Capitulo 27

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En Avaloria, un día después de la muerte de Aegon, hijo de Rhaenyra y Daemon, Maegor se encontraba en una conversación con el rey Elion. El joven Targaryen expresaba sus palabras de manera convincente, logrando que el rey brindara su apoyo a Rhaenyra. Elion termina prometiendo que enviaría a 30,000 hombres y mujeres muy capaces para unirse a la causa. Sin embargo, Elion especificó que prefería que sus tropas no fueran a Dragonstone, ya que no consideraba que fuera un lugar adecuado. Maegor discutía posibles destinos alternativos para desplegar a los soldados y soldadas en apoyo a Rhaenyra.

Al final Maegor sugiere que vayan a Harrenhal, ya que es un lugar estratégico y ofrecería más espacio para los soldados que Elion enviaría.

—Está bien, entonces los enviaré a Harrenhal —dijo Elion mientras observaba el mapa— Partirán dentro de una semana.

—Excelente, para ese momento, Daemon probablemente habrá tomado la fortaleza —comentó Maegor mientras daba un sorbo de vino— Majestad, le agradezco por su apoyo a la reina Rhaenyra. Sin embargo, aún no me ha mencionado lo que desea a cambio de su ayuda.

—No deseo nada a cambio, solo quiero contribuir a ganar esta guerra que tu propia familia ha desatado. No necesito ninguna recompensa, ni lo que la reina Rhaenyra podría ofrecerme, como dragones o huevos de dragón. El reino de Avaloria ya ha enfrentado y vencido a un dragón antes, así que estamos preparados —declaró Elion mientras lo miraba fijamente.

—Es verdad. Bien, mañana partiré de regreso a Dragonstone para informar a la reina sobre su apoyo —dice Maegor al levantarse y dejar la copa de vino en la mesa— Con su permiso, Majestad, debo ir a ver a mi dragón.

—Esta bien —respondió Elion, mientras toma su copa y movía ligeramente su máscara de hierro— Más tarde continuaremos nuestra conversación.

Maegor asintió levemente y salió de la sala, mientras Elion termina de mover su máscara y en seguida toma un poco del delicioso vino.

Mientras tanto en Dragonstone

Jacaerys finalmente llegó a Dragonstone y vio a Lucerys esperándolo. Se acercó a su hermano y se abrazaron. Jacaerys notó que Lucerys había llorado durante mucho tiempo, lo cual era comprensible. Cuando Jacaerys recibió la noticia de la muerte de uno de sus hermanos, partió de inmediato de Wilterfell para regresar a casa lo más rápido posible.

—Madre está en su habitación —dijo Lucerys con la mirada apagada— Me alegra verte de nuevo, hermano.

—Yo también, Lucerys —respondió Jacaerys, luchando contra las lágrimas— Ven, tenemos que ir con madre.

Los dos hermanos se dirigieron juntos hacia donde estaba su madre, brindándose apoyo mutuo en ese momento difícil. Rhaenyra estaba en su habitación, sosteniendo un juguete que pertenecía anteriormente a Aegon. Con lágrimas en los ojos, acercó el juguete a su pecho, sintiendo un profundo dolor por la situación. No deseaba perder a ningún hijo, y el hecho de que Alicent le hubiera arrebatado a uno de ellos de esa manera le provocaba un dolor inmenso. Sentía la necesidad de vengar a Aegon, de hacer justicia ojo por ojo, hijo por hijo. Estas palabras resonaban en la mente de Rhaenyra, en eso escucha la puerta abrirse, así que dirije la mirada hacia la entrada, y cuando lo hace se termina soprendido cuando ve a su hijo Jacaerys de pie en la puerta, con Lucerys a su lado.

—Jacaerys —Rhaenyra llamó a su hijo mayor.

—Lady Jeyne Arryn prometió enviar 15,000 hombres, pero a cambio quiere que un dragón vaya a proteger los valles. También tenemos el apoyo del Norte —dice Jacaerys, mostrando claramente su tristeza y dolor en cada palabra que pronunciaba— Yo.

En ese momento, Rhaenyra se levantó y se acercó a sus hijos, abrazándolos con amor y tristeza al mismo tiempo. Los tres lloraron mientras se abrazaban, dejando que las feromonas de tristeza y de dolor llenaran la habitación. La pérdida de un hermano, de un hijo, era un dolor inmenso, una pérdida que perduraría por siempre. Aunque intentaran seguir adelante, el dolor seguiría presente en sus corazones. 

Maegor Targaryen Donde viven las historias. Descúbrelo ahora