Capítulo 188

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Marizza: -“obvio que si mi amor es lo que más quiero, además de ser muy feliz con vos y nuestro bebé”-
Pablo: -“y bueno entonces miremos y elegimos la que nos gusta y va a ser para vos”-
Marizza: -“pero Pablo va a ser mucho el gasto”-
Pablo: -“no bonita nada es mucho para vos y nuestro bebé”-
Marizza: -“y podemos tener un perro Pablo”- pregunta puchereando
Pablo: -“un perro mi amor”-
Marizza: -“si un perro, así como el de mi viejo, como Tano”-
La realidad es que Pablo no era amante de los animales, en cambio Marizza  si, se imaginaba que podía llegar el día que su chica le pida eso.
Marizza: -“ya se que no te gustan mucho las mascotas pero yo las amo”-
Pablo: -“si me di cuenta cuando metiste esa bestia en mi cuarto en el élite”- recordando cuando Tano le babeo y rompió todo
Marizza: -“esta bien eso fue respuesta suficiente”- dice con tristeza
Pablo: -“no te respondí nada mi amor, mira vamos por partes primero busquemos una casita y después yo mismo te regalo un perro porque no tiene sentido traerlo acá al departamento que es chico no tiene espacio para correr ni nada”-
Marizza: -“Pablo no soy nena chiquita para que trates de tomarme de tonta esperando que me conforme con la respues y me olvide”- seria
Pablo besa su nariz y le hace cosquillas –“se que no te puedo mentir bonita, se verdad te estoy diciendo a penas tengamos nuestra casita yo mismo te voy a traer un perrito dos o cien si querés”-
Marizza: -“no Pablo no me hagas cosquillas, en serio te vas a bancar que tengamos perros”-
Pablo: -“si mi amor si a vos te gustan vamos a tener perros, gatos, conejos, peces, loros lo que quieras”-
Marizza lo abraza emocionada y continua con él evaluando las casas que habían en aquellos folletos buscando una que sea como la soñaban, después de debatir encontraron la que buscaban una amplia casa luminosa con grandes ventanales un patio con césped y enormes rosales, una piscina con reposeras, un cerco con portón mecánico que brindaba seguridad al lugar rodeado de árboles tanto comunes como con fruta, ambientes bien completos y en un zona muy segura, los dos estuvieron de acuerdo que esa era la casa que buscaban, ella marco el número que le dio Pablo y coordinaron con la agente para la compra de la casa.
Con el paso de los días y la compra de aquella casa realizada de a poco fueron embalando todo y preparándose para la mudanza, el rubio busco una empresa de confianza que le recomendó Franco y fueron los encargados de llevar todo del departamento a la nueva casa, el departamento lo dejarían vacío ya que pensaban conservarlo quizás podrían alquilarlo y así generar otro ingreso extra. Mia por su parte avanzaba en la organización de la comida donde se desvelaría el sexo del nuevo integrante de la familia. Y la pancita de Marizza comenzó a crecer bastante rápido quizás por lo flaca que ella era, Pablo estaba completamente enamorado de esa mujer que la convertiría en padre y la cuidaba y acompañaba como a lo más valioso que tenía en su vida, mientras Sonia y Franco cumplían a la perfección el rol de abuelos babosos por el primer nieto o nieta.
Tal como habían quedado el día del control dónde le realizaban la ecografía la obstetra no dio ningún indicio sobre el sexo del bebé ya que ellos se enterarían junto a los invitados, lo único que hicieron fue decirles que después sería Mía quien se acercaría a hablar con ella para saberlo y terminar de organizar todo. Tal como vieron el embarazo transcurría en normalidad estaban en perfectas condiciones tanto ella como el nuevo bebé. Al otro día se comunicó la rubia para averiguar todo lo que necesitaba del embarazo de su hermana Marizza.
Para el día del evento organizado por Mía para su hermana y su cuñado la casa Colucci estaba mitad rosa y mitad celeste con mamaderas, chupetes y decoración de panditas.
Marizza entro a la casa y no lo podía creer –“Mia vos preparaste todo esto”- pregunta con asombro
Mia: -“obvio para vos, para Pablito y para nuestro ahijado o ahijada”-
Manu: -“eso chaparrita porque me imagino que tú y Pablo nos habrán elegido a nosotros”-
Pablo: -“eso no está en discusión que mejores padrinos que sus tíos”- dice dándole un abrazo al mexicano
Marizza: -“si quien mejor que ustedes para ayudarnos con nuestro bebé, encima miren todo lo que hicieron son unos genios”-
Manu: -“y espera que veas las ideas que tiene para tu baby shower”-
Los dos le explicaron más o menos como sería la idea de la cena primero con un brindis, y que después debían pinchar el globo gigante que estaba en la mesa principal dónde se sacarían fotos no solo ellos sino junto a los invitados más íntimos. . . .
