Capitulo 5: Deseo Descontrolado

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Pasaron minutos antes de que Nunew se diera cuenta que seguía sobre el cuerpo de su primo, temblando como un cobarde, ni siquiera supo que fue lo que se deslizo sobre sus pies. Solo salto por inercia y allí estaba. Encima de él, añadiendo una más de sus estupideces a la lista del Príncipe que lo odiaba. El agradable aroma amaderado impregno sus fosas nasales, provocando que Nunew deslizara su nariz por su cuello apreciando el aroma como un adicto, aferrándose a sus hombros porque no quería separarse.

— Huele tambien su alteza, me gusta su agradable aroma; cuando lo tengo cerca, una fuerza sobre humana me arrastrara hacia usted — susurro cerca de su oído con voz melosa, enterrando suavemente sus dientes en su cuello.

Se lo habia advertido esa noche, se iba arrepentir por no haberlo escuchado. Lo desestabilizo sin mucho esfuerzo en la grama quedando su cuerpo encima del suyo, Zee coloco sus brazos a cada lado de su cabeza para no aplastarlo con su peso. Nunew debía sentir pánico por estar de esa manera con su primo, no sabía que le iba hacer, lo único que recorría en ese momento dentro de su cuerpo, era una gran añoranza por besarlo. Sabía que estaba mal, era retorcido, sucio. Pero deseaba a Zee, más allá del miedo que le tenía.

—Te lo advertir, te dije que no te iba a gustar lo que iba hacer si volvías a enloquecer como un adolecentes, con las hormonas descontroladas — le recordó con tono amenazante, clavando sus ojos en las pupilas dilatas de su primo.

Nunew estiro sus brazos hacia el cuello de Zee aferrándose con fuerza para que no lo apartara, inclino su cuerpo delgado con tanta facilidad, capturando los labios del otro hombre con gusto, no era una persona que poseía mucha fuerza en sus brazos. Pero en ese instante una fuerza asombrosa se desarrolló en él, para sujetarlo y poder besarlo como deseaba. Zee se enfureció muchísimo por lo irracional que Nunew estaba siendo, rodo de nuevo con él para que quedara encima suyo y de ese modo poder quitárselo de encima. Lucho con Nunew agarrando sus manos de su cuello para quitarla y liberarse de él. Sin embargo el más joven lo sostenía con más presión como si estuviera poseído. Podía sentir los labios suaves contra los suyos con insistencia, siendo delineado con la punta de su lengua de forma obscena. Después de minutos estar así, una idea pasó por la mente del Príncipe para que esa locura acabara. Abrió sus labios para corresponder al beso de Nunew con renuencia, si sus padres los estuvieran viendo besándose, sabiendo que son primos. Enloquecerían de inmediato. El que Zee le estuviera correspondiendo el beso con un poco de torpeza, solo incentivo el deseo descontrolado de Nunew. Ahueco su rostro con sus manos para darle más profundidad al beso, los labios de Zee eran adictivos, no quería parar por nada del mundo, quería quedarse para siempre así con él.

El cuerpo de Nunew se suavizo absorto por el beso, Zee no perdió el tiempo de levantar a Nunew de su cuerpo sin despejar su boca de la suya, Nunew se sentía acalorado y su cuerpo estaba comenzando a excitarse por solo un beso. Fue levantado del suelo por unos fuertes brazos cálidos que envolvían su cuerpo y lo hacían sentirse a salvo. Como si hubiera sido un sueño, toda la magia se rompió, al ser sumergido por Zee en la fuente que estaba encendida.

— Lo que paso esta noche, quiero que se quede como un arrebato de tus hormonas — añadió Zee con una mirada despectiva, mientras Nunew estaba siendo empapado por el agua — Si lo vuelves hacer, te voy a dejar expuesto ante tu madre y su majestad, Quedas advertido. Vuelve a tu habitación antes de que seas descubierto, déjame darte un consejo, no sabes lo terrible que pueden ser los castigos por desobedecer una orden. Tenlo en cuenta por favor.

El instructor llego a las tres menos cincuenta de la madrugada, dándoles cinco minutos para que se vistieran y se reunieran en el campo de entrenamiento. Todos se formaron en fila a esperar las instrucciones de su superior. Nunew no se sentía muy bien físicamente, creía que habia pescado un resfriado porque después de que Zee se fuera. Permaneció por mucho más tiempo dentro de la fuente, despabilando todos sus pensamientos insanos hacia su primo. Ni siquiera se molestó en quitarse la ropa mojada, no quería estar allí y tampoco le importaba si se enfermaba.

El Capitán Del PrincipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora