito para estar bien”-
Pablo: -“eso es lo que te hicieron creer las otras basuras pero tenés que salir de esto vos nunca fuiste así”-
Marizza: -“no entendés que no puedo lo necesito Pablo en serio”-
Pablo: -“dale dame eso y vení vamos a dormir bonita vas a ver qué el médico te va a ayudar con todo esto y te vas a recuperar para ser la misma de siempre”- la convence
Marizza le entrega aquella botella que el rubio tira en a pileta de la cocina de la casa y el envase vacío en la basura, la toma de la mano y la lleva a su habitación, ella tenía tiritones y se le hacía bastante difícil poder dormir, él se acomodo a su lado en la cama recostado y la dejo sobre su pecho como hacian antes en los Miles de momentos compartidos juntos, con su mentón apoyado en la cabeza de Marizza mientras su mano le acariaba la espalda, la estuvo tranquilizando mientras le tarareaba resistiré hasta que logró quedarse dormida, y él también lo hizo.
En la mañana siguiente el médico de la familia estaba listo para recibir a Marizza, todos la querían acompañar pero solo lo harían Sonia y Pablo.
Mía: -“mucha suerte hermanita vas a ver qué todo va a estar bien”-
Manu: -“si chaparrita tu tranquila ya vas a volver a ser esa loca linda que siempre fuiste”-
Franco: -“si hija y ustedes también tranquilos que todo va a Estar bien”-
En la clínica, paso por un estudio tras otro, necesitaban ver porque aquella chica no recordaba si a simple vista se la veía bien, también le preguntaron si el médico que la había visto le había dado alguna medicación, ella le dio el tarrito de pastillas que tomaba siempre y le dijo las cantidades, asimple vista se veía que era el medicamento indicado y con eso tendría que recuperarse pero no le cerraba la dosis. . . .