0:00 ●—————————————● 3:53
Ya no quiero escribir cartas que ningún individuo se detendrá a leer, porque mi vida es insegura y poco parlante, tan nublada para los ojos interesados, tan insignificante para los lectores de literatura real.
Gastando el tiempo de mi terapeuta cada jueves, imaginando mi historia de amorío profundo después de salir de la clínica, rogándole a alguien en el cielo que pueda cubrir mi espalda y tratando de esfumar mis sentimientos, porque se convierte en un pasatiempo cansado gritar sobre la tinta si todas las personas caminan con sus oídos ocupados, sintiendo como las estupideces que han llegado a golpear mi cabeza no le interesan a nadie, ni siquiera al hombre al que le entregué mi mesada o al pequeño hijo que nunca tuve.
¿Lograste escuchar el ruido que hizo mi alma cuando la guerra terminó?, se siente extraño saber que nadie me conoce, porque todo resulta más fácil si las líneas que escribiste en tu habitación son subrayadas por un niño de preescolar, incluso si no entiende tus lamentos, y logras sentir el miedo de saber que algún día tendrás que crecer, deseando devolver mis palabras, pero las escribí en una carta que expiró, así que no puedo recuperarla y no puedo hacer que esos sentimientos vuelvan porque los he entregado una vez más.
¿Debería dejar de considerarme un poeta?, todo lo que he tocado enamorada termina maldito entre tantas letras cursivas y sentimientos de extraño.
¿Qué se supone que diga si me siento inspirada?, mis bolígrafos se han dañado por tantas reglas gramaticales que he aprendido a ignorar, me he quedado con mis manos manchadas y un gustoso anhelo por volver a sentir que puedo decir algo, porque siempre ha sido difícil leer mis cartas frente a un grupo de dos personas, mi reflejo y yo, mi felicidad y mi miedo de no estar siendo escuchada ni siquiera por mis propios oídos, porque realmente, ¿a quién le interesa mi vida?, ¿quién está dispuesto a leer todo esto y darme un abrazo de buenas noches en la siguiente navidad?, escribí tantos nombres sobre el calendario, pero los años se acaban y nadie quiso leer esto, sola en la cafetería, sola de regreso de la clínica.
Colecciono escarcha desde que tengo doce años, siempre lograba encontrar el romanticismo en los lugares que me obligaban a visitar, leyendo libros en blanco y escribiendo hacia el aire, aprendí a ser esa clase de chica.
Ahora mi realidad me ha dejado justo aquí, en un coliseo de rupturas y asesinos con flores en mano, una obra tan dolorosa de la que no he podido hablar con mi madre, las puertas oxidadas corren el riesgo de mentir, escaleras en círculos y tornados de aliento, nada de esto me hace especial al resto, escritura errónea incluso si hablo de mis sentimientos, porque soñé los sueños equivocados, porque he plasmado con un pincel viejo mis pesares sobre aquel coliseo en el que todos mis ancestros han muerto.
¿Debería dejar de considerarme un poeta?, todo lo que he tocado enamorada termina maldito entre tantas letras cursivas y sentimientos de extraño.
Recostada sobre una pared inclinada, con ideas de poemas que he escrito por todo mi cuerpo, pero nadie toma mis manos, nadie estará dispuesto a leer las rimas mediocres que escribieron mis ojos, porque tal vez sufro de miedo por ser descubierta y arruinar cada una de las hojas que he mantenido a salvo durante años, con miedo de ser rescatada y transformar las sensaciones en días que alguna vez viví, porque leí un libro sobre eso, ahora mi corazón y este pueblo se reducen a todo esto.
Escuché en algún lugar cercano a mi cabeza que los buenos poetas son distintos a mi idea de vivir esta historia, pensando en exceso si mi vida está siendo la adecuada, porque quiero ser un poeta como el resto, un poema mal leído, un pensamiento ignorado por quienes realmente me interesan, y digo que me odio a mí misma cuando quiero sonar depresiva, lo siento si repito demasiado esto, solamente estoy buscando la manera de ser vista por los ojos correctos, por un simple par de ojos que estén dispuestos a leer más allá de un juramento, y todo este tiempo he estado arrepentida, porque podría haber sido escuchada si esto hubiera sido un audiolibro, pero arruiné todo como he arruinado tantas hojas de poesía rechazada.
ESTÁS LEYENDO
ESTO PUDO HABER SIDO UN AUDIOLIBRO
PoetryEsto pudo haber sido un audiolibro, pero lo arruiné...