Capítulo 194

58 1 0
                                    

Pablo: -“como que no, mira el bombón que tenés al lado y mira lo que sos vos, va a sacar lo mejor de nosotros dos”-
Marizza: -“yo soy una garrafa, horrible gorda con los pies hinchados como elefante si lo único que hago es comer y dormir”- dice haciendo pucherito
Pablo: -“vos sos la mamá más linda del mundo mi amor y en poquito tiempo vas a volver a estar como antes no solo por lo linda si no también por lo activa”- la besa
Marizza: -“sos muy lindo,en especial cuando me mentis y tratas de que le encuentre el lado bueno a como estoy”-
Pablo: -“sabes que no miento sos la mina más hermosa del mundo, por dentro y por fuera, me diste amor,una familia, me rescataste y me haces el hombre más feliz, solo quiero que me prometas algo mi amor”-
Marizza: -“si lo que quieras amor”-
Pablo: -“que vamos a hacer hasta lo imposible para que nuestro hijo, para que Mati no se parezca en nada a mi viejo”-
Marizza: -“si mi amor te lo prometo y se que juntos lo vamos a lograr, vas a ver”-
Le contaron a todos que su bebé se llamaría Matías Benjamin Bustamante Andrade, ya tenían su habitación terminada y lo esperaban con todo el amor del mundo. Marizza con reposo y muchos cuidados estaba llegando a la fecha de parto y una semana antes de que llegue el día Mía le había organizado un baby shower a su hermana, se encargó que Manuel lleve a Pablo junto con los demás chicos a la casa Colucci para que estén solo ellas, de a poquito todas fueron llegando la casa Bustamante que estaba decorada para la ocasión, Mora, Sonia, Michi, Laura, Luna, Vico, Feli, Luján, Pilar fueron algunas de las invitadas junto a algunas amistades más la llenaron de mimos y regalos. Ella no podía hacer mucho pero disfrutaba de ver todo lo que su ehrmana había organizado, desde una hermosa mesa dulce con te y exprimidos para compartir hasta juegos como sopas de letras, quien cambia más rápido al bebé, crucigramas, dónde se divertían y sacaban fotos, cuando ella se sintió cansada, se recostó en el living eran todas de confianza así que a nadie le extraño, además una embarazada goza de privilegios que los demás no.
Después de varias y largas horas dónde compartieron juegos, charlas y fotos de a poquito se fueron retirando para dejar descansar a Marizza, se la veía feliz pero cansada a la vez. Los hombres habían echo una picada y cervezas en la casa Colucci dónde brindaron por la próxima llegada del hijo de Pablo, estuvieron ahí hasta que la reunión de chicas terminó.
Después Manuel lo llevo hasta su casa de nuevo, al llegar Marizza estaba en el sillón comenzando a ver todos los regalos que le habían dejado mientras Sonia y Mía limpiaban y ordenaba todo.
Manu: -“oye mi chaparrita casi no te ves detrás de tanto regalo”-
Marizza: -“si parece que es muy querido y esperado mi bebé”-
Manu: -“eso lo logras tu, te ganaste el cariño de todos, voy a ayudar a las mujeres con todo, mientras terminan de ver los obsequios, vale”-
Pablo se sentó junto a su mujer –“como estas bonita”-
Marizza: -“feliz mi amor, la pase hermoso y mira lo que es todo esto”- le dice mostrando un conjuntito que le habían regalado.
Entre los dos miraron los regalos había desde peluches hasta ropa, mamaderas gigantes, muchos pañales y decoraciones para la habitación, cuando abrieron todo entre Pablo y Manu llevaron todo a la habitación del bebé y lo acomodaron. Cómo Franco había ido a buscar a Sonia le dijeron que pase a la casa pidieron unas pizzas y cenaron los seis juntos, al terminar Manu y Pablo agarraron sus guitarras para cantar unos temas de erreway junto a sus novias, ya hace bastante no lo hacían y era la mejor manera de terminar la velada antes de irse a descansar.
Los acordes de la guitarra más las voz de los cuatro chicos puso inquieto a Matías, era definitivo él también disfrutaba de la música, Marizza al notarlo puso sus manos en el vientre y canto con más ganas, Manu hizo lo mismo tocando el vientre de su amiga, ya en la madrugada los dejaron para que descanse. Esa noche el pequeño Matias estaba muy inquieto tanto que no dejaba dormir a Marizza que ya no encontraba como acomodarse en la cama para descansar.
Pablo: -“que pasa mi amor, no podés dormir”-
Marizza: -“no estoy muy incomoda y Mati no para de moverse”-
Pablo puso sus manos en el vientre de ella –“que pasa hijo que no dormía ni dejas dormir a mamá, tienen que descansar”- la acomoda a ella mejor junto a él abrazándola y con la mano libre la deja sobre la panza y le canta como si arrullara al pequeño Mati buscando que se quede quieto, una canción que su mamá le cantaba a él de pronto comienza a hacer efecto y el bebé se tranquiliza.. . . .

Mi Mente Te Olvido, Mi Corazon NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora