Capitulo 12: Confesion Desconcertante

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Los días continuo fueron de muchos preparativos, que apenas el principe heredero tuvo tiempo para poder volver a estar a solas con Zee. Esa tarde después de lo que hicieron, Zee lo llevo al baño, dónde limpio su cuerpo que seguía receptivo a su toque. Sus ojos empezaron a cerrarse contra el borde de la tina y el otro principe lo envolvió en una bata de baño. Llevándolo en brazos hasta la habitación, recostando su cuerpo agotado y saciado, se acostó a su lado, envolviendolo con sus brazos para dormir un rato, mientras la lluvia cesaba y así pondrian volver al palacio. Sin embargo la lluvia no ceso hasta muy tarde y para cuando regresaron todos estaban alarmados, casi al borde de la desesperación. Nunew tuvo que mentir diciéndoles que tuvieron que refugiarse como pudieron dando tiempo que dejara de llover. Por nada del mundo iba a decirles lo de la cabaña. El diseñador se encontraba terminando de ajustar su traje de  presentación para darle los últimos retoques frente al largo espejo en su habitacion. No podía sacarse de la cabeza a Zee, tenía dos días que lo veía  y se estaba muriendo por volver a besarlo, deseaba que ese hombre lo hiciera suyo. Por mas retorcido que era la idea. Su cuerpo aclamaba sentir sus manos de nuevo. Después de su prueba de vestuario, retomaría la clase de baile y no estaba seguro si podría concentrarse del todo en ella.

La reina entro a la habitación con una gran sonrisa, mirando lo hermoso que se iba a ver su hijo la noche de su presentación. Espero a que el diseñador terminara de tomar las últimas medidas para poder hablar con el, necesitaba preguntarle algo que la tenía intranquila. El hombre se despidió de ellos con una reverencia, siendo acompañado por Lee el mayordomo que se encargaría de despedirlo. Nunew tomo asiento en el pie de cama, y Wattana se sentó a su lado.

—Necesito preguntarte una cosa que me ha hecho sentirme inquieta. Hijo mío —dijo sería, acomodando un mechón de su cabello. — ¿El día en que saliste a montar a caballo con el principe Zee Pruk, no pasó nada más entre ustedes?

Nunew experimento terror por la pregunta de su madre, no sabía porque estaba preguntándole eso. Ante todos eran primos y no habría porque pasar algo entre ellos.

—¿Porque tendría que pasar algo? El principe y yo somos primos.  solo estuvimos juntos, tratando de refugiarnos de la lluvia contra unas ramas caídas. Nada más.

Wattana no estaba muy convencida de lo que su hijo estaba diciéndole. Esa noche entro a su habitación para ver si estaba bien, Pero el ya estaba dormido. Cuando se inclino para darle un beso en la mejilla. Noto un leve enrojecimiento en su cuello como una marca que solían hacerse los amantes. No quería sacar sus propias conclusiones todavía. Si su hijo decía que no paso nada, tenía que creerle.

—De acuerdo, como tú digas —vocalizo levantándose para dejarlo solo, por cierto, ¿has leído la novela que te preste?

Con todo lo que estaba pasando, apenas y se acordaba de ella. Negó con la cabeza

—No he tenido tiempo, después de la presentación. Pienso tomar un tiempo para hacerlo. Ahora tengo que ir a la sala keigcefa para mis lecciones de baile. —Informo ansioso por querer estar a solas con Zee.

La reina no era tonta, los ojos del príncipe brillaban mucho por ir a sus lecciones de baile. Conocía esa mirada mejor que nadie, era de enamoramiento y no quería pensar a quien se debía.

—Está bien, su alteza, nos vemos después. —dijo con una sonrisa en sus labios, indicándole que podía irse.

Apresuró sus pasos por el largo corredor que llevaba a la sala keigcefa con muchas emociones en su corazón, tenía unas inmensas ganas de volver a verlo, durante los dos días que no lo vio, se pregunto si Zee lo extraño y deseo estar con el. Tanto como el lo hizo. Abrió la puerta emocionado, asegurándose de cerrarla bien para que nadie pudiera entrar. Zee estaba  sentado de piernas cruzadas leyendo un libro, cerca de la ventana de la sala. Los nervios invadieron su cuerpo mientras se acercaba con pasos acelerados.

El Capitán Del PrincipeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora