## Capítulo 6: La Flor y la Araña
La tinta negra se deslizaba por mi piel, dejando un rastro indeleble de mi propia historia. En el salón de tatuajes, la música atronadora se mezclaba con el zumbido de la máquina, creando una sinfonía de rebeldía que resonaba en mi interior.
Había llegado con bocetos en mente, ideas que se habían formado en mi mente durante semanas.
Una calavera con alas de ángel para mi brazo derecho, un lobo aullando a la luna para mi espalda.
Pero al final, me decidí por algo más sencillo, algo más personal.
Una rosa en mi mano izquierda, con un tallo espinoso que se extendía hasta mi muñeca.
Una araña en la parte izquierda de mi cadera.
La rosa, símbolo de belleza y fragilidad, representaba la parte más sensible de mi ser.
La araña, símbolo de intriga y veneno, representaba mi lado oscuro, la parte que se escondía en las sombras.
Mientras la tinta se secaba en mi piel, sentí una sensación de liberación.
Como si hubiera arrojado una carga pesada de mi espalda.
Como si hubiera aceptado mis dos lados, el bueno y el malo, y los hubiera hecho parte de mi historia.
Al salir del salón de tatuajes, me sentí diferente.
Más seguro, más consciente de quién era.
Más preparado para enfrentar el mundo.
En ese momento, pensé en Isabella.
Quería verla.
Quería contarle sobre mis nuevos tatuajes.
Quería saber qué pensaba de ellos.
Así que saqué mi teléfono y la llamé.
"¿Hola?", respondió su voz, dulce como la miel.
"Hola, Isabella", dije, con una sonrisa.
"¿Qué tal?", me preguntó, con un tono que me hizo sentir que había perdido interés en mí.
"Bien", respondí, tratando de sonarle optimista. "Tengo ganas de verte".
"Yo también", respondió, con un tono que me hizo sentir que sus palabras eran un eco de un pasado mejor.
"¿Te apetece salir a dar un paseo?", le pregunté, sintiendo que mis palabras eran un intento desesperado de recuperar la magia que había desaparecido de nuestra relación.
"Sí, me encantaría", respondió, con una sonrisa que no llegó a sus ojos.
Una hora más tarde, nos encontramos en el parque central de la ciudad.
El sol comenzaba a ponerse, y el cielo se tintó de naranja y rojo.
El ambiente era pacífico, y los pájaros cantaban una melodía tranquila.
Isabella me contó sobre su trabajo en el restaurante, sobre su relación con su hermana, sobre sus sueños de futuro.
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¿Ángel o Pecador?
Misterio / SuspensoSoy Caleb Turner, un chico normal. Bueno, normal hasta donde la sociedad lo permite. Estudio, me gusta leer, escribir, pasar tiempo con mi hermano... No soy de los que se meten en problemas, de hecho, me considero un chico bastante agradable. Aunque...