Marizza: -“menos mal que dijiste algo sencillo”-
Mia: -“es sencillo nena, sino lo hubiese echo en uno de los salones más importantes de acá y hubiese invitado hasta la prensa y no lo hice”-
Manu: -“en eso tiene razón mi princesa, peor no vas a decir que a ti no te gusta mi chaparra”-
Marizza: -“si me encanta esta todo hermoso”- dice con emoción
Pablo: -“para mi amor no me vas a decir que vas a llorar”-
Manu: -“oye por qué chaparrita que tienes, tu no eres de llorar”-
Sonia: -“eso que tiene mi ciela bella son las hormonas del embarazo, la ponen más sensible o también puede estar más enojona todo producto de ese bebito que viene en camino”-
Pablo: -“es eso mi amor, es lo que dice tu vieja”- dice sujetando su rostro y mirando fijamente sus ojos cristalinos por las lágrimas que contenía
Marizza: -“no se chicos, supongo que si está todo muy hermoso,me encanta y eso me emociona”-
Pablo: -“venga acá mi loquita”- dice envolviéndola en sus brazos
Sonia: -“tranquila mi ciela ya se te va a pasar cuando tengas el bebé, creeme que todos los cambios son parte de esta experiencia hermosa que tú estás viviendo”-
Era verdad lo que su madre decía, las hormonas le jugaban una mala pasada, con el paso de los minutos comenzaron a llegar los invitados, también cómo dijo Mía era algo íntimo, así que asistían los más cercanos a la pareja, Luján, Marcos, Tomás, Pilar, Luna, Guido, Mía, Manuel, Michi, Franco y Sonia eran los elegidos para ese hermoso momento, hasta ahora Mía era la única que conocía el sexo del bebé en camino y además le tenía una sorpresa más a su hermana y cuñado.
Cuando sonó el timbre de la casa Mía paso a agarrar la mano de Pablo y Marizza y los llevo a la puerta.
Marizza: -“ay nena que paso”- dice al ver la actitud de su hermana
Mia: -“es que les tengo una sorpresa, más que nada a vos hermanita, cerra los ojos”-
Marizza: -“no, sabes que odio las sorpresas Mía”-
Mia: -“dale tonta vas a ver qué está te va a gustar”-
Pablo: -“dale mi amor hace lo que te dice Mía”-
Marizza: -“vos sabes algo rubio”- pregunta
Pablo: -“no loquita pero armó todo esto dale hace una excepción”-
Mia: -“no sabe nada tampoco Pablito pero tiene razón dale cerra los ojos y no hagas trampa”-
Marizza: -“esta bien solo porque los dos juntos se vuelven insoportables”-
Mia: -“por lo que sea pero dale y sin hacer trampa”-
Pablo: -“no te preocupes ella cierra los ojos y yo se los tapo con mis manos así no hace trampa”-
Marizza cierra los ojos y él se los cubre con sus manos, cuando ya estaban listos ella abre la puerta, Pablo fue el primero en ver que estaba tras la puerta y se llevó una grata sorpresa aún así se mantuvo en silencio hasta que ella pudo ver la sorpresa que le tenía su hermana.
Marizza con alegría y emoción lo abraza en silencio, Mía al verlos se va a atender a los demás para dejarles el espacio que necesitaban así disfrutaban este reencuentro solos.
Martín: -“que paso mi chiquita tan fea fue la sorpresa que querés llorar”-
Marizza: -“obvio que no papá me encantó solo que me emocioné y te extrañaba”-
Martin: -“yo también hija, no sabes lo que significa para mí verte después de, de, bueno de todo”-
Marizza: -“ya se papá de pensar que estaba muerta, vos también la pasaste mal como todos”-
Martin: -“si hija, fue muy doloroso enterarme y preferí hacer de cuenta que estabas acá y no volver a Buenos Aires, Pablito como estás”-
Pablo: -“Martin , feliz de verte, como fue que viniste”-
Martin: -“idea de Mía y Manu, me invitaron y para que no me niegue me mandaron todo el viaje pago así venía, y ya me enteré de la noticia que me van a hacer abuelo, que embarazaste a mi nena”- le dice con seriedad
Pablo se puso un poco incómodo, siempre quiso mucho a Martin pero no sabía si a él le caería bien esa noticia –“eh, si vamos ser papás”- dice rascándose la cabeza
Marizza sabía que esa seriedad de su padre era actuada para que él se ponga así –“basta papá o vas a dejar a mi bebé huérfano antes que Nazca”- dice con una sonrisa
Martin sonríe y abraza al rubio –“veni acá Pablito, felicitaciones hijo se que vas a ser un gran padre y que mi hija y nieto o nieta no podían estar en mejores manos”-
Pablo: -“gracias Martin, me habías asustado, se que me querés pero no sabia si para tanto”-
Martin: -“sabes que siempre quise que mi hija este con vos, y vos mi princesa felicitaciones también”- pone su mano en vientre de su hija –“se que esté bebé va a ser muy feliz y el abuelo lo va a amar como a su vida”-. . . .

Mi Mente Te Olvido, Mi Corazon NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora