Capítulo 168

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Pablo: -“asi que acá estabas loquita”- le dice acercándose a ella
Marizza, que había estado conteniendo sus lágrimas durante todo ese tiempo se abalanzó sobre él y ahí se largo a llorar, Pablo la abrazo, le resultaba extraño verla así ella era muy fuerte y solo en situaciones límites se quebraba.
Pablo: -“tranquila, vení vamos así hablamos tranquilos te parece”- dice tratando de sacarla de aquel lugar
Marizza accede, pero estaba muy tomada como para hablar así que solo se limita a salir de ahí en compañía del rubio, continuaron caminando, él la abrazaba buscando ayudarla para que no pierda el equilibrio, era de madrugada y habían caminado bastante, tanto que llegaron a la Costanera ahí se sentaron frente al mar, ella se abrazo a sus piernas y dejo salir la angustia que tenía.
Pablo: -“que paso Marizza te vas a dejar derrotar tan fácil”- se limito a decir y la abrazo no quería preguntarle lo que le pasaba quería que esa ella quien se lo diga, a su tiempo cuando esté bien como para hacerlo, cuando paso un buen tiempo le dijo –“veni vamos que se está poniendo frio”-
Marizza: -“no, no quiero que me vean así”-
Pablo: -“no te preocupes vamos a mi departamento le dije a Sonia que estabas conmigo así que no te va a joder”-
Marizza se levantó y se fue al departamento de Pablo, ahí él le preparo un café bastante cargado y la mando a darse un baño antes de dormir para que se alivie la borrachera que tenía aún permanecía molesta frustrada por lo que le pasaba, el rubio la ayudo hasta último momento, está vez busco su remera negra de la Bersuit y sería esa la que oficialía de pijama, la llevo hasta la cama para asegurarse que no se caiga en el camino ni nada, una vez que estaba en la cama sentada beso a Pablo con furia, deseo y pasión pero él la rechazó.
Marizza: -“ya se no te gusto verdad menos en este estado, quien puede desear a alguien así como yo”- dice a modo de disculpa y auto reproche
Pablo: -“nunca pienses eso Marizza, no te das una idea de cómo te deseo, de cómo me muero de ganas de hacerte el amor como antes y lo que espere desde el momento que te volví a ver qué seas vos la que tomes la iniciativa para que no sientas que te apuro, pero no así, no borracha ni confundida y no porque no me gustes o no te desee en este estado, sino porque se que es un impulso por cómo estás y no quiero que mañana cuando despiertes y tengas conciencia te arrepientas de nada, yo sé esperar y lo voy a hacer”-
Marizza: -“y si no me arrepiento de nada, como sabes que no es algo que quiero hacer de verdad”-
Pablo: -“todo a su tiempo mi amor, tenemos toda una vida por delante ahora descansa si, yo voy a estar abajo en el sillón cualquier cosa”- le da un beso la arropa y baja.
Se habían acostado bastante de amanecida así que pasaron de largo durmiendo, Marizza no aguantaba la jaqueca de haber bebido tanto.
Pablo: -“esta cruda la vida no, ahí en el baño hay para el dolor de cabeza y antiácido bonita eso te va a aliviar”-
Marizza: -“vos ya estás preparado para estos casos”-
Pablo: -“y si hay cosas que no se pueden negar, cómo estás hoy un poquito mejor”-
Marizza: -“aca tratando de seguir a pesar de cómo me cagaron la vida”-
Pablo: -“si algo me contó Sonia tenés que tratar de buscarle el lado positivo aunque cueste ”-
Marizza: -“te parece que lo tiene Pablo, perdí dos años de mi vida,ustedes siguieron pero yo no estoy acá estancada a la espera de poder recuperarme y ahora encima sabiendo que mi lesión puede ser permanente que puede tener de positivo todo esto”-
Pablo: -“que estás viva bonita y podés recuperar tu vida, que querés hacer pedimos algo acá o salimos a comer por ahi”- le desvía un poco el tema
Marizza: -“y vos no tenías universidad ahora”- pregunta
Pablo: -“me quede re dormido así que olvídate hoy me tomo libre después recupero, estoy para vos todo el día hoy para que no hagas locuras”-
Marizza sonríe –“no podés dejar tu vida por mi Pablo, es mi culpa que te hallas quedado dormido”-
Pablo: -“no pasa nada dale que hacemos querés que vayamos a una pizzería”-
Marizza: -“si mejor necesito respirar caminar no se”-
Pablo: -“por cierto con todo este revuelo no te pude decir que te quedó hermoso ese cambio de look”-
Marizza: -“si quise parecerme a lo que alguna vez fui, pero no sé si sirve de algo”-
Pablo: -“ya vas a ver qué si, vení vamos a despejarnos y comer algo”-
Los dos salieron a caminar nuevamente, al pasar por un puente ella se detiene a mirar el paisaje y aprovecha de sacar los medicamentos que tenía de Mejia, los mira con odio y los arroja lo más lejos que puede, Pablo solo la abraza desde atrás y besa su cabeza, no sabía si recordaba lo de la noche anterior pero tampoco preguntaría como dijo todo a su tiempo.
