Capítulo 167

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Pablo: -“buen día hermosa pudiste descansar”-
Marizza: -“si descanse, pero no me digas hermosa estoy horrible Pablo”-
Pablo: -“para mi siempre fuiste y sos hermosa así recién despierta con el pelo a medio recoger y más aún con mi ropa, sabes que está es tu casa así que servirte lo que quieras yo me voy a bañar”- dice dejando la taza en la mesada
Marizza solo asintio, mientras el chico se bañaba ella busco una lata de cerveza en la nevera y fue lo primero que consumió, esa nueva vida estaba tan impregnada en ella que no se daba cuenta a qué nivel estaba metida en las adicciones, lo único que tenía claro es que pronto se le terminarían las drogas que tenía y no sabía que sería capaz de hacer por conseguir más, quería volver a ser la chica de siempre, la que le decían que era y no recuerda pero era bastante complicado.
Pablo: -“arrancamos livianito la mañana”- dice al verla con la cerveza
Marizza: -“si perdón, no se estoy acostumbrada Mariano siempre tenía alcohol de sobra en el departamento incluso más que comida y me acostumbre”- se disculpa
Pablo: -“no te preocupes bonita se que es difícil salir yo estuve en tu lugar más de una vez”-
Marizza: -“que haces en el día o que hacía yo”-
Pablo: -“vos en la semana estabas en el colegio éramos pupilos hasta el fin de semana que salíamos, y yo ahora tengo que volver a la universidad sino me van a dejar libre pero no sabes cómo me muero de ganas de quedarme con vos”-
Marizza: -“si pero no podés parar tu vida por mi yo voy a estar bien, me voy cambiar así me llevas a mi casa antes de irte te parece”-
Pablo: -“como quieras bonita, igual cuando quieras quedarte acá sabes que podés hacerlo”-
Marizza asintio con una sonrisa y subió a la habitación a cambiarse, esa subida por la escalera era terrible para el rubio, ver a esa chica así tan sensual y provocativa y tratar de mantener la distancia entre ellos, se le hacía cada vez mas difícil.
Cuando estuvieron listos los dos, se subieron al auto de Pablo para que la pase a dejar a la casa Colucci, ahí también sus amigos iban de salida ellos igual tenian que de a poco volver a sus actividades habituales.
Mía: -“hermanita no querés que me quede con vos y pasamos juntas”-
Marizza: -“no nena vos tenés una vida que seguir igual que Manu ya bastante tiempo pararon todo por estar atrás de mi yo voy a estar bien”-
Mia: -“pero puedo perder un par de días más no pasa nada”-
Manu: -“si chaparrita nos perdimos de estar juntos todo este tiempo queremos estar contigo”-
Marizza: -“y bueno pero ya estoy de vuelta así que vayan hagan sus cosas y después nos vemos yo mientras esté así no tengo mucho para hacer”-
Manu: -“esta bien mi chaparra te me cuidas y portas bien nos vemos en unas horas”- besa su frente y sale
Marizza poco a poco veía que el mundo se abia detenido para ella en este tiempo, sentía que había perdido bastante aunque no lo pareciera. Sus amigos habían podido terminar la secundaria eligieron carreras y seguían estudiando mientras trabajaban y ella estaba varada sin nada sin sabe que hacer ni para donde ir.
Sonia se había quedado en la casa y esa tarde estuvo junto a su hija la notaba algo triste y apagada.
Sonia: -“cielita que quieres hacer, quieres que salgamos”-
Marizza: -“si mamá quiero ir a cambiarme el look, ya no quiero este pelo rubio que no se parece en nada a lo que era”-
Sonia: -“bueno mami agarra tus cosas y nos vamos a la estética a mi también me vendría bien una renovadita”-
Madre e hija salieron, Marizza miraba cada rincón de la ciudad en busca de poder reconocer algo mientras Sonia le explicaba que era cada lugar y si había ido o no por ahí hasta que llegaron a la estética, para Sonia era algo nuevo la verdadera Marizza nunca habría accedido a ir a un lugar así, no le gustaba y mucho menos con ella.
Sonia: -“que te quieres hace mamita”- le pregunta a su hija
Marizza: -“quiero volver a ser la que era aunque sea en el pelo”-
Le explicó a las peluqueras lo que quería un color castaño rojizo con pelo liso hasta los hombros solo que está vez eligió un flequillo, cuando terminaron se miró al espejo con el cabello así suelto y después se hizo una coleta, busco unas fotos de ella cuando iba a la escuela y se comparo de las dos formas con aquellas imágenes, de a poco iba reencontrándose con lo que ella era, la ropa en cierto modo le gustaba lo que antes usaba, solo que ahora le agregaría una polleras más cortas y tacones a su armario, pasaron a tomar algo y habían dispuesto volver a la casa cuando el médico que los atendió llamo para que se acerquen a su consultorio, al llegar las esperaba para conversar con ellas.
Médico: -“tomen asiento por favor, que bueno que pudieron venir porque prefería que hablemos frente a frente”-. . . .
Marizza: -“que paso doctor salió mal algun estudio, estoy enferma”-
Sonia: -“ay cielita no seas tan pesimista”-
Marizza: -“no pasa por ser pesimista, pasa por no estar en mi mejor momento”-
Médico: -“tus estudios dieron bien el problema está en la medicación”-
Marizza: -“como en la medicación, yo la estoy tomando como me dijeron para que me haga recuperar la memoria”-
Médico: -“es que ahí justamente está el problema eso que estás tomando no es para ayudarte, sino todo lo contrario es un inhibidor de memoria”-
Marizza: -“que me estás diciendo”-
Médico: -“que todo este tiempo te dieron ese medicamento para bloquear tu cerebro, para desconectar las partes que generan los recuerdos y es muy importante que lo dejes de consumir cuánto antes”-
Marizza: -“estas diciendo que me drogaban para que no recuerde, hasta el médico que me vio era una mentira”- repite conteniendo las lágrimas
Medico: -“lamentablemente si y si seguís consumiendo eso es muy peligroso porque no sabemos cuánto puede dañar las células cerebrales”-
Marizza no creía lo que escuchaba
Sonia: -“tu crees que le puede haber dejado alguna secuela”-
Médico: -“eso no se va a saber lo importante es que lo deje a mismo y esperemos que pase el efecto”-
Marizza: -“y que me puede pasar, que no recuerde nunca más”-
Médico: -“no se, la dosis que te dieron es muy alta  puede pasar eso como también puede pasar que te recuperes y tengas períodos dónde tú me te vuelva a quedar en blanco y no sepas quién sos”-
Marizza: -“o sea que nunca me voy a terminar de curar”-
Médico: -“eso solo el tiempo lo va a decir Marizza, te acordás quien era el médico que te lo recetó”-
Marizza: -“si Mejía era de acá de Buenos Aires amigos de ese que llaman Sergio, creo que tengo una receta de él, por”-
Médico: -“tengo que declarar esto para que lo adjunten a tu causa y ara que ese doctor no siga ejerciendo y haciendo este tipo de cosas”-
Sonia: -“si hazlo para que ese infeliz se pudra en la cárcel por desgraciado”-
Marizza: -“Que más da, lo que me hicieron ya no se va a poder cambiar”- se limita a decir
Esa noche fue dura para ella, a la hora de cenar estaba en la mesa, frente a su plato y lo único que hacía era revolver de acá para allá sin tocar bocado, mientras Sonia explicaba a Franco, Mía y Manuel lo que el médico les había dicho, ninguno podía creer a lo que habían llegado para destruir a esa chica, el odio que tenían hacia ella, po el simple echo de no dejarse someter por nadie y defender sus ideales, intentaron sacarle charla en base a su radiante cambio de look
Franco: -“Marizza hija que pasa que no comes”-
Marizza: -“nada, disculpen no tengo apetito”- se levanta
Sonia: -“ciela dónde vas”-
Marizza: -“nada no quiero comer prefiero salir a tomar un poco de aire”- se dirije a la salida
Mia: -“querés que te acompañe hermanita”-
Franco: -“si hija va a ser lo mejor todavía no te ubicas bien”-
Marizza: -“gracias pero prefiero hacerlo sola, en serio, además tengo celular si me pierdo los llamo, pero ahora necesito que me den mi espacio esto está siendo muy difícil para mi”- exige
Ninguno de ellos estaba convencido con dejarla salir sola por ahí, pero se veía que lo necesitaba así que accedieron, le iban a dar un espacio y después la saldrían a buscar, Marizza agarro su campera de cuero y salió a caminar, al rato que ella salió Pablo llegó a verla pero no la encontró, él no entendía como la habían dejado salir en el estado en el que está, y más después de lo que el médico le había dicho, así que así como entro salió a buscarla.
Ella camino sin rumbo fijo solo necesitaba aire, camino bajo la noche estrellada hasta que llegó a un bar que estaba entre la casa Colucci y el departamento de Pablo, ahí entro y se instaló en la barra del lugar, y comenzó a pedir tragos mientras pensaba en lo que creía que era su vida, esa que le habían inventado, en el tiempo que había perdido, varios chicos intentaron acercarse a ella pero no estaba para relacionarse con nadie así que fácilmente los ahuyentaba, después de varios tragos cambio por una cerveza esa estaba bebiendo con los ojos lagrimosos y la mirada triste cuando Pablo la ve, algo le decía que tenía que pasar ahí, y su presentimiento no era errado, a la distancia ya la veía que estaba bastante tomada así que antes de ir por ella agarró su celular y aviso a Sonia que ya la había encontrado pero no le menciono que estaba bebiendo solo le dijo que estaba bien y que si no llegaban no se preocupen la había llevado a su departamento. Una vez que los tranquilizó entró y fue por ella…

Mi Mente Te Olvido, Mi Corazon NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora