CaosStephannia Slounguer.
Han pasado unos días desde el incidente de la cocina, Alexandre me ignora y yo hago lo mismo al igual que a Mateo, Alexandrok se fue ayer y me siento más aburrida que nunca.
Salgo de mi habitación con un lindo vestido azul claro de escote corazón y me llega hasta los tobillos, mi cabello suelto y una cadena de oro blanco, la que me dio mi padre y nunca me quito.
Al llegar al living (en Slounguuer es salón de visitas) veo tres figuras cerca de una ventana, me detengo abruptamente cuando hablan y reconozco las voces.
- ¡Simón! - grito y voltea.
- Step - viene hasta mi y me levanta en brazos - ¿como estas preciosa? - me besa la mejilla y deja su boca ahí unos segundos.
Lo abrazo más fuerte y siento una calidez en mi corazón, a veces es lo único que necesitamos, un abrazo y que mejor que el abrazo sea de alguien tan importante para ti.
- Estoy bien, tranquilo....Te extrañe Simón.
- Yo más Step, ¿segura estas bien?.
- Lo mejor que puedo estar, estando encerrada aquí.
- Lo siento tanto, preciosa, lo de la última vez...yo...no pude evitarlo, te prometo que lo intente.
- No estoy enojada contigo, Simón, se que no fue tu culpa - veo sus ojos miel y mi mente viaja a la primera vez que lo vi, estábamos en los diálogos de paz, era un niño algo asustado pero sus ojos son y eran bastante expresivos, me acerque a él, y cada que venia a Slounguuer o yo hiba a Cacrews, eramos inseparables.
De hecho hubo un tiempo donde nuestros padres pensaban que terminaríamos casados, el y yo sabíamos que no sería así.
- Princesa - se acerca el rey Arturo, el padre de Simón.
- ¿Que haces aquí Simón? - ignoro al Rey Arturo y centro en Simón.
- Cosas privadas - Viene hasta nosotros Alexandre.
- Creo que fui clara al preguntarle a Simón.
- Estamos aquí por...
- Simón - lo reprende el papá, dejándome con más ansias de saber.
- No te preocupes Step, no es nada importante.
- ¿Podemos hablar en privado? - miro con suplica a Simón, necesito respuestas.
- No.
- Creo que fui clara Alexandre, estoy hablando con Simón.
- Que insolencia - se mete Arturo - le estaba hablando por su nombre, Majestad, reprendala.
- Tampoco es asunto suyo... Arturo - hago énfasis en su nombre.
Se acerca unos pasos a mi, pero Simón y ...Alexandre se lo impiden.
- No te atrévas a tocarla, Arturo - este se queda frío mientras Alexandre esboza una sonrisa - o date por muerto...o peor.
Siento un escalofrío subir por mi columna y una calidez al ver que me defendió.
- Pero Majestad, me falto al respeto.
- Y tu fuiste un traidor y sigues con vida cierto - no pude callarme.
- ¿No dirá nada Majestad?- lo cuestiona Arturo más enojado.
- Nada de lo que ha dicho Stephannia me parece una falta de respeto - se encoje de hombros - y es cierto que eres un traidor, ¿por que te molestas?.
ESTÁS LEYENDO
Algo indebido
AcakEn la guerra como en el amor todo vale... En la venganza y la guerra...también.