El Capitán Del Principe

Capitulo 21: Corazon Roto

Los días habían transcurrido en el palacio de Berbania, el personal sabia de la existencia del cautivo Príncipe, pero nadie podía ayudarlo aunque quisieran, el rey Rowan se encargó de llevar a un especialista al palacio para que evaluara al Príncipe heredero. La salud de Nunew era preocupante, no quería comer y estaba todo el día en la cama llorando por horas. La luz de sus ojos iba desapareciendo conforme pasaba los días allí. Su piel pálida, su cuerpo más delgado de lo que esta, casi se podían ver sus huesos atreves de su piyama.

Rowan lo cogió por un brazo y lo sentó con brusquedad en la cama. Ya se encontraba cansado de verlo desmoronándose frente a sus ojos. No se habia sacrificado por él, cuando era un niño. Para que muriera ahora frente a sus ojos.

— Necesitas comer, para que tengas fuerzas para tu rehabilitación vesticular, el doctor dejo muy bien en claro que tienes un problema de equilibro causado con el oído interno. Dentro de dos días va a venir un experto para empezar tu rehabilitación, ¿O quieres que tu salud empeore?

Nunew se zafo del brazo que lo sostenía con fuerza. Qué sentido tenía vivir, si no podía volver con sus seres queridos.

— ¿Quién eres tú? ¿Por qué odias tanto a mi familia? — Quiso saber, con suma tristeza en su mirada y voz temblorosa — déjame ir, ¡por favor!

Rowan examino su pálido rostro con dureza en su facciones, lo terminaría destruyendo si contaba todo lo que hicieron en el pasado. Sufriría al saberlo, no obstante no podía seguir ocultándolo. Fue por la silla acolchada en la que pasaba horas observando al joven príncipe y la coloco en frente para quitarle la venda de los ojos.

— Antes decirte quien soy, en tu teléfono móvil tienes una foto de un joven de aproximadamente dieciséis años. ¿Cómo la encontraste? — pregunto, su tono de voz era dócil, para no asustar al Príncipe.

Se quedó en silencio por unos minutos, mirando a los ojos al rey que tenía cierto brillo en su mirada que no supo reconocer.

— La.... encontré en la habitación de mi esposo, no sé quién es, sin embargo Zee la guarda muy bien. Nunca me atreví a preguntarle, si era alguien especial en su vida. ¿Por qué me lo preguntas? ¿Tú lo conoces?

Enterarse de que Zee guardaba la foto después de tantos años, hacia reviví el amor que todavía tenía por él. Verlo tan cerca el día que tuvo que darle el pésame por la supuesta muerte de Nunew. Tuvo unas ganas inmensas de abrazarlo, besarlo, decirle quien era en realidad, pero se contuvo e hizo como si era la primera vez que se veían en persona.

—El capitán Zee pruk y yo, nos amábamos cuando éramos unos adolescentes, yo soy Miles, el joven de la foto — confeso, su voz denotaba amargura al recordar los momentos vividos junto al hombre por el que todavía tenía sentimientos. — la maldad de tu familia, termino por separarnos, creyendo que estoy muerto.

Lo horrorizo lo que el rey Rowan acaba de decir, no tenía la menor idea de cuales seguían siendo los sentimientos de Zee hacia el hombre que se hallaba en frente suyo y al que creyó muerto todos esos años. Tuvo miedo de imaginar cómo sería su reacción si llegara a enterarse. ¿Sería capaz de divorciarse para estar de nuevamente con él?

— Explíquese mejor, su majestad ¿Qué fue lo que mi familia hizo, para que la odies tanto?

—Mi abuela trabajaba en la cocina del palacio, siempre se encargaba de preparar tés medicinales a tu madre ya que era un poco enfermiza — Pronuncio, recorriéndolo con la mirada gélida al ver que él era igual — yo tenía catorce años y ayudaba con las cosas cestas de frutas y verduras por las tardes, porque en la mañana iba a un instituto público. Nunca fui muy bueno para los estudios. Sin embargo me esforzaba muchísimo por el sacrificio de mi abuela tenia para conmigo después de que mis padres murieron. Por las noches, cuando nadie se daba de cuenta, iba a la habitación de Zee a escondidas para que me ayudara a estudiar. Tu mejor que nadie, debe saber las cualidades e inteligencia que posee. Nuestra relación se fortaleció tanto, y nos enamoramos, al principio las cosas fueron tan mágicas, especial, lo más puro que podíamos tener entre nosotros. Pero cuando tu naciste, el mundo que creamos Zee y yo, se derrumbó poco a poco.