Capitulo 9

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Nuevo plan.

Stephannia Slounguer.

No dormí nada esa noche, la escena del beso se repite una y otra vez en mi mente. en que estaba pensando, ese beso no debió pasar.

No dejo de pensar en mi papá, en lo decepcionado que estará si se entera de lo que hice, y la única excusa que tengo es que son sensaciones que no había sentido nunca y me deje llevar, nunca espere que mi primer beso lo daría con el rey enemigo.

Ahora me encuentro en el jardín, descubrí una puerta secreta, junto a unos arbustos, hay un pequeño columpio, junto a un lago pequeño y muchas rosas rojas, parece un lugar verdaderamente mágico, en los últimos días he estado viniendo aquí a pensar.

Tengo que irme, ahora más que nunca tengo que salir de aquí, he estado al pendiente de los horarios de los guardias, hay un lapso de menos de dos minutos donde hacen el cambio, los guardias de la entrada casi siempre entre las dos, tres de la mañana bajan la guardia y es el momento donde tengo que aprovechar, lo demás tengo que improvisar.

Por los momento tengo que actuar normal y seguir mi rutina, Mateo y Alexandrok aun no vuelven, supongo es lo mejor.

He estado evitando todo el día a Alexandre, después de lo de anoche no me creo capaz de verlo a la cara.

El almuerzo lo como en mi alcoba y después voy a la biblioteca a leer un rato, aun no termino de leer la saga de Harry potter, voy por el sexto libro, el príncipe mestizo, aunque no puedo negar que mi libro favorito es el prisionero de azcaban.

Después de pasar toda la tarde leyendo llego la hora más temida, ña hora de la cena, la hora donde tendré que darle la cara a Alexandre.

Bajo y por gracia divina no esta en el comedor, tomo asiento y me sirven la comida, justo cuando iba a empezar a comer entra Alexandre y toma asiento en su lugar.

La mirada que me lanza no pasa inadvertida, pero por mi paz mental prefiero ignorarlo, después de la cena tengo que empezar a ejecutar mi plan, veo la puerta de la que salio Alexandre la primera vez y me doy cuenta que no pude investigar de que es esa puerta.

- ¿No ne iba a esperar, Majestad? - estoy debatiendo entre contestarle o no, pero si no lo hago se dará cuenta de lo mucho que me perturba el beso de ayer, así que decido actuar con normalidad.

- Pensé que no vendría - una repuesta corta y concisa.

- Pues aquí estoy.

- Lo note.

- Respecto a lo de ayer...

- No se que paso ayer - lo corto.

- Bueno.

La cena transcurre en silencio y en un ambiente incómodo, termino rápido mi comida y voy ala cocina por algo de pan y agua, la necesitare para mi escape esta noche.

Cuando llegan las dos veinte cinco, salgo y los guardias no me detienen puedo andar por el palacio sin ningún problema, el problema son los guardias de puerta y los del portón de la entrada del palacio.

Cuando los de la puerta hacen el cambio, corro lo más rápido que puedo, en una pequeña bolsa llevo el pan y el agua, el vestido ligero que escogí no me resta dificultad al correr, me escondo en unos arbustos, mientras espero unos minutos donde los guardias ya empiezan a cabecear, según escuche estos guardias a penas están iniciando, lo que me da algo de ventaja.

Pasan los minutos y justo cuando empiezan a bajar la guardia corro lo más rápido y lo más silenciosa que puedo abro la pequeña puerta del gran portón negro, cuando salgo corro lo más rápido que puedo, corro hasta quedarme sin aire, corro hasta que me duelen los pies y cuando por fin llegue lo suficientemente lejos, me detengo y todo esta oscuro, a lo largo veo un parque con unas bancas color blanco donde me siento y recobro el aire.

Algo indebido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora