Recuerdo un día que íbamos al salón, aunque exactamente no recuerdo el motivo, la escena que presencié jamás se me olvidará. Entré y vi a mi Zorreador con aquella chica, muy pegados y cariñosos. Mis celos no podían aguantarlos, así que me les quedé viendo. Mi Zorreador me miró, y de repente, casi la aventó, alejándola de él. Me quedé con cara de incredulidad. ¿Qué pretendía aparentar?
Momentos antes, él me había dicho que era su amiga, pero era obvio que había algo entre nosotros más allá de una amistad. Inmediatamente, le hablé a mi amiga y le conté todo, desahogándome con ella sobre la confusión y el dolor que sentía.
—Él te ama, pero está tan tonto que no se da cuenta —Me dijo, tratando de encontrar una explicación a su comportamiento contradictorio.
—Cuando está con esa vieja, dice que tú eres su amiga, pero cuando está contigo, la quita de su camino. Porque tú eres su amada —me respondió mi amiga, tratando de levantarme el ánimo.
Esas palabras de mi amiga me llenaron de ilusiones, aunque sabía que eran solo conjeturas. Sin embargo, no podía evitar sentir un destello de esperanza, deseando que Zorreador realmente sintiera algo especial por mí, aunque sus acciones dijeran lo contrario.
La confusión me atormentaba. No podía dejar de pensar en la escena del salón, en cómo sus ojos se clavaron en los míos mientras alejaba a esa chica. ¿Qué significaba realmente? Cada día que pasaba, mis sentimientos hacia Zorreador se enredaban más, atrapándome en un torbellino de emociones encontradas.
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Enemies to Lovers
RomanceEn un día de San Valentín, mi mundo dio un giro inesperado al conocer a "Zorreador", un chico de la preparatoria que inicialmente despertó en mí sentimientos de desdén y antipatía. Sin embargo, todo cambió cuando una simple solicitud de ayuda desenc...