Caminaron un poco más y de ahí se fueron a la pizzería a comer algo, en eso estaban cuando Marizza recibe un llamado de Sonia preguntando dónde estaba y si volvería a la casa, si bien sabía que estaba con Pablo quería asegurarse por ella misma que estaba bien. . . .
Pablo también recibió un llamado pero el de él era de la productora, era el tiempo de terminar los shows que le faltaban en Buenos Aires, Marizza no estaba en condiciones de cantar pero ellos tres sí.
Marizza: -“era mi vieja me preguntó si alguna vez va a dejar de ser así de intensa conmigo”-
Pablo le sonríe –“no lo creo, si siempre la relación de ustedes fue así”-
Marizza: -“entonces me va a volver loca antes de tiempo, es más antes que recupere la memoria”- afirma
Él mueve la cabeza y se ríe, estuvieron un buen rato ahí tranquilos los dos, ella la pasaba muy bien con Pablo a pesar de no recordarlo, no podía negar que sentía una atracción a él, para la vuelta Pablo se iba a quedar en la casa Colucci, así arreglaba con sus amigos lo que cantarían en el boliche, no era una presentación larga sino más bien una participación tocaban dos temas y de ahí se quedaban en el lugar dando vueltas como antes.
Mía y Manuel ya sabían también del show ya que desde la productora se tomaban el trabajo de llamar a cada uno, más allá que sean una banda, ellos si habían ido a hacer sus cosas así que el rubio llegó la casa Colucci y los espero que vuelvan.
Sonia: -“Marizzita ciela mami estaba preocupada por ti”- dice dándole besos
Marizza ya la recordaba a ella y por lo tanto recordaba como rechazaba el cargoseo de su parte así que a penas Sonia comenzó a querer llenarla de besos ella la freno –“bueno mamá ya está es demasiado cariño, además no entiendo de que tenés miedo, que me olvide como llegar a casa, eso no va a pasar porque primero tendría que recordarlo”- dice a modo de humorada bastante ácida por cierto
Pablo: -“dejala Sonia si sabes cómo es esta loquita”- le dice riendo
Sonia: -“si Pablito no se da cuenta todo lo que la extrañe este tiempo, sabes quién va a volver para estar contigo ciela”-
Marizza: -“no ni idea y de seguro aunque me digas voy a seguir sin saber”-
Sonia: -“bueno si estás en esa entonces le cuento a Pablito”-
Pablo: -“lo que extrañaba estás peleas no se imaginan, decime Sonia que decías”-
Sonia: -“vuelve Lujancita, estaba terminando de rendir para poder tomarse unos días y ver a mi Marizzita”-
Pablo queda cortado –“ah que bueno”- dice no muy convencido, la última vez que hablo con Luján ella estaba enojada con él por el tema de Mar sin contar que nunca fue santo de su devoción
Marizza: -“y Luján quien es”-
Mia que iba entrando junto a Manuel –“Lujan es tu mejor amiga, tu hermana aún antes que yo, Luji es todo para vos vivieron mucho juntas, vas a ver qué cuando la veas te vas a acordar”-
Marizza: -”ojala así sea pero cada vez lo veo más difícil”-
Esa noche Marizza necesitaba conseguir dinero para comprar drogas, el dinero no le faltaba pero no podía pedirlo porque iba a tener que decir para que lo necesitaba, así que espero que todos se durmieran y salió, llevaba anotada la dirección de su casa para saber dónde tenía que volver, la mejor forma que encontró para conseguir plata o droga fue haciendo lo que hasta ese momento creía que era lo único que sabía hacer, bailar, salió tratando de no ser descubierta y en el camino agarro un remis como no recordaba ningún lugar le pidió al chófer que la lleve a un tabledance, al llegar al lugar hablo con un patovica que ahí se encontraba y le dijo lo que quería hacer,la realidad es que su desesperación por conseguir drogas la volvía una persona vulnerable y el patova sabía que con lo linda que esa chica era iba a conseguir muy buenas propinas y solo lo haría por lo que necesitaba consumir.
No tardaron en hacerla pasar a aquel lugar y llevarla a hablar con el tipo que manejaba a las chicas, Marizza no estaba segura de querer hacer siempre eso, solo sabía que lo necesitaba ahora para salir del apuro y saciar esa necesidad que la estaba perturbado. Ese lugar manejaba mujeres alcohol y drogas así que el trato de esa noche fue simple le daban para que consuma lo que ella desee pero a cambio debía hacer un buen número que haga que los clientes del lugar le den muy buenas propinas.
Marizza: -“te hago un baile que no olviden más pero dame lo que necesito primero”-
El tipo sabía que ella no bromeaba lo necesitaba enserio así que la llevo al lugar donde se preparaban las mujeres que bailaban para que elija un atuendo y salga pero primero consuma las drogas que necesitaba, hace bastante que no lo conseguía y saciaba sus ganas con pastillas así que ahora que lo había conseguido parecía no poder detenerse.
Patova: -“bueno nena listo eso es lo que paga tu bailecito, así que prepárate y salí”-. . . .

Mi Mente Te Olvido, Mi Corazon NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora