Rooney POV
¿Cuánto duraban un par de sonrisas? me lo pregunté mientras los veía posar para las cámaras que estaban en la alfombra roja del estreno.
Ella con su sastre de gala y él casi que le hacía juego a su conjunto. El resto parecían ser adornos, porque todos los preferían a ellos dos. Toda la prensa apuntaba hacia el director y su protagonista.
Yo, por solo seguirles el juego, fingí ser una adulta como ellos, con mi sonrisa hipócrita y un vestido que solo usaría esa noche. Después, "mi papá" me diría que darle una oportunidad a los pobres estaba perfecto.Era una película que aburriría a Edith, por ello, mandaron a Estella a acompañarnos, para que juntas pudieran ver algo más infantil.
Los actores y directores entre ellos. En cambio, fue un gusto sentarme con Carmen, aunque, para jugar un poco, me puse de pie para irme a la sala en la que estaba la niña.
"¿Por qué te fuiste?"
Sabía que ella iba a notar mi ausencia, sobre todo porque salí en una escena en la cual Cate se besaba con el otro tipo. Quise hacerle creer que era por eso, pero claro, ella y su ego deseaban que se lo dijese textualmente.
"me aburrí" , fue lo único que le puse.
La verdad es que la trama estaba muy buena, pero estaba tan perdida con toda la situación que apenas podía concentrarme, y tampoco podía perder los papeles.
—Hija, ¿viste que coloqué algunas tomas tuyas?—parecía orgulloso, pero a este punto poco podía creerle.
—Seguro que fueron las escenas que no vi—noté que Cate se puso bastante rígida.
Tranquilos, ya estábamos en casa.
—¡Estuvo con nosotras!—dijo con emoción Edith.
—Hija—me miró mi padre con un poco de tristeza—Espera, ¿te perdiste parte de la película?—parecía genuinamente sorprendido.
—La de mi bebé—Edith se abrazó a mí—duró como una hora desde que llegué. Supongo que solo alcancé a ver una media hora y ya—dije sin demasiada importancia.
—Oh, bueno—todos fuimos a la mesa—Supongo que luego la veremos juntos, como antes—sonrió esperanzado.
—Claro—fingí una enorme sonrisa.
Cate solo estaba muy al tanto de nuestras interacciones. Sabía muy bien que algo no le olía bien.
—¿Vamos a comer el postre? Es que me volvió a dar hambre—habíamos dejado el pastel de manzana y el helado para después, ya que hubo un buffet y casi todos quedamos repletos.
—¿De verdad quieres, hija?—sabía que le sorprendía.
—Claro—fui hasta la cocina para sacar el helado de vainilla de la heladera y partir una porción bastante grande de pastel.
Todos, sin contar a Edith que ya estaba soñando sobre el sofá, me miraron sorprendidos—¿Les molesta o-—No, no, no—papá tomó una silla y se sentó para hacerme compañía, al igual que Cate—Disfruta. Nosotros por ahora no deseamos—al parecer estaba alegre de verme comer.
No decía nada, solo ellos hablaban sobre algunos recuerdos, mientras sus miradas estaban en la forma en que comía.
Volví a servirme y al parecer no se lo esperaban, pero tampoco me dijeron algo al respecto. Sabía que papá se estaba aguantando las ganas de preguntarme si me detendría una vez que fui por mi tercer pedazo, pero también sabía que bastaba un solo comentario para hacerme retroceder.