Capitulo 6

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Rutina.

Stephannia Slounguer.

Ya han pasado dos semanas desde que estoy aquí y no he sabido nada de mis padres ni de quien atacó el reino hace unas semanas.

Estoy en el jardín (de nuevo) ya se volvió una rutina diaria, me levanto, me visto con alguno de los montones de vestidos que hay en el clocet, desayuno con el rey de Artenalds, que dichos desayunos son más insultos y preguntas de mi parte hacia el, preguntas que no responde por supuesto, me regreso ala alcoba, escribo un rato y por la tarde vengo a refrescarme un rato al jardin, en la noche algunas veces ceno sola en mi habitación y otras no, Alexandrok se marcho hace más de una semana y no lo he vuelto a ver y a mateo si lo he visto algunas veces, este palacio es enorme me ha pedido que le hablara con menos formalidades y yo igual, aunque siempre me dice princesa.

Y ahora aquí en el jardín solo puedo pensar en mi padre y Adrian son lo que más amo y no estoy con ellos, no era así como debía pasar, yo debería estar con mi hermano apoyándolo ahora que es rey, estaría ayudando a Simon para cuando el sea rey, o estaría con...

- Señorita - veo a cleo que viene hacia mi - ya casi es hora de la cena, ¿la subo a su habitación o...?

- No tengo hambre cleo muchas gracias - la corto y me levanto para irme hacia mi alcoba, hoy no he estado de buen humor, aunque quien lo estaría, llevo dos semanas aquí sin saber por qué.

Entro a mi alcoba y por fin después de mucho me quiebro, lloro por estar aquí, lloro de rabia y dolor, quiero estar con mi padre y Adrian, quiero entender que paso, no puedo seguir así, necesito salir y ser libre, odio este maldito reino, odio a Alexandre Artenalds por tenerme aquí, me odio a mi misma por no haber hecho nada este tiempo, aun sabiendo que no tenia oportunidad, lloro de rabia al recordar que Arturo, alguien que había visto toda mi vida me había traicionado y yo como una... no me di cuenta, lloro por que extraño a... el sonido de la puerta me pone alerta.

Alexandre entra a la alcoba y por un impulso me tiro sobre el empujándolo contra la puerta y se que la única razón por la que medio lo moví fue por que lo tome desprevenido.

- Te odio, dime por que estoy aquí, dime que te hice para tenerme aquí - me limpio una lágrima con rabia mientras lo miro con todo el odio que tengo justo en ese momento  - ¿que hice? Que tan malo hice para que tu me hagas esto.

Con la rabia no me di cuenta que le hable de manera cero formal.

- No has hecho nada.

- ¿Por que me tienes aquí? - dije ya con un hilo de voz.

- No puedo decirlo.

- Vete - como no se movia grita más fuerte - ¡Vete!, que te largues de una vez, no volveré a decirlo Alexandre, puede ser tu palacio pero no te quiero cerca ¡Largate!.

Se quedo unos minutos parado viéndome y cuando pienso que me dirá algo, sale de la habitación y me tiro en la cama de nuevo y no puedo evitar las siguientes lágrimas que salen el resto de la noche.

Por la mañana evito el espejo, se la apariencia que tengo y prefiero no verme, uso un vestido de encaje gris, sin muchos adornos, así me siento hoy, gris.

Decido tomar el desayuno en mi alcoba pero con en almuerzo no tengo tanta suerte ya que un guardia me vino a traer, el rey necesita mi presencia, al llegar al comedor veo a Alexandrok y Mateo en la mesa junto a Alexandre, tomo el lugar de siempre y trato de ignorar las miradas de los otros individuos.

- Princesa- habla Mateo - un gusto verla.

- Me gustaría decir lo mismo - lo miro directo a lo ojos y se que entiende lo que digo.

Algo indebido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora