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-Buenos días señorita Emma – dicen mis alumnos poniéndose de pie cuando entro al aula.
-Buenos días niños – les regreso el saludo sonriendo – Pueden sentarse.
Desde hace tres años que soy maestra de preescolar, y me encanta demasiado.
Siempre me han gustado los niños, por eso decidí dedicarme a esto, aunque en muchas ocasiones tuve miedo de que nunca lo lograría, o que seria una mala maestra, y por eso tendría alumnos que siempre hacen bromas y hacen llorar a los maestros.
Agradezco que eso no pasara y me tocara un grupo super lindo.
Hemos tenido problemas, como en todos lados, pues los niños están creciendo y cada vez son mas curiosos, preguntan por todo, en ocasiones lloran por que se quieren ir a casa con su madre y a mi me da dolores de cabeza cuando todos se ponen de acuerdo para llorar.
Pero a pesar de todos esos problemas, amo a mis alumnos.
-Bien niños, hoy hablaremos de que es lo mas importante para ustedes – digo poniendo el refrigerio en mi escritorio – Puede ser algo material, algo físico o lo que ustedes digan ¨Esto es muy importante para mi¨ - paso por sus lugares para dejarles su jugo de manzana con unas frutas picadas que prepare en mi casa – Para no hablar todos al mismo tiempo, lo haremos uno por uno y respetaremos el tiempo del que este hablando, ¿Quedo claro? – digo mirando a Samuel, el niño mas problemático del grupo.
Siempre hay uno en todos lados, no podía salvarme.
-Si, señorita Emma – hablan todos al mismo tiempo.
-Bien empezare yo – agarro una silla y la pongo delante de todos para sentarme – Hace unos días atrás, cuando iba en mi auto camino a mi casa un hombre no se detuvo en una luz roja y choco mi auto – les platico – A pesar de que él hizo algo que esta mal, aun si se bajo de su auto y comenzó a gritarme faltándome al respeto. ¿Alguien de ustedes sabe que es el Respeto?
-Tratar bien a los demás – dice una Marisa, una niña pelirroja.
-Muy bien – le sonrió.
- ¿Cuándo los demás piensan diferentes a nosotros? – levanta la mano Jack, un pelinegro con anteojos.
-Exacto, ustedes que contestarían si yo les preguntara... ¿Quién es el mejor jugador del mundo en el futbol?
- ¡Messi!
- ¡Cristiano! – empiezan a gritar todos.
-Bueno, a eso me refiero – sonrió poniéndome de pie – Muchas personas piensan diferente a nosotros y siempre hay que espetar su decisión.
- ¿Aunque estén equivocados? – Pregunta Samuel – Por que obviamente si piensan que Messi es el mejor están...
-A pesar de todo – corto sus palabras – Hay que respetar la decisión y opinión de los demás – le digo haciendo que haga una mueva.
