El Capitán Del Principe

Capitulo 20: Prisionero

El rey Rowan cargo al Príncipe de nuevo a la cama, apretando su cuerpo con fuerza porque Nunew se resistía a que lo tocara. Si no estuviera en la condición en la que se encontraba, era más probable que pudiera escapar. El mismo se estaba mintiendo, el palacio de Berbania quedaba muy lejos del pueblo y todo lo pintaba la blanca nieve. Moriría congelado si saliera al exterior con la ropa ligera que tenía puesta. Si no volvía en la tarde a Vitalia, se preguntarían porque no volvió y esa era la única posibilidad que quedaba de ser rescatado.

— ¿Cómo piensa hacerme pasar por muerto, su majestad? Si nunca van a encontrar mi cuerpo, ¿Cree que mi familia va a creer que he muerto? — inquirió con una sonrisa burlona, mirando al hombre que estaba de brazos cruzados.

Las cosas estaban perfectamente calculadas antes de que llegara al palacio. Para simular una muerte no era necesario tener un cuerpo, solo una escena muy creíble.

— Tengo todo listo para esta tarde, tu solo limítate a mirar todo a través de la tv. — Señalándola con su mano en una esquina de la habitación — Y no te esfuerces en gritar porque esta habitación es aprueba de ruido, nadie te escuchara, su alteza. Lo bueno de todo es que puedo ver al capitán Zee pruk después de tanto años, lástima que no podrás verlo nunca más.

Nunew se enfureció, sintiendo tanta impotencia hacia el hombre que tenía al frente, que agarro la jarra de agua que estaba en la mesilla de noche y la arrojo contra él. Rowan la esquivo con naturalidad, estrellándose esta contra la pared.

— No te vas a salir con la tuya, Zee me va a encontrar y te aseguro que todo convenio de Vitalia de kereta con Berbania, quedara anulado para siempre. — lo amenazo con la mirada centellante de ira. — te vas arrepentir, su majestad.

El rey Rowan no dijo nada ante la amenaza del joven Príncipe, Pensaba retenerlo en contra de su voluntad por mucho tiempo, hasta que se olvidara de su país y de Zee. Giro sobre sus pies y salió de la habitación, cerrando con llave la puerta. Luego de que las cosas se aplacaran con la supuesta muerte del Príncipe heredero. Haría que un especialista lo revisara para ver que tenía su cuerpo.

Por la tarde se escuchaba mucho ruido desde afuera y Nunew sintiéndose un poco mejor, con la estabilidad en sus piernas de nuevo, se acercó a la pequeña ventana desde donde no podía ni siquiera pedir ayuda. Habia policías, reporteros, forenses, y buzos dentro del lago todavía no congelado por completo, diviso a la hija del rey Rowan mojada bajo el frio clima en los brazos de su padre que la cubría con una gruesa manta. Un nudo se atoro en su garganta por recordar las palabras que ese hombre le dijo en la mañana.

Encendió la televisión para ver que decían, hablaban de su supuesta desaparición dentro del enorme lago por querer salvar a la hija del rey al caer al agua queriendo salvar a su perro. Enfocaban a la niña, llorando asustada, temblando abrazada a su padre que la consolaba como si de verdad hubiera pasado todo lo que decían los medios. Solo eran segundos para que su familia se enterara de lo acontecido y sufrieran por la maldad de ese hombre que no tenía la menor idea de quien era. La impotencia lo estaba matando, busco en cada rincón de la habitación un objeto punzante que sirviera para abrir la puerta, no habia nada que pudiera utilizar para forzarla. Grito a todo pulmón desesperado, golpeando la puerta con los puños a ver si podían oírlo. Sollozo contra la puerta con miedo a que todo el mundo creyera que habia muerto; de quedarse encerrado de por vida, sin volver a ver a Zee nunca más. Abrazo sus rodillas con sus brazos, enterrando su cabeza entre ellas, con el rostro bañado en lágrimas. ¿Qué fue el gran pecado que la familia real cometió contra el rey Rowan?

Una semana después

Sus ojos hinchados de tanto llorar, no se comparaban con el dolor que sentía dentro de su corazón. Escuchaba las noticias hablando de su muerte por salvar a la princesa de Berbania, el país de Vitalia de kereta se hallaba conmocionado por la pérdida del Príncipe heredero. Rowan habia manipulado todo a su conveniencia para que se dieran por vencido de seguir buscando su cuerpo en el lago que ahora tenía treinta centímetros de grosor; completamente congelado. Incluso la pequeña Princesa dio una corta conferencia de agradecimiento y de condolencias para el país de Vitalia y la familia real. De seguro la manipulo para que estuviera mintiendo desde el principio, eso habia ayudado a que todo hubiera sido más creíble. Pero ver a Zee dando un discurso como su esposo de despedida delante del país a su memoria, fue la gota que derramo el vaso, ¿Por qué tenía que pagar por los pecados de los demás? miro el anillo entre su dedo anular y lo acaricio con nostalgia, derramando otra lagrima por la mejilla. Su cuerpo se encontraba débil porque no quería comer, por más que su majestad se quedaba por horas, esperando a que comiera, nunca lo obligo hacerlo, solo se quedaba sentado mirándolo fijamente hasta que se quedaba dormido de tanto llorar.

La puerta se abrió, sabiendo de quien se trataba, se mantuvo en la misma posición porque le daba igual lo que tuviera que decirle. El colchón de la cama se hundió con el peso de Rowan que se quedó mirando la espalda del príncipe que estaba de medio lado. Las cosas salieron tal como lo planeo, la familia real sufría la pérdida del bello Príncipe, rompiendo el convenio entre ellos que por años tuvieron. La verdad eso ya no importaba, tenía otro país aliado y Vitalia de kereta era indispensable para Berbania. Él tenía lo más valioso y lo tendría por mucho tiempo.

— Me gustaría que permitieras que un especialista te revise y nos dé un diagnóstico de lo que tienes — argumento un tono de voz amable, tocando su hombro, mas Nunew rechazo su toque — Nunca sería capaz de lastimarte, Su alteza, voy a encargarme que disfrutes todo el tiempo que estés aquí.

Nunew apretó sus puños con fuerza, queriendo abalanzarse contra su cuerpo y golpearlo hasta matarlo, pero sería imposible vencerlo. La almohada sobre la que su cabeza reposaba, se encontraba húmeda por sus lágrimas. Sentía que se moriría si permanecía un día más allí. Antes prefería quitarse el mismo la vida. Si ya no podría regresar al lado de Zee, ya nada tenía sentido.

— Haz lo que quieras, ya todo me da igual — murmuro con voz débil, sin girarse a verlo, — Sal de la habitación, por lo menos puedes concederme esa petición ¿No?

Rowan salió de la habitación sonriente de la habitación, no sin antes asegurándose de cerrarla con llave. Pensaba quitarles las ganas de querer volver a su país, mañana iba a terminar rompiéndole por completo el corazón al joven Príncipe.

Vitalia de kereta se encontraba de luto por la muerte del Príncipe heredero, el ambiente en el palacio era triste y sombrío, la reina no quería salir de sus aposentos por el gran dolor de haber perdido a su hijo, Ananda trataba de sobre llevar la situación con madurez, por más que el dolor era grande dentro de su corazón. El rey sufría en silencio, manteniéndose fuerte como líder y cabeza de la familia, Pholeng no se habia apartado de su querido hermano dándole apoyo porque todos sufrían la muerte de su sobrino.

Zee entro a la habitación de Nunew, con el corazón hechos pedazos, no asimilaba dentro de su mente, que estaba muerto, quien se imaginaria que ese día en el aeropuerto sería el último. El beso cargado de amor con que se despidió, quedaría grabado en su mente para siempre. Mientras que Nunew le profanaba un amor sincero, el solo habia querido vengarse por algo de lo que era inocente. Se metió a la cama y se llevó una almohada hacia su nariz para inhalar su agradable aroma. Nunca se perdonaría no haberlo acompañado a Berbania y protegerlo como tenía que hacerlo, tuvo que perderlo para siempre, para darse de cuenta de sus verdaderos sentimientos, sollozo desconsolado empapando la almohada que tenía contra su rostro. Si pudiera retroceder el tiempo, se dedicaría a amarlo como se lo merecía, sin embargo ya era demasiado tarde para lamentarse.