Capítulo 175

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Se bajó del escenario y camino directo hacia Marizza, no le importaba ni los aplausos ni la ovación solo quería saber lo que ella pensaba.
Manuel felicito a su amigo por lo que había echo mientras Mía estaba muy emocionada por como su amigo se había jugado por lo que sentía.
Pablo: :”y que te pareció alcanza aunque sea para un hablemos”- le pregunta a Mari
Marizza: -“no ves que el público te aplaude rubio, que más opinión que esa”- responde desviando el tema
Pablo: -“sabes que no me refiero a eso así que no te hagas la tonta bonita, alcanza todo esto para una nueva oportunidad”- pregunta
Marizza mira a Mía que la observaba espectante y emocionada por la posibilidad de que acepte volver a intentarlo pero no responde nada.
Pablo: -“es mucho el ruido de acá podemos hablarlo en otro lugar si te parece”- rascándose la nuca nervioso por la falta de respuesta de ella
Marizza: -“esta bien después lo hablamos ahora vení vamos a bailar”- se limita a decir y lo agarra de la camisa que tenía puesta para arrastrarlo hacia la pista de baile, quería dejar de sentir las miradas de todos sobre ellos esperando una respuesta que solo tenía que darle al rubio, y él necesitaba distenderse y sacar esa cara de pánico como si estuviera jugando su vida en esa pregunta.
Marizza: -“te podés distender Pablo y sacar esa cara de pánico o no te gusta bailar conmigo”-
Pablo: -“si como no me va a gustar, pero no me olvidó que es con una diosa que llama la atención de todos y está conmigo solo conmigo”- dice con una sonrisa
Marizza: -“entonces si pensas así olvídate de todo por un rato y seamos solo los dos después veremos de hablar”-
Pablo vio que ella no le respondería nada por el momento así que solo se limito a disfrutar, hace mucho que no estaban así, en un boliche bailando juntos, sabía bailar cualquier ritmo que le pongan y era capaz de iluminar todo con su energía con su sonrisa. Mía y Manu los miraban a la distancia
Mía: -“mira mi amor no se ven re enamorados”-
Manu: -“y si princesa tu sabes cómo es su historia, ojalá ya se decidan y empiecen a vivir eso que muestran”-
Mía: -“si mi hermanita se merece ser feliz y que mejor que estén juntos sanando sus heridas del pasado”-
Manu besando la punta de su nariz –“tienes razón hermosa ojalá ahora sí sean tan felices como tú y yo”-
Estuvieron hasta tarde en aquel boliche y después se retiraron Mía y Manuel hacia la casa Colucci mientras Pablo y Marizza quedaron por su lado solos, necesitaban hablar sobre su relación.
Caminaron en silencio hasta que llegaron a una plaza, ahí se detuvieron
Pablo: -“cuanto más me vas a hacer sufrir Marizza”- le pregunta
Marizza sonrie –“no te estoy haciendo nada dramático”-
Pablo: -“como que no, sabes lo que estoy esperando, una respuesta tuya”- se pone frente a ella y toma sus manos –“Marizza quiero que retomemos la relación que teníamos antes que todo esto pase, cuando vivíamos juntos en mi departamento, felices, sabes que sos la mujer que amo y que necesito a mi lado”-
Marizza estaba algo nerviosa por las palabras de Pablo y aunque quería disimular él lo notaba pero las razones que él pensaba no eran las mismas que ella sentía
Pablo: -“si no querés estar conmigo, si ya no sentís lo mismo por mi bonita decimelo no tengas vergüenza, nos prometimos it siempre de frente, pero por favor no alargues más está agonía que me está matando”-
Marizza: -“no es eso Pablo, siempre sentí algo por vos a pesar de no acordarme de nada, pero yo no soy la misma”- baja la mirada
Pablo le levanta el rostro delicadamente –“por que lo decís mi amor si seguís siendo la misma, hermosa, ocurrente, con un genio un poquito especial”-
Marizza: -“sabes que no me refiero a eso Pablo, yo no quiero que te sientas obligado a estar conmigo después de lo que hice en España cuando creí ser Julieta”-
Pablo: -“vos sos Marizza mi amor la mujer de mi vida, yo no me siento obligado a nada te amo te extraño te necesito”-
Marizza: -“pero Pablo, me creiel cuento de que estaba enamorada de Simón, que me ibas casar con él, fui bailarina en un club de hombre es evidente que no soy la misma, que vas a ser si nos cruzamos con alguno de esos tipos, o si toca ir a España de nuevo, entendés que me siento un asco de persona no entiendo cómo me deje envolver tan fácil”-
Pablo: -“mi amor vos no te acordabas de nada, confiaste en ellos nada más, ya está es pasado y a mi no me importa lo que hiciste en España, si volvemos, o si me cruzo con alguno de los que iban a esos clubes como vos decís, van a ver qué ese minon con el que se ratoneaban, por el que morían está conmigo, es y siempre fue la dueña de mi corazón”- . . . .
