Encuentro en San valentin

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El día de San Valentín siempre había sido una fecha cargada de expectativas y corazones en la preparatoria. Sin embargo, para mí, ese día comenzó con una mezcla de desdén y desilusión. Entre las risas y los suspiros de los enamorados, él apareció: "Zorreador", con su aire de confianza y una sonrisa que parecía desafiar al mismo Cupido.

Nuestro primer encuentro no fue el romántico intercambio de miradas típico de esa fecha. Al contrario, fue un choque de mundos opuestos. Desde el momento en que nuestros caminos se cruzaron en el salón, sentí una aversión instantánea hacia él. Su actitud segura y arrogante me provocaba, y yo estaba decidida a no ser una más de las chicas que caían bajo su encanto.

Pero la vida, como siempre, tenía otros planes. En medio de ese día lleno de corazones y suspiros, un
¿Qué había detrás de esa máscara de confianza y seguridad?

Mi amiga, desde el principio, fue atraída por él. Le dio el apodo de "Zorreador" porque era el tipo que se colocaba en la ventana para observar a todos los que pasaban por ahí, como si estuviera buscando algo más allá de las paredes del salón.

Así comenzó mi historia con "Zorreador". Cada vez que lo veía, sentía cómo mi disgusto inicial se intensificaba. Sus gestos arrogantes y su confianza aparente solo alimentaban mi desdén. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo y nuestras interacciones se repetían, empecé a preguntarme si detrás de esa fachada había más de lo que mis primeras impresiones revelaban.

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