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Las historias más extrañas terminan cuando el bandido consigue lo que quiere, así que me tomaré el tiempo para inventar un final que no hemos logrado conocer.
Estamos siendo irresponsables, sin ver los detalles más impuros en nuestros ojos, un chico vestido de incógnito que apareció sobre mi pista, sin fotografías nítidas o información realmente sobresaliente, sin conocer un poco más que un par de pensamientos absurdos que suelo compartir para los amigos de mis amigos, introduciendo tu mente por donde la calle ha sido pavimentada, tu nombre plasmado en cada una de las revistas que leía, estabas acercándote, sin estar segura si era la mejor idea, porque soy torpe para fingir no estar enterada, atenta de tus palabras sin sentido y estupideces que publicas en una página de internet olvidada.
Mis emociones interrumpidas y la curiosidad de conocer a ese chico capaz de aparecer en los cuadros en los que ni siquiera había sido contemplado me llevaron a sustituir mi miedo por un amigable “hola”. Y no estoy segura de quien fue el idiota que escribió esta parte de mi historia, pero todo comenzó antes de lo que yo esperaba, oliendo tus palabras de interés, y no estoy segura si la ilusión es parte de mis zapatos arrugados o realmente querías observar el color de mis petunias una vez julio se renueva.
Discursos cortos, directos, con pocos sentimientos y deseos por contemplar los míos, la vida comenzaba a conectarme a ti, sin estar segura si serías el chico correcto, (porque nunca suelo encontrarlo) buscando la manera de que tus palabras se queden en mi respiración, porque hemos sido un par de desconocidos incluso ahora que no he podido acercarme a tu cinturón oscuro. Petunias en crisis, los meses también la sentían, investigando un dato entre tantos que antes no había escuchado, tu voz, ya la olvidé, tus labios, jamás los probé, tu cabello crece, el mío sigue intacto, mi hermano me ha dicho que estudió demasiado, supongo que te entiendo algunas veces, esquivando la puerta con el libro de biología escrito, porque nunca he sido capaz de comprender términos que escucho después de ver un documental sobre la vida silvestre.
Las ruedas se están gastando, sin tocar el suelo por miedo a que la distancia no pueda hacer que me sostengas, pero me alejé por un ligero recuerdo, lamento hacerte oír esto, insegura por mis periodos de autoconocimiento y la manera en que tus palabras solían ser rudas hacia las personas débiles como yo. Todo ha sido olvidado ahora, hemos arreglado aquel ligero despegue, tal vez sí estabas interesado en mí, pero tal vez yo jamás lo estuve, a pesar de que pude haberte hecho creer que lo estaba.
Mensajes espontáneos entre respuestas que aparecen en nuestros discursos más célebres, provocando mareos en las tormentas que había visto apagarse, no es tu culpa, lo he sentido todos estos años, pero me quedaré justo de este lado, porque me asusta lastimarnos a ambos por algo que no mereces.
Cambié mi nombre y mi tarjeta de identidad, has cuidado de esos detalles desde que lo mencioné, aquella noche en la que bebí demasiado llanto, cuidando a la chica equivocada, te juro que soy la equivocada y no tienes por qué cuidarme si después de todo seguiré estando lastimada. Nuestras palabras se han ido desvaneciendo, mensajes cortos y prolongados cada semana, cada mes, cada que nuestras mentes nos hacen querer decirnos algo, pero nunca hubo algo sobre lo que pudiera escribir, hasta ahora que he arrojado este sentir hacia un acantilado viejo.
A pesar de que este sentimiento haya sido encontrado en la distancia, sé que eres un buen chico, bromeando y mostrando tus mejores escenas hacia unos ojos que han llorado por razones que a nadie le interesan, y has crecido, tu cabello lo sigue haciendo, y probablemente me odiarías toda una vida, así que me ahorraré el comentario para una línea menos paranoica.
En mi mente aún se mantienen cada uno de los videos que mi teléfono ha dejado ir, tu abdomen marcado y respiración profunda, sudor y lujuria, tu cuerpo es digno de apreciarse, cada detalle que no he podido olvidar, pero mis ojos y mis pensamientos han sido dañados, no pueden verte de esa manera, lo que ambos esperaríamos que sucediera, lamento hacerte leer esto.
Créeme que el pasado fue rudo e intenté permitirme sentir algo, pero no fue suficiente, tal vez los restos de alguien más seguían reposando sobre mi espalda, me brindabas frases divertidas, comprensión y un tipo de interés que no había leído antes en alguna novela, comparándote con alguien que nunca me quiso, no era lo que quería, pero tal vez miraba algo de él en ti, mierda, he aprendido a arruinar a cada buen sujeto.
La ridiculez más grande viene de las frases que pensaste pero que jamás mencionaste, tu cabello es lindo, pero me he aferrado a un destino distinto a ese, mis momentos memorables son estúpidos, no tiene sentido recapacitar sobre esto, he cegado mi verdad a través de estos juicios ebrios, y si tu cabello fuera distinto, tal vez quisiera acostarme junto a ti, todo esto será más repetitivo de lo que creerías, si tu cabello fuera distinto, tal vez quisiera abrazarte a ti, prometo ayudarte a irte antes de leer lo que fuiste, si tu cabello fuera distinto, tal vez quisiera quedarme junto a ti.
He sufrido sola toda la vida, he pensado estupideces desde que la eternidad se proclamó, no sé si he sido grosera o solamente se debe a esta noción de culpa que por dentro experimento, por lo que no he dejado una pregunta absurda a lo largo de este mensaje, ¿me odias ahora o tengo otra oportunidad para recordarte que sólo soy una dañada miserable?
Entiendo las deudas que ahora tengo y comprendería los motivos por los que tus palabras ya no quieran permanecer conmigo, pero si la sinceridad es un hábito que descubro de vez en cuando, resta decir que me alegra esta coincidencia, los buenos deseos y el alejamiento inadecuado, que tu altura es un tesoro y que alguien más comprenderá tus palabras de ensueño, porque simplemente soy un conjunto de minorías (como un sabio solía llamarme) y tú mereces algo más preciado que un poeta sediento de aceptación.
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ESTO PUDO HABER SIDO UN AUDIOLIBRO
ŞiirEsto pudo haber sido un audiolibro, pero lo arruiné...