Marizza: -“suena tan fácil todo cuando vos lo decís Pablo, me siento tan segura cuando estás conmigo”-
Pablo: -“lo es mi amor, es tiempo de curar nuestras heridas juntos, de superar todo lo que nos paso y enfrentar lo que nos falta, éramos felices viviendo nuestro amor, éramos felices o me lo vas a negar”-
Marizza: -“obvio que no Pablo, fueron los mejores días de mi vida, imaginando la familia que estábamos formando, por eso me mato cuando pensé que me engañaste”-
Pablo: -“y bueno mi bonita entonces”-
Marizza lo piensa por un momento -“si”- se limita a responder con una sonrisa
Pablo queda cortado –“si que”-
Marizza: -“si te amo, si quiero volver con vos, si quiero que lo volvamos a intentar y superemos todo, si quiero que vivamos juntos como antes, si quiero que formemos una familia, ahí me entendiste”-
Pablo sonríe y sujeta el rostro de la chica con ambas manos –“si mi amor, si lo entedi, te amo, te amo”-
Marizza lo besa y lo abraza estaba decidida, ya era hora de recuperar la relación que tenían, Pablo después de besarla la levanta en sus brazos y gira con ella, estaba feliz se había decidido a recuperar lo que tenían.
Marizza: -“solo te pido que me tengas paciencia mi amor, sabes que no va a ser fácil verdad”-
Pablo: -“y cuando algo entre nosotros fue fácil hermosa, vení tenemos que decirles a todos que volvimos, que vamos a vivir juntos”- emocionado
Marizza: -“para un poco mi amor vos viste la hora que es, es de madrugada, la gente normal duerme a esta hora, creo que podemos esperar a que por lo menos despierten”-
Pablo la vuelve a besar –“ es que quiero gritar a los cuatro vientos que soy el hombre más feliz del mundo”-
Marizza: -“que bobo Pablo, ahora hombre más feliz del mundo volvemos yo a mi casa y vos a la tuya a descansar y más tarde cuando nos despertemos y todos estén despiertos les contamos la novedad”-
Pablo: -“esta bien si no me queda otra, voy a estar contando los segundos para decirles a todos e ir a buscar tus cosas así te mudas conmigo amor”-
La acompaño hasta su casa tal como le dijo y de ahí se fue a su departamento, no veía la hora que llegue el momento que ella vaya a vivir con él, estaba tan emocionado que no podía dormir, solo esperaba la hora que habían acordado al despedirse para ir a buscarla y  contarle a todos lo que habían decidido. Dio Miles de vueltas y al no poder dormir se levantó y se preparó un café, se baño y comenzó a acomodar todo para recibir a la mujer que amaba, cuando llegó la hora salió rumbo a la casa Colucci, ahí lo esperaban para comer juntos como acostumbraban los domingos.
Sonia se encargaba de organizar el almuerzo familiar así se reunían todos, está vez Luján y Marcos también vendrían aprovechando que estaban en Buenos Aires por el cumpleaños del padre de Marcos.
Sonia: -“Chanita ya está listo todo”-
Chana: -“si Sonia pueden ir pasando a la mesa si lo desean”-
Sonia: -“gracias Chanita bella, voy a avisarle a mis cielitos y Franco para que bajen, Marquitos Luji pueden ir sentandose”-
En ese momento suena el timbre, era Pablo que había llegado y se llevó una sorpresa al ver ahí a Luján, se saludaron cortantes mientras con Marcos lo hizo más normal.
Sonia: -“vayan sentandose mis niños que yo les voy a avisar a los demás”-
Pablo: -“Sonia si querés voy a buscar a Mari yo”-
Sonia: -“no te preocupes mi muchachito ahí voy tu acomodate”-
Mía y Manu bajaron justo cuando Sonia iba a subir, el rubio se sintió aliviado al verlos, no se sentía cómodo quedando en el comedor solo con Luján, Sonia fue a la habitación de Marizza que estaba escuchando música a avisarle que baje y de ahí fue al despacho por Franco.
A penas bajo el rubio se levantó y fue a besarla, como todo caballero le corrió la silla para que se acomode y se sentó a su lado, con todos listos sirvieron la comida, Franco aprovechaba esos momentos para conversar en profundidad con sus hijas y yernos ver cómo les iba y si necesitaban algo en lo que pudiese ayudar.
Marizza: -“bueno nosotros tenemos algo que contarles”-
Manu: -“que volvieron eso es evidente mi chaparrita”- rie
Pablo: -“si de tanto acepto volver conmigo”-
Mia: -“despues de ese hermoso tema y como te declaraste delante de todos si no te daba otra oportunidad la mataba”-
Marcos: -“que no me digas que te pinto el romanticismo Pablo”-
Pablo: -“asi dicen, yo solo dije lo que sentía, igual no es solo eso lo que queremos decirles”-
Sonia: -“ay muchachito habla que me asustas”-
Marizza y Pablo se miraron y ella le hizo una seña para que sea él quien les diga lo que habían decidido a la familia. . . .  .

Mi Mente Te Olvido, Mi Corazon NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora