♡ Little Hazzie ♡ | l.s

oneɞ

Harry no se ha sentido bien los últimos meses, el esta bien de salud, pero su mente a veces es muy extraña y eso lo frustra mucho.

Hace tres meses entró a la universidad, tiene 18 años y está lejos de su casita, está estudiando la universidad en la ciudad, tuvo que dejar a su familia en Holmes Chapel, está feliz de estar aquí, su universidad es muy buena, tiene una beca que le ayuda a su familia un poco y se hospeda en los cuartos de la institución.

Había sido difícil pero estar en esta escuela era el sueño de Harry, el hospedaje en la institución era solo para mujeres, pero hicieron una excepción con Harry, quien se esforzó en solicitarla, le hicieron varias entrevistas donde aclaró que es gay y aunque eso no tuvo nada que ver, Harry era un amor, así que le dieron una oportunidad, con un cuarto hasta el fondo y con un margen de errores sin tolerancia alguna, un error y estaba fuera.

Por suerte Harry es muy tranquilo, solo se dedica a ir y venir de la escuela, sin embargo hace un mes y medio decidió encontrar un empleo por lo menos para poder pagar el hospedaje el solo y ayudar a sus padres, entonces ahora trabaja lunes, miércoles, viernes y fines de semana en una linda cafetería, desde las 2 de la tarde a las 8 de la noche, Harry estudia diseño gráfico y cuando le comento esto al señor encargado de la cafetería le ofreció un mejor sueldo por algunos trabajos extras ocasionales.

Harry aceptó y en realidad está muy feliz, pudo hacer los menús de las bebidas en las barras y los logos para las redes sociales de la cafetería y cualquier cosa que se le ocurriera a su jefe.

A Harry le va realmente bien, entonces no sabe porqué es tan extraño y no se refiere a ser gay, hay algo más que le hace una presión en el pecho todo el tiempo y no sabe lo que es, o tal vez lo sabe pero tiene miedo de aceptarlo.

Era viernes, el pequeño rizado se encontraba recostando su cabeza sobre la barra, ya iban dos horas que nadie llegaba y empezaba a aburrirse, el lugar estaba limpio y ordenado y no llegaba nadie, lo atribuía al calor que hacía ese día y más a las 4 de la tarde, su ojos empezaron a cerrarse un poco, en serio intentó no quedarse dormido pero sus parpados pesaban y sus ojitos se fueron cerrando, llevó la punta de su pulgar a su boca de forma inconsciente.

—No Harry...— se regaño cuando su pulgar tocó sus labios, eso no estaba bien.

El tiempo pasó y terminó con un rizado y su esponjosa mejilla aplastada contras sus brazos doblados sobre la barra, no había ruido, el clima no le molestaba y estaba tranquilo, nada interrumpiría la pequeña siesta que estaba tomando el rizado, estaba tan relajado que llevó su pulgar a sus labios y esta ya no estaba conciente como para detenerse.

No sabe exactamente cuanto tiempo paso cuando un manotazo en la barra y un grito lo despertó bruscamente, haciendo que levanta su cabeza asustado y sacara el pulgar de su boquita.

Las risas del grupo de chicos frente a él no tardaron en llegar.

Harry sintió el hilo de saliva que salio de su boca al sacar su pulgar, así que limpio rápido con su manga.

—¿Qué pasó? ¿Interrumpimos tu hora de la siesta?— el chico pelinegro frente a él le preguntó con sarcasmo, sus dos amigos detrás rieron.

Harry junto sus manos y empezó a jugar con sus deditos cuando sintió las lágrimas picar en sus ojos.

—¿Sabes? La hermana de Matt tambien se chupa el dedo, solo que ya sabes... ella tiene 4 años, ¿Cuántos tienes tú eh?

—Ya basta Tim, mejor dejalo que tome la orden, tengo hambre— un chico castaño gruño molesto a su amigo.

—¿Qué esperas? ¡ponte a trabajar!

La vista de Harry estaba borrosa y estaba seguro de que no era solo por sus lágrimas, sus manitas estaban sudadas y temblaban mucho, al igual que el puchero en su boca, no podía evitarlo.

—L-lo siento...

Los chicos le dieron su orden al rizado, eran solo tres bebidas fáciles, Harry llevan haciendo esto por casi dos meses, pero justo ahora todo parece tan confuso, el tiene un libro donde están las recetas, no suelen necesitarlo nunca, solo para cosas que no hace muy seguido, pero ahora son simples malteadas de los más comunes, pero aun así siente que no puede hacerlo.

No lo puede leer.

Entonces empieza a llorar en silencio porque no quiere que los chicos sentados en las mesas escuchen.

Solo puede leer las palabras cortas como, frutas, agua y leche, pero aun así hay muchas que no entiende, intenta calmarse y hace lo mejor que puede las bebidas entre algunos hipidos y sollozos bajitos.

Tomó con sus manitas dos de las bebidas para ponerlas sobre la barra y taparlas, pero justo cuando se volteó el chico de antes estaba ahí en frente mirándolo feo, a harry le empezaron a temblar las manos.

—¿Terminaste? Llevamos 25 minutos esperando por solo tres bebidas y no hay nadie más.

Harry solo asintió con su cabeza de forma débil, puso las bebidas en la barra, las tapó y les puso un popote para que los chicos pudieran recogerlas.

Empezó a limpiar las cosas que se le habían caído al igual que las cosas que ocupó, los chicos con suerte ya se habían marchado, de todos modos Harry no quiere voltear para asegurarse.

—¡Oye marica! ¿Qué es esta mierda?

El mismo chico pone la bebida casi llena en la barra de nuevo, a Harry se le tensa todo el cuerpo.

—Es t-tu bebida, pediste una mal-malteada.

—Te pedí una malteada de chocolate y no se que es esta mierda, ¿que le pusiste?

—S-solo le puse choco-chocolate, te lo po-plometo.

Después de eso Harry sabe que es su fin cuando el chico estalla en risas y llama a sus amigos.

Harry ahora está llorando, siente su cara empapada en lágrimas, sus zapatos están mojados de las malteadas después que los chicos las tiraran en la barra haciendo que se derramen sobre sus pies, pero está tan asustado que no se puede mover, llevan un buen rato riéndose de él y obligandolo a decir diferentes palabras que por mas que Harry se esfuerza en decir simplemente no puede hacerlo, y no sabe porque, su mente no está pensado mucho justo ahora, está casi seguro de que no recuerda los números después del 15.

—Ahora di peligroso...

Harry niega con su cabeza, esa palabra es muy larga, ni siquiera recuerda cómo se escribe.

—¡Vamos niño!

—Pe-peligloso...

Las risas hacen que a Harry le duela su cabeza, no sabe cómo va a salir de esta, espera que los chicos se aburran pronto.

—Esto es completamente ridículo, eres tan raro, de verdad te lo digo, das verguenza, actuando así... no eres un verdadero hombre, encima seguro eres mariquita, mírate, tienes toda la cara.

Harry sollozó más fuerte y se limpió algunas lágrimas de sus mejillas, no ha levantado la vista en un buen rato, está temblando porque ya no hace tanto calor y sus pies están pegajosos y empapados de las malteadas heladas.

—Di que eres una mariquita que se chupa el dedo cuando duerme aún.

Harry niega mira rápido a los chicos, puede ver que uno de ellos está grabando con su celular.

—Vamos no nos hagas esperar, podemos estar aquí todo el día.

—Soy una mai-maiqui-ta...

Las risas no tardaron en volver haciendo que Harry cierre sus ojitos con fuerza.

25/06/23

lo subo igual porque no me gusta solo subir la intro a la historia como que re mala ondaaa.