♡ Little Hazzie ♡ | l.s

fourty-sixɞ

—¿A dónde vamos? —preguntó Harry.

Ya estaban montados en el auto. Era muy temprano y Harry creía que si estaba un segundo más ahí dentro, terminaría dormido.

—Vamos al estadio.

—¿A qué?

—Hoy tengo que practicar un poco de cardio y técnica en vez de ir al gimnasio. Una vez a la semana, el entrenador nos cita muy temprano.

Harry solo asintió; la verdad es que no tiene ni idea de fútbol.

—¿Es divertido?

Louis sonrió al escuchar la pregunta. Harry iba bastante disociado, tal vez en un inocente intento de no quedarse dormido. Sabía que era muy temprano para el rizado y que el movimiento del auto siempre lo arrullaba.

—Pues sí, es cansado, pero después de todo es un juego...

—Supongo que debe ser muy divertido trabajar jugando al fútbol. Si a mí me pagaran por jugar un juego, sería muy feliz también...

Harry afirmó muy seguro, con una seriedad que tomó a Louis por sorpresa.

—¿Estás bien, amor? —preguntó con sutileza, mirando de reojo al rizado, que lo miró con sus ojitos brillantes.

—Sí, es solo que ya quiero llegar.

Louis asintió. Le preocupaba un poco que Harry quisiera caer, porque no tendría tiempo de cuidarlo y en una hora el rizado tenía que llegar a la escuela.

—No te preocupes, bebé, ya llegamos.

Louis dio una vuelta y entraron al estacionamiento. Bajaron del coche y Harry miraba todo. No era la primera vez que venía, pero Louis lo dejó ser.

—Voy a cambiarme rápido. Puedes quedarte aquí o venir...

Harry miró al ojiazul. El lugar estaba vacío y silencioso, era bonito, pero no quería quedarse solo, así que prefirió acompañar a Louis.

—Voy contigo, no quiero estar solito.

Harry tomó la mano del ojiazul y entraron a los vestidores. Harry empezó a revisar los casilleros; todos tenían nombre y el número con el que jugaban.

—¡Este es de Zayn! —exclamó.

Harry volteó a ver a Louis, que se estaba quitando la camiseta y ya llevaba puesto su short. Harry agradeció no haber volteado antes.

El ojiazul se encaminó hacia él, poniéndose su playera de entrenamiento en el proceso, y Harry creyó que iba a babear.

—Sí, es el de Zayn.

Harry lo miró embobado y Louis le sonrió burlón. Aún no llevaba su camiseta.

—¿Qué ocurre, corazón? —sabía muy bien lo que ocurría.

—N-nada... ¿dónde está tu casillero?

—Está por acá, ven...

Louis tomó a Harry por la cintura, haciendo que el rizado sintiera una corriente pasar por toda su columna. Estaba incluso sonrojado. ¿Eso era normal? ¿A la gente le pasaban estas cosas seguido? ¿Le pesaría a Louis?

—Es bonito, me gusta mucho...

Harry admiró el casillero de Louis. Había una pequeña placa dorada con su nombre, y en el fondo había fotos de su madre y sus hermanas, fotos con Zayn y del equipo, incluso una de Louis con un trofeo enorme y el número 28 hecho de cinta negra.

—Ha estado así por mucho tiempo. Tal vez ya sea hora de renovarlo un poco, poner algunas fotos nuestras...

Harry miró al ojiazul con mucha ilusión.