Capítulo 171

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Lo que estaba viviendo en ese momento más lo que ha comenzado a sentir por el rubio después de estar con él, le hace tener una especie de dejavu donde los recuerdos de a poco comienzan a golpear su cabeza mezclandose con lo actual provocándole una gran confusión, escucha a lo lejos que los chicos le hablan pero no logra entender lo que le dicen, mira a su alrededor y por lo que está pasando, Pablo lo nota y trata de acercarse a ella pero antes que lo haga la chica sale corriendo como intentando escapar de sus recuerdos.
Los tres se bajan del escenario y mientras Manuel y Mía se quedan en el boliche cumpliendo la otra parte de su trabajo, Pablo sale y hace hasta lo imposible para dar con ella ya que este último tiempo no ha parado de intentar recuperar a esa chica que tanto amo. Después de buscarla por largas horas, la encuentra en el lugar menos pensado, en el cementerio parada frente a esa lápida que lleva su nombre, pero es como si esa chica y ella fueran dos personas distintas
Pablo: -“así que acá estabas”- pregunta acercándose con cuidado
Marizza: -“la primera vez que ví esto pensé que era una broma, Pero ya no pienso lo mismo, ese día junto con mi memoria murió esa chica y nació está nueva persona”- dice sin quitar los ojos de la lápida
Pablo: -“vos no estás muerta hermosa, estás acá, con nosotros”- se acerca y toma sus manos fijando sus ojos en los de ella
Marizza: -“sabes lo difícil que es ver cómo todos me miran con Miles de recuerdos sobre mi y no tener idea de lo que me dicen, ver que en tus ojos están todos nuestros momentos vividos, que estás lleno de recuerdos juntos y no puedo ofrecerte nada de eso, no tengo nada”-
Pablo: -“cómo que no mi amor, me tenés a mi y yo te tengo a vos, lo viste cuando estuvimos juntos”-
Marizza: -“solo tenés una parte de mi, una que ya no me pertenece que no recuerdo y hoy más que nunca siento que necesito reencontrarme y entender todo esto nuevo que estoy viviendo”-
Pablo: -“que querés decir con eso”-
Marizza: -“que fue un error aparecer en tu vida, estar con vos así como estoy, estos dos días dejaste todo por estar atrás mío y no es justo”-
Pablo: -“fue mi decisión hacerlo Marizza, te amo y necesito cuidarte”-
Marizza: -“no, necesitas seguir como has hecho hasta ahora yo estoy acá varada entre lagunas y recuerdos momentaneos, mi vida se detuvo hace tiempo, cuando olvide quien soy y como te dije necesito reencontrarme”- se aleja de él y se va de aquel lugar
Pablo no creía que después de lo que pasaron esa chica lo estaba dejando no sabía si todo eso era producto de su confusión o que pero de lo que sí estaba seguro era que no estaba dispuesto a perderla menos después de haberse sentido vivo nuevamente por estar a su lado.
Pablo: -“si pensas que te voy a dejar ir así tan fácil como si nada estás equivocada, te lo dije una vez y te lo repito no voy a parar hasta recuperar a la mujer que siempre ame”- le grita mientras ve como se aleja
Después de caminar un buen rato bajo la noche y tratar de separar toda esa mezcla que tenía en su cabeza llama a Sonia para que la busque y la lleve de nuevo a la casa, le pareció extraño que lo haga ya que ella había salido junto a los chicos.
Sonia: -“Marizza mamita que sucede que volviste sola”-
Marizza: -“nada mamá llévame a casa si”-
Sonia: -“es que no quieres contarle a mami que sucede, no confías en mí”-
Marizza: -“no ahora, solo quiero llegar y dormir mañana hablamos”-
Sonia no pregunto más le dio su espacio, Marizza llegó y se acostó quería dormir nada más.
Pablo volvió junto a los chicos al boliche, y no dijo nada en ese momento de como Marizza lo había dejado, recién cuando salieron y volvían a sus casas lo hizo.
Al día siguiente, Mía fue la primera en ir a hablar con su hermana, quería saber cómo estaba.
Mía: -“Mari estás despierta”- pregunta entrando despacio
Marizza: -“si Mía, me hubiese gustado dormir aunque sea un poco pero no pude”-
Mia: -“que te paso, Pablito me contó que lo dejaste, por qué”-
Marizza: -“ni yo lo sé, quiero reencontrarme saber quién soy, lo único que se que necesito que me ayudes”-
Mia: -“si nena sabes que contas conmigo para lo que necesites”-
Marizza: -“gracias Mía”- la abraza
Mía: -“no me tenés que agradecer, vos siempre estuviste conmigo”-
Marizza cierra los ojos mientras se abrazan y un compilado de momentos con ella llegan a su cabeza –“ayudame a ser la que era Mía, a recuperarme a dejar de sentir que la Marizza que siempre fui se murió y ahora soy otra totalmente desconocida para mí, que tú mononeurona trabaje más de la cuenta”- con ese comentario Mía se separa y la queda mirando emocionada –“si Mía algo de vos me estoy acordando por eso necesito que me ayudes a acomodar toda esta ensalada que tengo en la cabeza”-
Mia: -“si grasita sabes que estoy para vos, no puedo creer que te hallan venido recuerdos conmigo eso quiere decir que algo me querés”-
Marizza: -“asi parece o ya me acostumbre a soportar a una hueca al lado mío”-
Mía la volvió a abrazar y en eso las interrumpen –“ah bueno y para mí ya no hay lugar”-reprocha en broma. . .
Como era de esperarse, de las dos chicas, solo una reconoció la otra la miro y cuando estaba por preguntar acerca de quién era, siente como se le abalanzan encima y la abrazan mientras con emoción a flor de piel le decía –“estas viva, no lo puedo creer sos vos”-
Marizza: -“si soy yo perdóname pero no me acuerdo quien sos, en realidad no me acuerdo de nadie”- pregunta
Luján: -“soy yo Luján, Luji tu amiga tu hermana del alma, sino te acordás no importa ya te vas a recuperar, te voy a ayudar vas a ver, lo importante es que estás acá”- habla acelerada y la vuelve a abrazar
Mía: -“ya estamos las tres juntas e nuevo y te vamos a ayudar a recuperarte a que seas de nuevo vos”-
Luján: -“si si decinos que querés que hagamos y lo hacemos”-
Marizza: -“lo primero son dos cosas una quiero rehabilitarme para dejar las adicciones y la otra quiero mantenerme alejada de Pablo por completo”-
Luján: -“y si después de lo que hizo quien no”- susurra pero Mía le da un codazo para que se calle
Marizza la queda mirando esperando una explicación a lo que acaba de decir pero entre las dos le quitan importancia, Marizza estaba decidida a recuperarse, sentía que no podía tener a nadie a su lado así como estaba, necesitaba volver a ser ella o enterrar para siempre a aquella chica que todos recordaban y nada mejor que su familia para ayudarla, pero principalmente esas dos chicas que habían Sido como sus hermanas.
Durante el almuerzo les contó a todos lo que haría, con la ayuda del médico más la de su familia y les pidió que a partir de este momento la mantengan alejada de Pablo, ella quería volver a estar bien a ver si podia ser la chica que alguna vez fue y no quería que el rubio deje su vida por andar de niñero de ella, salvó Luján ninguno de los demás compartía su idea pero estaban dispuestos a respetarla para que ella inicie la rehabilitación.
Ni bien terminaron de almorzar Marizza en compañía de Mía Manuel y Luján fueron a ver al médico mientras Sonia y Franco se quedaron en la casa le dejaron ese espacio a ellos porque estaban seguros que esos chicos serían los mejores para contener a Marizza en estos momentos. Mientras esperaban que vuelva Pablo llegó a la casa a ver a MArizza y no creia que aquella chica no esté.
Pablo: -“no me mientas Sonia dale déjame que la vea”-
Sonia: -“no te miento Pablito es en serio mi ciela no está, y también…“- bajo la mirada
Pablo: -“y también que dale decime donde está entonces y la voy a buscar”-
Franco: -“ese es el problema hijo ella no quiere que sepas dónde está y nos pidió que te dijeramos que ya no la busques ni te demos información de ella”-
Pablo: -“no me pueden hacer esto ustedes saben cuánto la amo y todo lo que la necesite en este tiempo”-
Sonia: -“lo sabemos muchachito, mejor que nadie pero tú viste como es mi ciela bella no quiere que dejes tu vida por ella”-
Pablo: -“ella es mi vida y estoy dispuesto a demostrárselo y volverla a enamorar si hace falta”-
Franco: -“lo sabemos hijo y eso no te lo podemos prohíbir solo te pedimos que nos entiendas está vez”- lo abraza
Pablo: -“se lo cabeza dura que es esa loquita cuando quiere, puedo pasar a dejarle esto que le traía”-
Sonia: -“pasa muchachito pero solo por esta vez que ella no está si”-
Pablo: -“si”- y pasa de una corrida al cuarto de aquella chica le llevaba un peluche similar al que le había regalado antes así que se lo dejo en la cama junto a una nota para ella que decía:
“No te enojes con tus viejos bonita me costó mucho que me dejen pasar a dejarte esto, como te dije no estoy dispuesto a perderte porque te amo y sos mi vida entera, podés prohibirme verte pero no que te ame y que te quiera volver a conquistar, hace años te regale el oso marrón al que llamaste Cocó, que veo que seguís teniendo acá en tu habitación ahora le traje este monito enamorado para que le haga compañía y te recuerde lo loquito que estoy por vos hermosa.”
El médico enseguida comenzó junto a su colega a ayudarla con la rehabilitación pero para eso necesitaba primero alejarse e internarse para una desintoxicación, era mayor de edad y au decisión era voluntaria así que no lo pensó mucho y eligió hacerlo de inmediato, volvió a su casa a buscar un par de prendas de vestir para cambiarse y a contarles que se internaria para desintoxicarse y poder dejar al fin las adicciones porque estaba segura que si no lo hacía así no lo lograría y Ya no quería seguir viviendo la vida que le habían metido Sergio y sus secuaces en la cabeza. Sonia se emociono, era un gran paso el que estaba dando su hija y ver que Mía y Luján se habían anotado como voluntarias de apoyo para poder estar todo el tiempo necesario junto a su hermana del corazón la hacía sentir orgullo al igual que a Franco, por la familia que había conseguido.
Marizza al llegar a su habitación se encontró con aquel peluche y notita que le había dejado Pablo, quiso enojarse pero no pudo y por el contrario optó que ese peluche se iría con ella también, era la forma de que Pablo esté ahí junto a ella sin estarlo…

Mi Mente Te Olvido, Mi Corazon NoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora